Multitudinario funeral en Madrid del hermano de Paloma Cuevas

A las ocho de la tarde de este martes se celebraba en la iglesia de San Fermín de los Navarros (Madrid) la misa funeral por Victoriano Cuevas Díaz, hijo de Victoriano Valencia y hermano de Paloma Cuevas. Familiares, amigos y conocidos han querido arropar a la familia de Nano, que falleció el pasado 22 de diciembre a los 41 años de edad tras sufrir un infarto de miocardio cuando permanecía ingresado en el Hospital San Rafael por un cuadro de neumonía.

Victoriano Valencia no pudo contener las lágrimas durante el último adiós a su hijo, especialmente cuando sus amigos de toda la vida se acercaban a él para consolarle con un abrazo. “No puede ser. Aún no me lo creo. Tan joven, con una vida por delante llena de proyectos”, decía el torero mientras comenzaban a llegar familiares y amigos de la familia a la iglesia madrileña. Su yerno, Enrique Ponce, tiene la firme intención de llevarle a América, donde en breve comenzará una nueva temporada en las plazas más destacadas al otro lado del charco. “Me marcho a final de semana y le estoy convenciendo para que me acompañe. Es lo mejor para él. Paloma se quedará cuidando de su madre”, reconocía el diestro a Vanitatis.

El hijo mayor de Victoriano Cuevas Díaz estuvo en todo momento haciendo un ejercicio de entereza, apoyando a sus abuelos durante este duro trance. Además, tras finalizar la liturgia religiosa, quiso agradecer a los asistentes por “el cariño recibido desde que murió mi padre”. Entre ellos destacaba la presencia de Genoveva Casanova, que acudió del brazo de su nueva pareja, José María Michavila; Begoña García Vaquero y Pedro Trapote; Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas; Nuria González y su hermana Yolanda; Lydia Bosch, que llegó acompañada de Ramón García y su esposa, Patricia Cerezo; María Teresa Campos y su hija Terelu; Paloma Segrelles, Carmen Lomana, Fiona Ferrer y Carolina Adriana Herrera, entre muchos otros. (Vea todos los asistentes).

Un varapalo difícil de superar

La del hermano de Paloma Cuevas fue una muerte inesperada que ha dejado a la familia sumida en la tristeza: “Estamos rotos, destrozados y con un dolor que no pasará nunca”, decía Paloma en conversación con Vanitatis dos días después de la trágica pérdida. No podía contener las lágrimas y mantenía que “mi hermano era muy especial para mí. Estábamos muy unidos y siento su falta a todas horas”. Paloma se ha convertido en el mejor apoyo para sus padres al ser la hija mayor y ella, a su vez, se siente muy arropada por su marido, Enrique Ponce, y por el cariño de sus niñas, Palomita y Bianca, como así confirmó a este medio.