Así será la Nochevieja de la duquesa de Alba

Desde hace tres años, la duquesa de Alba elige su palacio sevillano de Dueñas para celebrar la Nochevieja. Cuando vivía Jesús Aguirre prefería Monterrey, en Salamanca, y desde el día de Navidad se trasladaba a ese lugar, donde a veces le acompañaban algunos de sus hijos y permanecían todos allí hasta la víspera de Reyes. El tiempo cambia las tradiciones, pero sobre todo se trata de la querencia de la duquesa por Sevilla, y allí organizará la reunión del último día del año con un grupo de amigos incondicionales y fieles como Marta Talegón y su marido o Curro Romero y Carmen Tello, el doctor Trujillo y algunos más que comparten cena y uvas con los duques de Alba. No hay cotillón ni jarana.

Lo que no varía nunca es el menú, que suele ser muy parecido al de Nochebuena: jamón de aperitivo, marisco de primero y pavo como plato fuerte. La cita es a las nueve de la noche. Se intercambian regalos entre los amigos y Alfonso siempre sorprende a Cayetana con algo muy personal. Un año fue un reloj de su madre, otro unos pendientes de una antepasada y este será otra joya de gran valor sentimental, que no económico. Una vez finalizados los postres, cada uno recoge su plato de uvas y copa para brindar. A la duquesa se las sirven peladas y sin pepitas.

La gente joven suele marcharse al Rocío y en el caso de los hijos Alba cada uno organiza su vida de forma independiente. Eugenia, por ejemplo, viajará fuera de España, posiblemente a Nueva York. Y Cayetano con sus hijos a su casa de Kenia. El resto se recluye en alguna de las fincas de la familia.

Una vez que pase el frío, la titular de la casa quiere hacer su viaje anual, aunque parte de la familia no lo considere adecuado. Ella está decidida a viajar a Nueva York y cuenta con el beneplácito de sus médicos. El viaje lo haría en business con dos chicas que la atenderían, además de su marido que, según ha comentado a sus amigos, está muy ilusionado, porque no conoce la ciudad.