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El primer verano de Adriá Vilanova sin su padre Tito
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TITO VILANOVA FALLECIÓ EL PASADO 25 DE ABRIL

El primer verano de Adriá Vilanova sin su padre Tito

El pasado 25 de abril perdió a su padre, pero este joven de 17 años se ha enfrentado a la pérdida como un adulto. Sus vacaciones, su principal bálsamo

Desde que el pasado 25 de abril, su padre, Tito Vilanova, falleciera a los 45 años víctima del cáncer, su hijo Adriá, de 17, ha intentado superar junto a su familia la triste desaparición de su progenitor.Central del Juvenil B del FC Barcelona, el partido más importante de su vida no lo disputó en el terreno de juego, sino en el personal. Ahora, tres meses después de la pérdida, intenta no perder la sonrisa.

Este verano se ha convertido en un bálsamo para Adriá, que ha aprovechado el parón ‘liguero’ para descansar y buscar apoyo en sus amigos y en su pareja. Su primera parada ha sido L’Escala (Gerona), donde su familia posee una casa y sus abuelos paternos, Joaquim -exalcalde de la localidad- y María Rosa regentan una bodega. Durante varios días, ha regresado a la cala Sant Martí d’Empúries, el rincón preferido de su padre durante los meses de junio y septiembre cuando los turistas no invadían la zona.

Pero el gran viaje llegaría a finales de junio y principios del mes de julio.Tanzaniafue el destino escogido por Adriá.Allí recorrió en un 4x4 y junto a un guía local elParque Nacional Serengueti, principal atracción del país, y elNgorongoro Crater Center, un centro de conservación y Patrimonio de la Humanidad situado en las tierras volcánicas de Tanzania.

Además de observar los cinco grandes animales del parque, llamados así por los cazadores, como el elefante, el leopardo, el león, el búfalo cafre y el rinoceronte, Adriá Vilanova convivió durante varias horas con el pueblo Masái, que fueron trasladados hace varias décadas del Serengueti a Ngorongoro. Estafue una de las últimas paradas del viaje del hijo del que fuera entrenador del FC Barcelona.

Desde que el pasado 25 de abril, su padre, Tito Vilanova, falleciera a los 45 años víctima del cáncer, su hijo Adriá, de 17, ha intentado superar junto a su familia la triste desaparición de su progenitor.Central del Juvenil B del FC Barcelona, el partido más importante de su vida no lo disputó en el terreno de juego, sino en el personal. Ahora, tres meses después de la pérdida, intenta no perder la sonrisa.

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