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"Yo no tengo que pedir perdón a mi padre"
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dejó la abogacía por el toreo

"Yo no tengo que pedir perdón a mi padre"

El torero ha demostrado que lo suyo no era un capricho de un día. Empezó tarde, pero con paso firme. Asegura que siempre he recibido consejos de su padre porque "ha sido uno de los grandes", aunque le recuerda que "no es cierto que yo haya tomado partido

Foto: Sebastián Palomo Danko en una imagen de archivo (I.C.)
Sebastián Palomo Danko en una imagen de archivo (I.C.)

Sebastián Palomo Danko se convirtió en torero a una edad en la que algunos de sus colegas ya piensan en la cuenta atrás. Era un abogado de éxito en un despacho potente y un día, un 5 de agosto, dijo adiós y se encerró durante un tiempo en el campo para preparase. Durante estos años, ha demostrado que lo suyo no era flor de un día. A veces ha tenido menos cartel en su mundo taurino que en el de la publicidad, donde firmas como Hublot consideran que mantiene una buena imagen. Escribe guiones y poesía y le gustaría algún día editar sus poemas. No tiene novia, cree en la fidelidad de pareja y en el amor para toda la vida…. Mientras dure.

La crisis afecta al mundo taurino. ¿Su futuro se presenta duro?

Volví el año pasado después de recuperarme de la lesión y tuve tardes muy buenas. Este año se presenta, digamos que diferente porque estoy toreando festivales. Y gracias a Dios.

¿Sigue siendo torero o es más figura publicitaria?

Si me quieren las firmas creo que es porque tengo una profesión, la de torero. Lo mío no es una frivolidad, aunque haya gente que piense que no se pueden compaginar las dos cosas.

Quienes critica esa vertiente son los que consideran que un torero tiene que estar 100% al toro y no anunciando camisas, relojes o ensaladas.

Bueno, pues que sigan pensando lo mismo. Quien se pone delante de un toro y se juega la vida soy yo.

Creo que su padre tampoco estaba muy de acuerdo con esa dualidad y que uno de los problemas que tuvo con él fue porque consideraba que no se lo tomaba en serio.

Pues precisamente él se dedicó a hacer películas, algo que yo no he hecho. Creo que hay tiempo para todo y te aseguro que nunca he tenido problemas con él por esos temas. Siempre he recibido sus consejos taurinos porque ha sido uno de los grandes del toreo. Ten en cuenta que yo he tenido una vida anterior. Yo soy abogado y ejercía como tal hasta que un día dije “señores, me voy del despacho”. Y en ese momento, con 26 años, empecé una carrera difícil, complicada y donde te juegas la vida cada vez que sales a la plaza. A mí, nadie, ni mi padre, me puede decir que no me lo tomo en serio.

¿Su padre y usted estaban muy unidos?

Sí, él me acompañaba a todos los lados. Nunca hubo confrontación en ese sentido. Yo he tenido confianza absoluta y le veía muy orgulloso de mí.

Entonces ¿por qué no levanta el teléfono para arreglar las cosas con él?

Yo no tengo que pedir perdón a nadie, tampoco a mi padre. Son temas muy privados de los que no me gusta hablar. Sólo decir que siempre hay otras versiones que a veces no interesan conocer. Es más fácil que uno lleve el título de bueno y buscar los culpables al otro lado. No es cierto que yo haya tomado partido por mi madre en su divorcio. Se dieron determinadas circunstancias y, sinceramente, hice lo que creo que debía hacer. Insisto en que son asuntos privados.

En Cataluña han prohibido los toros y quieren ser independientes

Es una pena porque la Monumental de Barcelona es una de las plazas más bonitas que hay. Yo tuve tardes muy buenas. Respecto a la independencia, tengo muchos amigos catalanes y conozco a muy pocos que de verdad quieran independizarse de España. Es una minoría a la que creo que se le da demasiada importancia.

¿Qué le parece que Cayetano Rivera vuelva a los toros?

Me parece muy bien. La verdad es que es muy complicado dejar de torear, retirarte. Hay veces que tienen que tomar aire, dejarlo y volver con los pulmones llenos de oxigeno.

Parece poco serio. Me voy, vuelvo…

En absoluto. Es una profesión muy dura. Yo tuve una época en que me retiré porque me hacía falta tanto personal como profesionalmente. Te aseguro que si no estás con todas tus facultades equilibradas es muy posible que mueras en la plaza. El toro no perdona los despistes.

¿Y eso que dicen que los toreros enamorados o casados se arriesgan menos?

No sé qué decirte. Creo que allá cada cual con su vida personal y afectiva.

¿Y su novia, Carla Sánchez, por qué la esconde?

Esto quiero dejarlo muy claro. Carla no es mi novia, es una íntima amiga a la que quiero mucho y con la que me verán mucho. Ni es mi novia, ni la tengo porque esconder ni tampoco ha sido mi entrenadora personal.

Sebastián Palomo Danko se convirtió en torero a una edad en la que algunos de sus colegas ya piensan en la cuenta atrás. Era un abogado de éxito en un despacho potente y un día, un 5 de agosto, dijo adiós y se encerró durante un tiempo en el campo para preparase. Durante estos años, ha demostrado que lo suyo no era flor de un día. A veces ha tenido menos cartel en su mundo taurino que en el de la publicidad, donde firmas como Hublot consideran que mantiene una buena imagen. Escribe guiones y poesía y le gustaría algún día editar sus poemas. No tiene novia, cree en la fidelidad de pareja y en el amor para toda la vida…. Mientras dure.

Sebastián Palomo Danko Cataluña Marina Danko