Inditex ya prepara un divorcio silencioso para Marta Ortega y Sergio Álvarez

Marta Ortega está llamada a heredar el sillón de mando del imperio Inditex, una compañía con una gran dimensión internacional y un excelente posicionamiento de marca como para dejar al azar cualquier tipo de acción que pueda afectar a su imagen. En el mundo de las finanzas cualquier aspecto sensible puede suponer un problema para la empresa. Por eso todo se calcula. También los divorcios. La separación de la hija de Amancio Ortega ha requerido de una estrategia global con la que reducir el impacto negativo sobre la marca.

Lo primero que había que hacer era gestionar la información pública y, sobre todo, minimizar el golpe que supuso el bombazo de Vanitatis cuando publicó que Sergio Álvarez, el marido de Marta Ortega, había abandonado el domicilio conyugal producto de una grave crisis matrimonial. Como aseguraron a este medio las fuentes que informaron de lo sucedido, “lo negarán y aparecerán juntos para apaciguar la tormenta”. Así fue. Tanto desde la compañía como el propio Sergio Álvarez negaban la información. Incluso en aquella conversación telefónica, el jinete ya garantizaba que se les vería juntos unos días después en un concurso hípico de Portugal. La primera parte de la estrategia de comunicación, la negación, ya estaba en marcha. Ahora quedaba la segunda, la de dejarse ver para aparentar normalidad y confusión.

Desde que saltó la noticia, la pareja empezó a mostrarse en público más que nunca y siempre exhibiendo gestos de cariño. Aun así se les veía algo fríos y distantes. Primero Portugal, luego Barcelona, Maastricht, Madrid… En cierto modo dio sus resultados. Fueron muchos los medios que empezaron a ofrecer la idílica imagen de la pareja y a denominar como “rumores sin fundamento” la información contrastada que publicó este medio.

Es cierto que la pareja ha intentado solucionar sus problemas. “Ella quiere intentarlo”, indicaban a Vanitatis fuentes cercanas a la pareja en aquel momento. No obstante, también avisaron de que era “cuestión de tiempo. Esto ya no tiene ningún futuro e incluso las familias de ambos creen que lo mejor es la separación”. Ahora, tres meses después, estas mismas fuentes aseguran que la presión familiar ha podido con la pareja. “Amancio Ortega no compartía la idea de su hija de continuar con la relación. Sus razones tendría. Sergio sabía lo que opinaba su suegro”.

Pero quienes diseñaron este plan, también sabían que esto era cuestión de tiempo. Por ello, qué mejor que hacerlo oficial el 31 de diciembre, el día de menor consumo de prensa en todo el año. En mitad de las fiestas navideñas, mientras la gente está preparando la tan esperada Nochevieja.

Objetivo: divorcio silencioso

De paso, durante estos tres meses han preparado lo que será un divorcio pactado, “de mutuo acuerdo”, como se han encargado de comunicar desde la propia compañía. No quieren ningún tipo de escándalo que pueda erosionar la imagen de marca de Inditex. Diversas fuentes del entorno familiar de la pareja aseguran a este medio que “lo último que quieren es que este divorcio termine en un juzgado”. A la familia y a la propia compañía no les conviene que esta separación se alargue y se convierta en “carne de portada”. “Les interesa tener contento a Sergio Álvarez. Lo peor que les podría ocurrir es que al jinete le dé por hablar con la prensa”, indican a este medio. Por eso, se buscará llegar a un ‘acuerdo mutuo’ –que no amistoso– con el que esta separación sea silenciosa. Además, hay que tener en cuenta que ambas partes mirarán por el bien del hijo que tienen en común, el pequeño Amancio, de año y medio.

El aspecto económico no va a suponer un problema. Primero porque Marta es heredera de Amancio Ortega, pero todavía no ha heredado nada. Y segundo, porque el matrimonio está casado en régimen de separación de bienes. Otra cosa será a los acuerdos que lleguen. En este sentido, incluso Carlo 273, el caballo con el que compite Sergio Álvarez y que fue un regalo de bodas de Amancio Ortega, de 12 millones de euros, está a nombre de Marta. No obstante, el equino podría formar parte de las negociaciones, de ese pacto de silencio con el que asegurar el bienestar familiar y de la marca Inditex.