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Enlace Morán-Alabart: el 'bodón' en Santiago que congregará a familiares de Fabiola de Bélgica
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el próximo julio

Enlace Morán-Alabart: el 'bodón' en Santiago que congregará a familiares de Fabiola de Bélgica

El 11 de julio, una sobrina-nieta de la fallecida reina de los belgas contraerá matrimonio con el hijo del director general del Real Club Puerta de Hierro. La pedida de mano se celebró hace unos días

Foto: Javier Morán y Cristina Alabart, en la imagen que aparece en una web de listas de bodas
Javier Morán y Cristina Alabart, en la imagen que aparece en una web de listas de bodas

Barrio de Almagro, Madrid. Mediodía del sábado 11 de abril. Un ramo de rosas rojas –aderezado con hojas de costilla de Adán– engalana una de las estancias de un piso situado en el mencionado distrito capitalino. La afortunada propietaria del bouquet es una prometida en capilla. Así lo pone de manifiesto a través de una red social. En ella comparte una instantánea de las flores del amor por excelencia, acompañada de un pie de foto que reza: “Y por fin llegó el día”. El día en que su novio, a tres meses exactos de contraer matrimonio, pidió su mano.

Para el acto, la ya prometida Cristina Alabart y Silva eligió una blusa en color fucsia y un pantalón en color azul cerúleo (tal y como publicó ella misma en Instagram). En la fotografía posa feliz junto a su futuro marido, Javier Morán y Rochell. Una imagen con la que firmaron así el penúltimo capítulo antes de su día grande: el 11 de julio contraerán matrimonio en Santiago de Compostela, según aparece publicado en el perfil que los novios han creado en una página web especializada en listas de bodas.

Alabart es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Francisco de Vitoria y, en la actualidad, trabaja como consultora en Knight Frank –según se extracta de su perfil de LinkedIn–. Eso sí, su linaje no le va a la zaga al currículo de una chica que ha trabajado, entre otros muchos sitios, en Telefónica. Cristina es hija de los marqueses de Fuentehoyuelo, Javier Alabart y Fernández Cavada y Ana María de Silva y Mora. Tiene dos hermanos más. Pero lo que más destaca de su ascendencia es su nexo con la reina Fabiola de Bélgica: su abuela materna, Ana María de Mora, era hermana de la recientemente fallecida soberana.

El novio, Javier Morán y Rochell, es hijo del director general del Real Club Puerta de Hierro, Pedro Morán Montero. Su abuela paterna, Laura Montero de Pedro, es hermana del actual marqués de Casa Mena y Las Matas, José Montero de Pedro.

Familias ilustres

Las conexiones sociales y familiares de los contrayentes convertirán a Santiago de Compostela en el lugar al que acudirán, el próximo julio, aristócratas y empresarios. Vanitatis ha intentado contactar sin éxito con Cristina Alabart para confirmar quiénes serán tales ilustres invitados. Aunque, por la parte de la novia, sería lógico que acudieran miembros de la familia Chico de Guzmán, Escrivá de Romaní, Ruiz de Bucesta, Mora y Silva. Un ramillete de personalidades compuesto por la treintena de sobrinos carnales con los que contaba la fallecida reina Fabiola. Así, Alabart pasará a ser una de los más de 100 sobrinos-nietos que atesoraba la monarca española de los belgas.

Así, a buen seguro, a tan ilustres (como discretos) apellidos se unirán otros asistentes de la sociedad gallega. Entre ellos, según ha podido saber este medio, estarán importantes coleccionistas de arte de Galicia.Ahora, los noviosultiman los detalles para un día tan especial. Cristina, de momento, continuará disfrutando hoy de la fragancia de ese fantástico ramo de rosas que todavía se conserva en alguna de las habitaciones de su domicilio familiar.

Barrio de Almagro, Madrid. Mediodía del sábado 11 de abril. Un ramo de rosas rojas –aderezado con hojas de costilla de Adán– engalana una de las estancias de un piso situado en el mencionado distrito capitalino. La afortunada propietaria del bouquet es una prometida en capilla. Así lo pone de manifiesto a través de una red social. En ella comparte una instantánea de las flores del amor por excelencia, acompañada de un pie de foto que reza: “Y por fin llegó el día”. El día en que su novio, a tres meses exactos de contraer matrimonio, pidió su mano.

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