El duque de Alba y la aristocracia sevillana, de fiesta en Madrid

Alfonso Díez se ha convertido en el mejor embajador de la duquesa. Desde que la movilidad de Cayetana no es buena, su marido la representa en algunos actos a los que ella prefiere no acudir por no tenerlo que hacerlo en silla de ruedas. En esta ocasión se trataba de la inauguración en Madrid del hotel One Shot Recoletos, propiedad de los hijos que Carmen Tello tuvo con el marqués de la Motilla. El establecimiento abrió sus puertas hace un mes, como adelanto Vanitatis, pero faltaba su presentación en sociedad, en la que Alfonso Diez fue uno de los invitados principales. Al ex funcionario le une una fuerte amistad con Carmen Tello y Curro Romero, que fueron los primeros en saber de su relación amorosa con Cayetana. Le arroparon y organizaron almuerzos y cenas en su casa sevillana mientras que otros le hacían el vacío.

El propio Curro Romero tampoco podía faltar a la cita, a pesar de que no se prodiga en actos ajenos a su mundo taurino. El torero convivió durante varios años con los cuatro hijos de su mujer, a los que quiere mucho. Compartió fiesta con amigos sevillanos, como José Víctor Rodríguez (Victorio&Luchino), Marta Talegón y, sobre todo, con Juan Antonio Ruiz Espartaco, que tampoco quiso faltar a la inauguración. Se retiró de los ruedos y ahora sólo participa en festivales benéficos. Vive en su campo de Espartinas, al que suelen viajar sus hijos muchos fines de semana. “Lo pasan muy bien, les gusta montar a caballo y disfrutamos juntos de actividades al aire libre”, señala el diestro.

Enrique Solís Tello, de 24 años y licenciado en Administración de Empresas, es la cabeza visible de este hotel. Fue también el que ejerció de anfitrión, recibiendo a todo los invitados, entre los que se encontraba la bailaora Mará Rosa, que triunfa con su escuela de baile, Mercedes Peralta, Inés Domecq, Fernando Candela, Ana Marchessi, Manuel Colonques y José Pascual, dueño y directivo de Porcelanosa respectivamente, entre otros muchos amigos.

Y por supuesto, no podía faltar Tamara Falcó, que siempre da titulares. La hija de Preysler estuvo el día anterior en Zaragoza participando en un taller de moda y tuvo tiempo para acercarse a la Basílica de El Pilar: “No había estado nunca y me impresionó”, aseguró. Contó que se había confesado y que el sacerdote “que me tocó me gustó mucho”. Al preguntarla si tenía intención de hacer un ranking de expertos en confesión, contestó que no se le había ocurrido, “pero que podría estar bien. En todas las profesiones hay que estar al día”.

No fue una inauguración al uso, sino que hubo un espectáculo con trapecistas, magos y música en directo, como Juan Peña, al que le hicieron los coros el periodista Carlos Pérez Gimeno y Ernesto Manrique, novio de Ana Rodríguez (ex mujer de José Bono), cantando rancheras. Peña y su novia Sonia González tienen previsto casarse el año que viene. Una noche redonda donde los Solís Tello demostraron ser uno excelentes anfitriones. Solo faltó Carmen, la segunda hermana, que por cuestiones ajenas a su voluntad se quedó en Sevilla. Acaba de obtener su licenciatura en Ingeniería, carrera que abandonó cuando nació su primera hija y que retomó hace unos años.