Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo, amor dentro y fuera de los escenarios

Su amor nació bajo la luz de los focos. Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo comenzaron un discreto romance a finales de 2012, cuatro meses más tarde de conocerse la ruptura matrimonial de la actriz con el director Jorge de Juan Pérez. Sus primeros pasos como pareja eran medidos al milímetro y trataban de no dejarse fotografiar por la prensa para evitar que la atención mediática se centrase en ellos. No era una tarea fácil, ya que también eran pareja dentro de los escenarios, lo que les obligaba a mostrar su complicidad de cara al público, aunque solo fuese inmersos en sus respectivos papeles.

Y así ha vuelto a ser. Los actores se han puesto delante de las cámaras para presentar una nueva temporada de su obra teatral El diario de Adán y Eva, con la que hacen un recorrido porla historia del amor a través de los tiempos. El pase gráfico ha tenido lugar este martes en Madrid y fruto desu cita con las cámaras es una colección de fotografías muy románticas en las que se evidencia su buena sintonía.

La misma que les unió mientras trabajaban juntos en la obra de teatro Wilt. Desde ese momento comenzaron una relación que, dos años más tarde, les llevó a unirse en matrimonio. La suya fue una boda 'clandestina', ya que se dieron el ‘sí, quiero’ en la paradisíaca isla de Anna María, en el estado de Florida (EEUU), alejados de los suyos y con la única intención de no hacer demasiado ruido. Una actitud que han mantenido desde que se conociese queentre ellos la química traspasó la ficción para convertirse en realidad.