Marta Ortega y su ex llegan a un acuerdo: un caballo millonario a cambio del silencio

Marta Ortega y Sergio Álvarez, que ya hacen vida por separado, han llegado a un acuerdo de divorcio que se pondrá en práctica de forma inmediata. Han sido varias semanas de reflexión. Sobre todo para Marta y su padre, Amancio Ortega, quien ha supervisado muy de cerca el proceso de separación de su hija y la ha aconsejado en todo momento sobre qué decisiones tomar de cara al acuerdo. Según ha podido confirmar Vanitatis de fuentes del entorno cercano a la ya expareja, Marta va a ceder a su exmarido los caballos que le prestó mientras estaban casados: Charmeur, los potros Durania K y Do It, y el famoso Carlo 273, el equino de cuatro millones de euros –se llegó a publicar que pudo costar hasta 12 millones de euros– con el que Sergio ha logrado convertirse en el mejor jinete español en la categoría de salto.

Pero la concesión de estos equinos, sobre todo del animal que le permite ocupar el podio en las competiciones, tendría varias contraprestaciones a seguir por parte del avilesino. En primer lugar, Sergio deberá renunciar a cualquier pensión compensatoria a la que pudiese optar tras el divorcio, y lo que es más importante para Amancio Ortega y su familia, deberá permanecer en silencio ante cualquier pregunta importuna de los periodistas. La discreción en el clan de los Ortega es la máxima a seguir y no están dispuestos a que esta pueda verse amenazada por la versión del joven. De hecho, Vanitatis se ha puesto en contacto con el jinete quien, a pesar de atender la llamada con total cordialidad, no ha querido hacer declaraciones sobre el acuerdo que acaba de cerrar con su exesposa.

El futuro de Sergio Álvarez

Después de llegar a un pacto con Marta, Sergio no atraviesa su mejor momento anímico. “Está muy tocado”, dicen desde su entorno, y por eso se propone actualmente centrarse en su carrera como jinete. Según ha confirmado Vanitatis, tiene previsto participar el próximo mes de febrero en el Circuito del Sol de la Dehesa de Montenmedio de Vejer de la Frontera (Cádiz). Antes dedicará sus esfuerzos a entrenar y a preparar su nueva residencia en Madrid, ya que el jinete prevé instalarse en una finca de la capital a la que trasladará todos sus caballos. Los de Marta y el suyo propio, Red Star D’Argent, el equino que compró por 800.000 euros y en el que tantas esperanzas tiene depositadas por el excelente rendimiento del animal.

Fuentes del sector aseguran que este equino puede augurarle buenos resultados en el futuro. Casi tan buenos como los cosechados con Carlo 273, un corcel que pese a su magnífica trayectoria empieza a ser algo “irregular”, aseguran. Si sus expectativas, las de mejorar los resultados con Red Star, se cumplen, este podría llegar a convertirse en su nuevo caballo ganador. Algo que posicionaría en una situación más ventajosa al asturiano, que no dependería tanto de su exmujer, ya que, a pesar de la cesión de Carlo 273, este permanecerá a nombre de ella, su actual propietaria, por lo que será siempre un arma que servirá para controlar al jinete.

Vida por separado

A pesar de que la estrategia pasaba por aminorar el impacto mediático de la noticia –por eso se difundió el día que menos información se consume de todo el año, el 31 de diciembre­­–, finalmente la separación de Marta Ortega y Sergio Álvarez Moya ha dado mucho que hablar. En los últimos dos meses, los que han trascurrido desde que Vanitatis diera la exclusiva de su distanciamiento, la pareja ha intentado trasladar a la opinión pública la imagen de una familia feliz, pero desde hace apenas una semana ya se puede hablar con propiedad de ruptura. Con la misma rotundidad con la que los protagonistas describen la situación a su entorno.

Según ha podido saber Vanitatis por fuentes muy próximas a la otrora pareja, ambos ya han comenzado esta Navidad a hacer planes en solitario. “Marta está feliz y encantada de la vida”, dicen quienes han podido estar con ella estos últimos días. La hija de Amancio Ortega ha permanecido en la recta final del año al lado de los suyos en A Coruña e incluso ha aprovechado algunos ratos libres para meterse en el papel del nuevo estado civil que ostenta y ha salido con algunas amigas. Además, participó en la San Silvestre el 31 de diciembre, como suele ser habitual. Por su parte, Sergio Álvarez ha pasado el Fin de Año en Baqueira Beret, esquiando junto a algunos amigos.