Los Thyssen seguirán viviendo en España, una vez solucionados sus problemas fiscales

Carmen Cervera no cambiará España por Suiza. Si a principio de julio, en la gala Starlite, contaba a los periodistas que tenía intención de instalarse en Lugano, en el palacete de Villa Favorita, con sus hijas, ya no es así. En aquel momento, como relató a Vanitatis, parte de la decisión tenía que ver con la educación de las mellizas, que ya tienen siete años. La baronesa prefería que estudiaran fuera, como ha contado en varias ocasiones. En el mes de julio los desencuentros con Hacienda aún no eran oficiales, aunque ya había recibido la visita de los funcionarios del ministro Montoro, según publicó El Mundo, que le entregaron una notificación mientras su barco permanecía atracado en el puerto de Ibiza.

En aquel momento su enfado fue grande y no entendía esa manera de actuar de los técnicos de Hacienda, sobre todo cuando ha demostrado con la documentación precisa que no hay desajustes económicos por su parte. A lo más, una disconformidad entre los datos que obran en poder de la oficina recaudatoria y los suyos. “Carmen Cervera tiene todo en regla y así se le ha hecho saber a los responsables que tuvieron una actuación absolutamente fuera de lugar”, confirman fuentes de toda solvencia a Vanitatis. Unas de las cuestiones que había que resolver eran unas cantidades relacionadas tanto con la colección privada de Carmen como la que se vendió al Estado español. En el primer caso las plusvalías se anotaron y se pagaron y en el segundo Cervera aportó los acuerdos que en su día firmó el barón y que exoneraban de determinados pagos que ahora exigía Hacienda.

Una vez solucionado estas cuestiones y superado el enfado por parte de la mecenas, su biorritmo volvió a ser el de siempre y de ahí que Villa Favorita siga siendo un puerto de atraque estacional y no definitivo. Sant Feliu y, sobre todo, Madrid, donde también vive su hijo Borja, con el que ha vuelto a recuperar la relación afectiva, serán sus domicilios habituales. La baronesa viaja mucho, pero parece que ahora quiere recuperar el tiempo perdido y pasar más tiempo con los nietos.

Tías y sobrinos, juntos al colegio

Aunque las mellizas aún no están incorporadas en su totalidad a la nueva vida familiar es muy posible que incluso lleguen a compartir colegio con sus sobrinos, los Thyssen Cuesta. Las niñas, Sabina y Carmen, de siete años, no están escolarizadas y hasta ahora estudiaban en casa con profesores particulares, como ha relatado la madre en múltiples ocasiones. Este sistema necesita de un permiso del Ministerio de Educación, y expertos en pedagogía no lo recomiendan porque los menores no se socializan.

También se ha rumoreado que Borja y Blanca podrían trasladarse a Suiza por posible problemas con Hacienda, pero ese cambio de hogar lo han desmentido desde el propio entorno del matrimonio. “Están apurando los últimos días de vacaciones y la semana que viene ya vuelven a Madrid a la rutina de siempre con el inicio de curso para los dos mayores y Blanca preparando sus futuras exposiciones”.

Igual que le ha sucedido a su madre, Borja Thyssen ha mantenido disconformidad con la agencia tributaria al considerar que algunas de sus declaraciones no coincidían con los informes que obraban en poder del organismo público. De ahí la indagación de su patrimonio, para lo que se requirió documentación que acreditara dónde residía y dónde tenía su domicilio fiscal, al ser ciudadano suizo.Según confirmaron a Vanitatis desde el despacho de abogados que defiende sus intereses, “Borja Thyssen tiene nacionalidad suiza yreside fiscalmente en España desde el 2008 y, por tanto, desde ese año paga sus impuestos en nuestro país”.