El don de la ubicuidad de Carmen Lomana

Posar en photocall puede ser considerado un trabajo en toda regla. Por muy fácil que parezca el hecho de dejarse fotografiar ante los profesionales gráficos en las fiestas de moda, son muchas las estrellas de la alfombra roja que han hecho de esto todo un arte, como Elsa Pataky con su característica pose o Carmen Lomana, que tiene, cuanto menos, el don de la ubicuidad, ya que es capaz de acudir a dos fiestas a la misma hora y casi sin despeinarse.

Este jueves en Madrid se celebraba el regreso de Cayetano Rivera que, después de tres meses recorriendo más de 80.000 kilómetros a lo largo de los cinco continentes, se reunía con los suyos en una cena de gala celebrada en la madrileña calle Miguel Ángel 27. Allí estaba Lomana, con un impresionante vestido blanco con pedrería bordada y adornos color dorado a juego con su rubia cabellera. Posó ante los cámaras con una de sus mejores sonrisas, como así hicieron Fran Rivera y Lourdes Montes, Laura Sánchez, Samantha Vallejo-Nágera o Carla Royo Vallanova.