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Pepe Moreno, Hermano Mayor del Cristo de los Gitanos: “La duquesa era muy generosa”
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Pepe Moreno, Hermano Mayor del Cristo de los Gitanos: “La duquesa era muy generosa”

Moreno tuvo mucho relación con ella y recuerda que la primera imagen pública con su entonces novio, Alfonso Díez, fue precisamente en este templo

Foto: Doña Cayetana, durante el homenaje que le brindó la Hermandad en 2007 (Gtres)
Doña Cayetana, durante el homenaje que le brindó la Hermandad en 2007 (Gtres)

Pepe Moreno, Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de los Gitanos, iglesia en la que se han depositado parte de las cenizas de la duquesa de Alba, tuvo mucho relación con ella y recuerda que la primera imagen pública con su entonces novio, Alfonso Díez, fue precisamente en este templo. Oficialmente, la razón de la visita era observar cómo iban las obras de acondicionamiento pero como Cayetana no daba puntada sin hilo, aquella fue la manera de oficializar su relación. “Apareció con Alfonso y se armó un revuelo muy grande. No puso impedimentos para que la prensa sacase fotos. Era una mujer muy lista, muy hábil y, sobre todo, muy generosa con todos. Yo la he visto pararse con personas que estaban pidiendo y decirles que pasaran por Dueñas. También se interesaba por los problemas que tuviera algún hermano”, afirma Moreno. En varias ocasiones, la duquesa se encargó de buscar trabajo a padres y madres de familia de la hermandad que se habían quedado sin trabajo al cerrar sus empresas o vivir expedientes de regulación de empleo.

Moreno recuerda la primera vez que la vio: “Yo tendría seis o siete años. Estaba con mi padre, que era hermano, y la duquesa apareció con su primer marido, Luis Martínez de Irujo. Me llamó la atención lo cariñosa que era, sobre todo con mis padres. Nosotros somos gitanos, de la familia de Gitanillo de Triana y mama Pastora (refiriéndose a Pastora Imperio, casada con el torero Rafael Gómez El Gallo) la enseñó a bailar. Decían que la duquesa movía las manos como nadie y eso lo aprendió con ella”.

El Hermano Mayor explica que “la relación con nosotros empezó hace 70 años. Cuando nadie quería a los gitanos ella nos abrió las puertas de su casa. No es como ahora. Entonces no había dinero, ni naves, ni lugares para guardar los enseres de la Hermandad, y ella nos cedió el palacio hasta que pudimos tener el nuestro. Este templo era una total ruina y ella fue la primera que ayudó económicamente para rehabilitarlo. Además, nos dio nuestro sitio. Los gitanos estamos muy agradecidos”.

Otro recuerdo que guarda Pepe Moreno de aquellos años infantiles es la imagen de la duquesa subida a la escalera para ayudar a vestir a la Virgen: “la sigo viendo ahora, joven, guapa, descalza en la escalera y pasando la ropa. Fue una mujer que nos trataba a todos por igual. Cuando venía a las reuniones comía con nosotros lo que hubiera. Nunca la vi hacer de menos a nadie y eso sirvió para que otros también nos tuvieran en cuenta. Los gitanos le estamos muy agradecidos”. Moreno no puede evitar emocionarse cuando habla de la duquesa: “Se ha cumplido su voluntad, que era estar en su iglesia con su Cristo. Cuando hablábamos me decía ‘Pepe, a mí que me dejen aquí”. Nosotros lo que hicimos desde el primer momento fue ponernos a disposición de la familia para facilitar sus decisiones. Para cualquier persona, la pérdida de un ser querido es un gran dolor y en este caso, aunque doña Cayetana no era familia, nosotros la sentíamos como tal. Ha sido muy triste y vamos a notar su falta, aunque seguiremos teniendo el apoyo de sus hijos, que también forman parte de la hermandad”.

Pepe Moreno, Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de los Gitanos, iglesia en la que se han depositado parte de las cenizas de la duquesa de Alba, tuvo mucho relación con ella y recuerda que la primera imagen pública con su entonces novio, Alfonso Díez, fue precisamente en este templo. Oficialmente, la razón de la visita era observar cómo iban las obras de acondicionamiento pero como Cayetana no daba puntada sin hilo, aquella fue la manera de oficializar su relación. “Apareció con Alfonso y se armó un revuelo muy grande. No puso impedimentos para que la prensa sacase fotos. Era una mujer muy lista, muy hábil y, sobre todo, muy generosa con todos. Yo la he visto pararse con personas que estaban pidiendo y decirles que pasaran por Dueñas. También se interesaba por los problemas que tuviera algún hermano”, afirma Moreno. En varias ocasiones, la duquesa se encargó de buscar trabajo a padres y madres de familia de la hermandad que se habían quedado sin trabajo al cerrar sus empresas o vivir expedientes de regulación de empleo.

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