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Cantora vive un segundo funeral
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EN LA FINCA SE VIVE UN AMBIENTE DESOLADOR

Cantora vive un segundo funeral

Desde la muerte de Paquirri no se recuerda un ambiente tan triste entre sus muros. Aquí recibió la peor noticia desde que se convirtiera en la gran viuda de España

Foto: La tonadillera Isabel Pantoja en una imagen de archivo en un concierto en Bilbao (Gtres)
La tonadillera Isabel Pantoja en una imagen de archivo en un concierto en Bilbao (Gtres)

Desde la muerte de Paquirri no se recuerda un ambiente tan triste en los muros de Cantora. En esta propiedad de más de 1.000 metros cuadrados, que sigue en venta desde 2006, Isabel recibió este lunes la peor noticia desde que se convirtiera en viuda de España. Aunque sabíaque podía llegar a ocurrir, nunca creyó que la Audiencia le abriera las puertas de la prisión. El mundo se le vino encima y, una vez más, ha visto cómo su vida se desmorona.

Arropada por sus hermanos, su madre Ana, la niñera Dulce y algunos de sus amigos más íntimos, como Celeste y Jessica Blanco, Isabel se encuentra recluida en su vivienda de Medina Sidonia, asumiendo una realidad de la que ha empezado a ser consciente después de estar convencida durante los dos últimos años de que nunca llegaría a pisar la cárcel, como ella misma llegó a confesar.

“No come, no duerme y la angustia que tiene es cómo va a sobrevivir su familia sin su presencia”, relatan a Vanitatis personas de su entorno más cercano. Dicen que el ambiente en Cantora es de desolación. Que es difícil encontrar un tema de conversación y que, por supuesto, no se habla del futuro carcelario de Isabel, quien por ahora “no ha reaccionado”, que es lo que esperan sus íntimos que haga pronto. “Lo que necesita Isabel es resetear su cabeza, como ha hecho otras veces. Una vez que lo haga y asuma lo que está ocurriendo volverá a tener fuerzas”, aseguran a este medio.

Cantora vuelve a ser ese lugar de ambiente triste y tenso que una vezfue. Las circunstancias son muy distintas, pero la sensación es la misma. Solo acceden a la finca el círculo más íntimo de la tonadillera, salvo sus hijos. Por el momento,ni Kiko ni Isabel se han dejado ver por Cantora. Ni estuvieron con ella en el momento en el que recibió la llamada, ni acudieron tras saberse que la Audiencia Provincial había denegado la suspensión de la pena y, por tanto, debía ingresar en prisión. Tampoco se acercaron a Cantora el fin de semana, cuando la angustia ya se vivía en la finca a la espera de la inminente decisión de la Fiscalía Anticorrupción.

De hecho, Chabelita acudía este fin de semana a divertirse a una fiesta de disfraces con motivo de Halloween en Rota (Cádiz). Las críticas que recibió cuando subió una foto a las redes sociales disfrazada de catwoman muestran que son muchos los que pensaban que no era el lugar en el que debía estar.

Kiko, más de lo mismo. El Dj prefirió no anular su compromiso en una discoteca de Campohermoso (Almería), como tampoco lo ha hecho para el próximo. Desde el pasado sábado el silencio se había impuesto en sus redes sociales. Hasta este martes al mediodía, cuando Kiko anunciaba su próximo bolo:este sábado 8 de noviembre en Bornos, Cádiz, a tan solo 50 kilómetros de Cantora.

Para Isabel Pantoja esta finca ha sido su centro de operaciones y su refugio. Allí vivió sus mejores años con Paquirri, los cumpleaños felices de ambos, el bautizo de Kiko, los paseos a caballo. La finca era una fiesta continua hasta que se quedó viuda. Entonces su vida cambióy se atrincheróen la intimidad de su piso sevillano, del que solo salía para ir a ese campo donde “fui inmensamente feliz”, diría años después, cuando ya la muerte del torero quedaba muy lejos y el recuerdo, procesado el dolor, se convertía en nostalgia.

Ahora, Cantora vuelve a ser para Isabel Pantoja su reducto de tristeza.

Desde la muerte de Paquirri no se recuerda un ambiente tan triste en los muros de Cantora. En esta propiedad de más de 1.000 metros cuadrados, que sigue en venta desde 2006, Isabel recibió este lunes la peor noticia desde que se convirtiera en viuda de España. Aunque sabíaque podía llegar a ocurrir, nunca creyó que la Audiencia le abriera las puertas de la prisión. El mundo se le vino encima y, una vez más, ha visto cómo su vida se desmorona.

Isabel Pantoja Kiko Rivera
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