El novio del embajador de Estados Unidos busca muebles en el Barrio de las Letras

El decorador Michael S. Smith es uno de los interioristas más reconocidos de Estados Unidos, con prestigiosos premios y clientes influyentes dentro del poder político, empresarial y social. Es la debilidad de Michelle Obama, quien ha confiado en él para la redecoración de las zonas privadas de la Casa Blanca. Hasta aquí podía ser el perfil de un profesional internacional que extiende sus ramificaciones por medio mundo y que en su área de trabajo se le considera como uno de los mejores.

Pero en España, su nombre trascendió por ser la pareja de James Costos, el nuevo embajador de Estados Unidos en nuestro país. A diferencia del colega francés, que sí tiene un compromiso legal como pareja de hecho, en este caso el representante estadounidense y su decorador son, por ahora, sólo novios, aunque no sería extraño que se plantearan contraer matrimonio en España. En su país sólo podrían hacerlo en algunos estados, ya que no todos reconocen el matrimonio la unión gay.

La pareja se ha amoldado muy bien a la vida madrileña. Además de las actividades y viajes propios del cargo, suelen dedicar parte del tiempo a visitar la ciudad y, sobre todo, los anticuarios del Rastro, donde Smith se surte de piezas para sus clientes y para redecorar la embajada de la calle de Serrano.

* La pareja posando para la revista Elle Decor

Como todos los años por estas fechas, la revista Nuevo Estilo, junto con la asociación de comerciantes y el Ayuntamiento de Madrid, organiza en el Barrio de las Letras de la capital un hapenning al aire libre para acercar el interiorismo y la decoración a los ciudadanos.

Esta vez, la exposición callejera tuvo a un visitante de excepción que no era otro que Michael S. Smith. Según la directora de Nuevo Estilo Marta Riopérez “se enteró de que existía esta muestra y me pidió direcciones y nombres de los decoradores que tienen tienda en la zona. Quería ver y comprar piezas y le propuse un paseo que aceptó enseguida. Le encantó la iniciativa y acabamos en la casa de Pascua Ortega, que organizaba un almuerzo para sus amigos”.

Ambos colegas no se conocían, pero cada uno sabía del otro. Intercambiaron opiniones y el novio del embajador norteamericano se quedó impactado con el palacete de su colega español. Una de las zonas que más le llamo la atención fue el patio interior, lleno de plantas y donde se sirvió el almuerzo. Después, Michael repitió paseo y se detuvo en la tienda de Alfonso Icaza (Bakelita), en Tesla y encargó una cristalería en el local de la Real Fábrica de Cristal de la Granja.