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Kitín Muñoz y Kalina de Bulgaria, príncipes del desierto
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PARTICIPARON EN EL MOUSSEM TAN TAN DEL SÁHARA

Kitín Muñoz y Kalina de Bulgaria, príncipes del desierto

Muñoz y la hija del rey de Bulgaria forman un buen equipo y así lo observaron los cerca de cuatrocientos asistentes que acudieron al Moussem Tan Tan en el desierto del Sáhara

Kitín Muñoz y Kalina, la hija del rey de Bulgaria forman un buen equipo y así lo observaron los cerca de cuatrocientos asistentes de todo el mundo que acudieron a la cita anual del Moussem Tan Tan en el desierto del Sáhara, a dos horas de avión de Casablanca. Esta celebración fue declarada patrimonio intangible de la Humanidad en el 2005 y consiste en una especie de feria/ romería/fiesta ancestral de los pueblos nómadas que utilizaban ese lugar como punto de encuentro de las caravanas comerciales. “Era un centro de intercambios culturales, agrícolas, familiares….. Se organizaban bodas, trueques comerciales, concursos de poesías y carreras de camellos entre más de treinta tribus para las que moussem era su referencia”, explicaba Kitín Muñoz a Vanitatis en una de las presentaciones de esta fiesta.

Muñoz, que ha recorrido el mundo en su faceta de explorador y aventurero, recibió el encargo de colocar este lugar en el mapa internacional y así lo hizo. Durante los últimos nueve años, ha reunido en medio del desierto a personalidades internacionales que han dado su apoyo a la celebración. Este año lo hizo, por ejemplo, Alan Nichols, presidente del Club de Exploradores de Nueva York. El caballero es el mayor experto en el mundo de la figura de Gengis Khan, el Jefe mongol que unificó a las tribus nómadas para crear el imperio más extenso de la historia. Nichols, que a sus ochenta años sigue buscando la tumba de este personaje, compartió el campamento y las fiestas aventureras de todo el mundo, impresionado por la capacidad de convocatoria de Kitín Muñoz “Para mí es un orgullo y una responsabilidad. Y creo que cada año tiene más repercusión”, explicaba delante de su mujer que es una seguidora total de cualquiera de las iniciativas de su marido.

La pareja ha compartido esta feria en medio del desierto con su hijo Simeón Hassan, un niño de cinco años acostumbrado a moverse por el mundo aventurero de sus padres y que ya habla cinco idiomas: búlgaro con la cuidadora, inglés en el colegio, español con sus padres, árabe por los dibujos animados de la televisión y francés al ser idioma oficial de Marruecos. “Simeón Hassan es tranquilo y un gran observador. Viaja siempre con nosotros y absorbe lo que ve como una esponja. Esa será su mejor herramienta en la vida”, contaba Kalina que, aunque princesa y duquesa de Sajonia, lleva una vida con poco oropel, como la que pueden llevar en Rabat las mujeres de diplomáticos o de directivos de empresas multinacionales. “Hago poca vida social y lo que más me gusta es montar a caballo, estar con mis amigos y con mi familia. Viajo a Madrid a menudo y también a Bulgaria porque allí están mis raíces”.

Solicitó la nacionalidad búlgara para ella y su hijo y tienen la doble nacionalidad, además de la española. De hecho, Kalina puede participar en competiciones hípicas nacionales e internacionales representando a Bulgaria.

La hija pequeña de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez Acebo ha sido siempre una mujer radical en su vestimenta y en su forma de vida. No le importa llamar la atención con sus peculiaridades, que en ocasiones no hacían demasiada gracia en una familia mucho más conservadora.“Ya se han acostumbrado a mis rarezas y aquí en Marruecos no les parece mal”.

En la presentación oficial de la fiesta, Kalina acompañó a su marido con un estilismo parecido al que utilizan las tribus urbanas que circulan por Madrid. La diferencia es que el collar y la pulsera de pinchos son también uno de los atributos de las princesas de una tribu marroquí, que le hizo llegar los abalorios como prueba de amistad.

Esa tarde, Kitín Muñoz recibió las felicitaciones de las altas jerarquías del gobierno marroquí como el presidente del Senado, el consejero real Fadel Benyaich, los ministros de Interior, Turismo y Cultura y el grupo de españoles formado por José Muñoz, mano derecha de Kitín, los duques de Aveyro, los doctores Manuel Mira y Juan Coullant-Valero, Carmen Vasallo, Antonio Gallego, los empresarios Alberto López, José Luis y Almudena Cano dueños de Clorofila, Carmen Salazar,presidenta de la Corporación Hispanohoteleradel Hotel Velázquez y presidenta de la firma, Marile Zaera, directora de la agencia de comunicación MC, Gema López Fernández, el periodista Javier González Arribas, director de la revista Atalayar, de gran repercusión en el mundo árabe, Alberto Gómez Font, director del Instituto Cervantes, Marta Gómez, Nuria Medina García, de la Casa Árabe de Madrid. Todos se emocionaron ante el final del discurso del explorador y aventurero español.

“Celebremos este décimo aniversario como verdaderos exploradores del desierto, mirando al pasado al presente y al futuro, sin temor, conun té en la khaima, escuchando en la noche estrellada, en algún lugar del Sáhara, el desierto de los desiertos, alguna poesía, pues en el sueño de un poeta saharaui todo es posible. Y para que ese sueño, Insha-Allah, el de todos nosotros, sea que el tesoro que constituye nuestro Patrimonio Mundial, lo puedan seguir descubriendo nuestros hijos, futuras generaciones de pequeños exploradores…Eso significará que hemos hecho bien nuestro deber: Proteger nuestra cultura, proteger nuestra naturaleza... por lo tanto...proteger nuestra existencia”.

FOTOS: Gema López Fernández

Kitín Muñoz y Kalina, la hija del rey de Bulgaria forman un buen equipo y así lo observaron los cerca de cuatrocientos asistentes de todo el mundo que acudieron a la cita anual del Moussem Tan Tan en el desierto del Sáhara, a dos horas de avión de Casablanca. Esta celebración fue declarada patrimonio intangible de la Humanidad en el 2005 y consiste en una especie de feria/ romería/fiesta ancestral de los pueblos nómadas que utilizaban ese lugar como punto de encuentro de las caravanas comerciales. “Era un centro de intercambios culturales, agrícolas, familiares….. Se organizaban bodas, trueques comerciales, concursos de poesías y carreras de camellos entre más de treinta tribus para las que moussem era su referencia”, explicaba Kitín Muñoz a Vanitatis en una de las presentaciones de esta fiesta.

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