Francisco Rivera encargó un diamante en Congo para Lourdes Montes

El sábado 14 de septiembre, Francisco Rivera y Lourdes Montes festejarán su boda civil ante los cerca de 400 invitados que acudirán a la fiesta nupcial en la finca El Recreo de San Cayetano, el campo que compró en Ronda El Niño de la Palma, bisabuelo del torero y donde nació el maestro Antonio Ordoñez.

A estas alturas la pareja tiene prácticamente todo organizado y dispuesto para el gran día. Incluso Lourdes ya se ha hecho las pruebas de peinado y maquillaje y ha podido observar que se complementan a la perfección con las joyas familiares que la novia lucirá el sábado, especialmente unos pendientes que fueron de su abuela. Otra joya que la abogada exhibirá en su mano será el espectacular solitario que Francisco le regaló el día de la petición de mano. Un brillante del tamaño de un garbanzo que al torero le llego directamente de Congo –donde tiene negocios– y que, después de que profesionales de su confianza admirasen su pureza, mandó montar en un anillo que entregó a su novia cuando la propuso el proyecto de vida en común. Según han asegurado a Vanitatis, hubo que pulir muy poco dada su pureza y perfección. Una piedra impresionante cuyo coste resultó mucho más económico que si lo hubiera adquirido en España al no tener intermediarios. Aunque, como sucede en estos casos, el valor afectivo es lo importante.

A día de hoy, a la pareja sólo le faltan algunos remates de última hora, como las flores o lo referido al catering, que firma Macarena Herrero, amiga de la novia. El resto está a punto, incluido los estilismos con los que las mujeres Montes llamarán la atención, que son obra del maestro Roberto Diz, así como las pamelas y tocados del taller de Reyes Hellín, que ya están rematados.