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La infanta Elena, tarde lúdica entre cuadros mientras su hermana se reunía con el Rey
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COINCIDIÓ CON EL DUQUE DE HUÉSCAR

La infanta Elena, tarde lúdica entre cuadros mientras su hermana se reunía con el Rey

Doña Elena acudió a una exposición de Cristina Duclos. Unas horas antes recibía a su hermana, que en ese mismo momento estaba reunida con su padre Don Juan Carlos en el Club Náutico de Barcelona

Foto: La infanta Elena en una imagen de archivo de 2010 (Gtres)
La infanta Elena en una imagen de archivo de 2010 (Gtres)

Doña Elena se ha mantenido en un discretísimo segundo plano y salvo sus apariciones en los concursos hípicos poco se ha sabido de ella. Ayer, sin embargo, quiso acudir a la exposición de la pintora y escultora Cristina Duclos, en la galería Ansorena. La infanta ha sido estos días la mejor compañía de su hermana Cristina, que ha pasado unos días en España para festejar el cumpleaños de su prima Cristina de Borbón Dos Sicilias y componer su situación económica, como informó Vanitatis. La duquesa de Lugo pasó una tarde noche entretenida y los observadores presentes la encontraron relajada, tranquila y con un aspecto más juvenil. Charló con algunos de los asistentes del tiempo y las flores y de una manera superficial de lo bien que se encontraban los hijos. Es raro que la duquesa de Lugo se meta en jardines verbales que después puedan tener repercusión. Es mucho más cauta que otros miembros colaterales de su familia.

Allí coincidió con el duque de Huéscar, poco dado a la vida social de photocall. El duque de Alba ‘de facto’ huye de esas convocatorias públicas donde los personajes con currículum se mezclan con los analfabetos funcionales que se hicieron famosos por sus relaciones amorosas. Y más ahora, cuando los temas de la herencia y los desencuentros con su hermano Cayetano están a la orden del día. “Ni le gusta ni quiere dar que hablar, pero sí es cierto que no le parecieron nada oportunas las declaraciones de su hermano con mensaje subliminales”, afirmaban amistades que acudieron a la cita lúdica.

En cambio no sorprendió que Huéscar acudiera a la galería de la calle Alcalá para felicitar a Duclos, que además de una gran artista mantienen una excelente relación con la familia Alba, que posee alguna obra suya. La duquesa Cayetana era una entusiasta de su pintura, sobre todo de los bodegones de peonías, una de las flores preferidas de la aristócrata. Unos de los cuadros más fotografiados por su repercusión mediática fueron el que pintó a Isabel Preysler con sus hijos mayores cuando estaba embarazada de Tamara, otro solo con ella y un paisaje de Malpica, la finca del marqués de Griñón. Al margen de esa vertiente más social, Duclos es una de las pintoras más reconocidas del panorama artístico, con premios internacionales y exposiciones por todo el mundo. Ansorena es como su casa y de ahí que esta exposición a la que ha bautizado con el título de “Búsqueda de la paz en la naturaleza” acudieran amigos, seguidores y compradores que ya colocaron el círculo rojo (vendido) esa misma tarde.

Pasadas las nueve y media de la noche, la infanta Elena se despedía de la pintora y de los responsables de la galería. Desde que su hermano, el Rey Felipe, decidió reducir el denominado “núcleo duro” apartando a las infantas de tareas institucionales y sin representatividad oficial, la vida de la duquesa de Lugo se ha hecho mucho menos visible. Como dice el refrán, “pagó los platos rotos” que supuso el escándalo del caso Nòos y la posterior imputación del matrimonio Urdangarin. Se la relegó injustamente, aunque desde su entorno dicen que vive mejor sin tanta responsabilidad.

Doña Elena se ha mantenido en un discretísimo segundo plano y salvo sus apariciones en los concursos hípicos poco se ha sabido de ella. Ayer, sin embargo, quiso acudir a la exposición de la pintora y escultora Cristina Duclos, en la galería Ansorena. La infanta ha sido estos días la mejor compañía de su hermana Cristina, que ha pasado unos días en España para festejar el cumpleaños de su prima Cristina de Borbón Dos Sicilias y componer su situación económica, como informó Vanitatis. La duquesa de Lugo pasó una tarde noche entretenida y los observadores presentes la encontraron relajada, tranquila y con un aspecto más juvenil. Charló con algunos de los asistentes del tiempo y las flores y de una manera superficial de lo bien que se encontraban los hijos. Es raro que la duquesa de Lugo se meta en jardines verbales que después puedan tener repercusión. Es mucho más cauta que otros miembros colaterales de su familia.

Infanta Elena Isabel Preysler Pintura
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