'Poker de damas' del PP en la boda de la hija de Jesús Posada

Las mujeres del Partido Popular, con Soraya Sáenz de Santamaría a la cabeza, se fueron de boda pero no se animaron a bailar y se fueron pronto a casa. Ana Pastor, Celia Villalobos, Ana Mato, Maria Dolores de Cospedal e Isabel Tocino, formaron parte de los cuatrocientos invitados que acudieron, este sábado en Madrid, al enlace de Rocío Posada, hija del presidente del Congreso, Jesús Posada, con José Rubio, que se celebró en el castillo de Aldovea. Sólo faltaba Ana Botella en esta escalera de color del poder de la derecha. A la alcaldesa de Madrid parece no se la esperaba.

El cromatismo del vestuario de las mujeres del partido del gobierno iba del ciruela de la vicepresidenta, muy acertada según comentario generalizado al morado/violeta de Celia Villalobos, el rojo de Cospedal firmado por Eduardo Ladrón de Guevara y el tostado de Ana Mato, que repitió uno de esos trajes estilo adolescente que tanto le gusta llevar. Quien sorprendió por su elección fue Isabel Tocino, vestida de amarillo con un llamativo collar de bolas doradas que, dado su tamaño, parecían navideñas. Hubo ciertas bromas por parte de algunos de sus colegas de partido al respecto, ya que llegaron comentar el daño que el abalorio podio provocar en sus cervicales. Resultó también llamativo el cambio de zapatos de la vicepresidenta, que en la iglesia fue subida a unos tacones de 17 centímetros y en el convite prefirió bajarse de ellos y llevar unos más cómodos. Sáenz de Santamaría emulaba así a la reina Leticia, que hizo lo propio durante la fiesta de proclamación del rey Felipe en el Palacio Real.

Una fiesta con platos exquisitos

Una vez que el PP al completo se retiró de la celebración, empezó la verdadera fiesta. Mientras llegaban todos los invitados al palacio, en el jardín decorado con velas blancas y peonias, las flores de moda, se sirvió un coctel a base de jamón - "espectacular" según invitados expertos- foie y champán. Una vez que aparecieron los novios amigos y familia, los invitados pasaron a otra zona donde se habían dispuesto mesas de diez y doce comensales. Había velas y flores por todas partes.

Según muchos invitados, impresionaba observar a los más de cincuenta camareros bajar por las escalinatas iluminadas con las bandejas para una cena que consistió en tartar de aguacate y tomate con langostinos. A continuación, se sirvió solomillo a la broche con patatas panadera y verdurita. De postre, los invitados disfrutaron de tarta de castaña con coulis de frambuesa. El vino lo puso Marqués de Vargas, ya que la familia de la novia es propietaria de esas bodegas.

Una vez finalizada la cena, los invitados pasaron a las dependencias del palacio, donde estaba la pista de baile. Allí, un emocionadísimo presidente del Congreso y su hija Rocío abrieron el baile con el vals del Emperador. Después, tuvo lugar intercambio de parejas. Por un lado, los padres de los novios con sus respectivas parejas y por otro, los protagonistas del enlace. Una vez completada la tradición,hubobaile hasta la madrugada. Ninguna de las mujeres del PP se quedó a ese baile…y eso que algunas son muy marchosas.