Fernando Alonso impone la ley del silencio a Lara Álvarez

La relación sentimental entre Fernando Alonso y la periodista Lara Álvarez es un hecho. Ya lo adelantamos en Vanitatis hace semanas, cuando se les vio juntos en la fiesta posterior a la cena navideña de Ferrari, escudería que el asturiano acaba de abandonar. Entonces, una fuente de la escudería confirmó a este medio que la chica había acudido a Roma invitada por el piloto. Era el comienzo de un idilio que se empieza a afianzar. De hecho, ambos han celebrado juntos el Fin de Año en Nueva York. Sin embargo, el piloto ha impuesto una especie de pacto tácito de silencio a su pareja. Un contrato virtual para proteger de las miradas indiscretas su vida en común. Ni datos ni confirmaciones ni nada que se le parezca. Y menos entrevistas. Estas son las reglas de Fernando, tal y como aseguran fuentes de su entorno a Vanitatis.

Alonso obró de manera similar con su anterior novia, la rusa Dasha Kapustina, y esta no cumplió del todo las directrices. Ese fue uno de los motivos del deterioro de aquella historia amorosa, porque no hay algo que más valore el asturiano que la discreción. Eso le ha dejado muy claro a Lara desde el primer momento, que no quiere airear este romance que ahora comienza y que se confirmó gracias a las fotos que los paparazzi realizaron a la pareja en Nueva York hace apenas unos días.

Una fuente próxima al deportista apunta que Álvarez ya conoce la casa que Alonso posee en Dubái, donde tiene fijada su residencia. A Lara se le conocen anteriores relaciones con el futbolista Sergio Ramos, el actor Adrián Lastra o el arquitecto Xabi Ortega. Se rumorea que también habría vivido romances con el humorista Ángel Martín y el actor Dani Martínez.

Otra circunstancia que acerca más a la nueva pareja mediática es que los dos son asturianos. Lara nació en Gijón hace 28 años, mientras que Fernando vino al mundo en Oviedo en 1981. Y ambos suelen visitar siempre que pueden a sus familiares en el principado.