El publirreportaje de Sarkozy y Bruni

El pasado 2 de julio ya ha quedado en el olvido para Nicolas Sarkozy. Aquel día, el expresidente francés fue detenido provisionalmente durante 15 horas e imputado por corrupción activa, tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción. Desde entonces, Sarko se ha dedicado, casi en exclusiva, a determinarcómo, cuándo y dónde exponerse públicamente.

Esta semana, la revista Paris Match le dedica a él, a Carla Bruni y a su hija Giulia, que el próximo mes de octubre cumple 3 años, la portada de su publicación y un extenso reportaje fotográfico sobre sus días de descanso en su residencia de Cabo Negro, en la Riviera Francesa.

Sin casco, en una Vespa y con la cantante ‘de paquete’, el político galo ha sido quien ha permitido a la publicación que le fotografíe durante sus días de descanso en familia tal y como apuntan varios medios franceses, a lo que Paris Match contesta que todas las instantáneas son un robado. El reportaje se asemeja a una fotonovela, el último de una larga serie, orquestada por el expresidente y “que muestra la intimidad del exjefe de Estado, feliz y relajado, mientras se prepara para volver a la política”, asegura FranceTV, el primer grupo audiovisual del país.

Si bien son varios los fotógrafos que siguen los pasos de la pareja, sólo Paris Match ha sido capaz de hacerse con más de una decena de imágenes, que desde su salida a los kioscos ya han sido criticadas, especialmente por sus adversarios políticos. Desde la posible multa de 90 euros por no llevar casco hasta “la ridícula camisa blanca” que lleva en la imagen que aparece en un recuadro de la portada mientras él y Carla Bruni se meten en el agua con su hija.

Esta no es la primera ocasión en la que el idilio entre Sarkozy y Paris Match se hace patente. Aunque varias han sido las ocasiones en las que la publicación se ha mostrado proclive a divulgar información ‘facilitada’ por el propio expresidente, este mismo mes y coincidiendo con el mal momento político que vive, Sarko concedió una entrevista exclusiva en la que no habló de sus planes de futuro a nivel personal y profesional, sino de literatura. A pesar de que en la misma no mandó ningún mensaje indirecto sí lo hizo a través de una de las fotografías que salpicaban el texto. En ella el expresidente aparece hablando con el periodista en el despacho de su oficina en París con varias fotografías en segundo término, entre ellas una con Carla Bruni mirándose a los ojos mientras ella le coloca el cuello de la camisa.