El cura que casó a Julio Iglesias cobra en pesetas los chanquetes que conquistaron a Michelle Obama

Luis Lezama considera que “comer es un placer, siempre que no se caiga en la gula”. Es un sacramento para él, ya que todo se reduce a compartir y, si para ello hay que sustituir las pesetas por los euros para saciar los estómagos más selectos con una buena paella de rabo de toro, pues lo hace. Rozando la frontera de los octogenarios, el cura que casó a Julio Iglesias con Miranda en agosto de 2010 en Ojén, se ha reinventado en su local de playa Alabardero Playa de Marbella, con un menú que se paga exclusivamente con las antiguas monedas.

De manejar un emporio que facturaba cantidades millonarias, Lezama también ha notado las consecuencias de la crisis. Ahora ha decidido dar un giro a su negocio estrella de la Costa del Sol cobrando a 1.000 pesetas la ración de los chanquetes que hicieron las delicias de la esposa del presidente estadounidense, Michelle Obama, durante su visita a Marbella en el verano de 2010 junto a su hija Sasha.

Esta oferta se mantiene durante la primera quincena de cada mes y se ha convertido desde principios de este año en todo un referente en el sector gastronómico de la zona. Su maître, Alfonso Ordóñez, así lo narra para Vanitatis: “Está siendo un éxito esta incitativa, durante todo el 2013 es el menú mas solicitado. La gente guarda todavía muchos billetes de los de antes debajo del colchón y a la mínima oportunidad airean las pesetas para darles salida”, confiesa. Además, reconoce que comerse los chanquetes favoritos de la primera dama de los Estados Unidos “por mil de las antiguas pesetas es toda una ganga”.

Íntimo de reyes y plebeyos

Lezama empezó en el mundo de la restauración desde cero –como los grandes- en la Taberna del Alabardero, con un crédito de 600.000 pesetas. Sin rogar nada a nadie edificó su vida y, poco a poco, comenzó a labrarse un nombre entre la jet set marbellí y otros ilustres visitantes. “Nunca he mendigado a políticos ni a banqueros, porque la beneficencia y la caridad no son educativas”, asegura este maestro que se considera amigo del expresidente de Gobierno, Felipe González, de los Reyes de España y de los príncipes de Asturias: “Felipe y Letizia cenaban en mis locales cuando nadie sabía todavía que eran ni siquiera novios”.

Pero éstos no son los únicos nombres conocidos que se destacan en su libro de visitas. En sus santuarios gastronómicos han saciado su apetito el poeta Bergamín –su primer cliente-, hasta Antonio Ordóñez, Rafael Alberti, Antonio Mingote, José Luis Rodríguez Zapatero, Juan José Ibarretxe, Luis García Berlanga o el mismísimo Papa Juan Pablo II. Este último quedó maravillado con su merluza en salsa verde y, después de alabar este plato, no tuvo reparos en firmar con su autógrafo el menú del restaurante.