Blanca Suárez se va a hacer las Américas para convertirse en la nueva Penélope Cruz

Con nueva imagen y 26 años recién cumplidos ­–este martes soplaba las velas–, la mente de Blanca Suárez ya está puesta en su nuevo reto neoyorquino. Su salto a las Américas es inminente. En sólo unas horas la actriz volará rumbo a Nueva York para comenzar el rodaje de su próximo proyecto: My bakery in New York. Una película que protagonizará con Aitor Luna y que ya ha comenzado a grabarse en la ciudad de los rascacielos.

Es consciente de que la juventud con la que está alcanzando todos sus retos es buena señal para obtener un futuro prometedor. Antes de cumplir los treinta ya se ha convertido en chica Almodóvar y salta el charco en busca de esos proyectos que un día también persiguieron Antonio Banderas, Javier Bardem o Penélope Cruz. Hay quien dice de Blanca que es la sucesora de la de Alcobendas y eso a ella no le intimida: “Pues si tiene que ocurrir así, sería maravilloso”. Y es que las similitudes entre ambas actrices en lo que a la interpretación se refiere son obvias, sobre todo, desde que Blanca pasó a ser el ojito derecho del director manchego.

Actriz y cineasta han fraguado una estrecha relación de la que Blanca habla con tono sincero: “Con Pedro tengo una relación maravillosa y nos vemos de vez en cuando. Él es muy auténtico. Es una persona ilusionada y apasionada por lo que hace y con la que podrías estar horas en silencio y él te contaría todas sus historias”.

“No me he desenamorado nunca”

Antes de desembarcar al otro lado del Atlántico, Blanca ha ejercido de embajadora de la firma Ghd en España. Durante el acto de presentación que tuvo lugar este jueves en Madrid, la actriz ha hablado de cómo se encuentra su corazón. El pasado mes de septiembre terminó su relación con Dani Martín, con quien comenzó tras romper con Miguel Ángel Silvestre. “Estoy muy bien, tranquila y trabajando como si no hubiera un mañana”, dice la madrileña sobre su estado anímico. Además, reconoce que está abierta a todo y que para enamorarla sólo es necesario que el chico en cuestión le haga reír. Más complicado es, por el contrario, desenamorarla. “No sé qué me desenamora. No me he desenamorado nunca. Supongo que sacándome de quicio, pero es que yo creo que alguien a quien quiero no va a sacarme de quicio”.

Aunque se desconoce si fue ese el motivo de su ruptura con Dani Martín, lo cierto es que la joven parece haber cicatrizado ya aquel golpe: “Cuando hay baches en la vida pues te refugias en la gente que te quiere para que te den mimos y te cuiden”.

Una gente que precisamente estos días ha estado muy presente para acompañarla a la hora de celebrar sus 26 años. “Este año mi cumpleaños ha sido diferente. Ni mejor, ni peor. Diferente. Sentí que estaba más sensible, incluso de lágrima fácil. ¡Para bien y para mal!”, decía la joven en su blog sobre el día que soplaba las velas. Un día especial en el que sólo estuvo rodeada de su familia y de sus amigos, esos a los que ella misma define como “compañeros de vida y hermanos salvavidas sin condiciones”.