El amor políticamente incorrecto de Sofía Castro, la hijastra de Peña Nieto

El día que Jorge Álvarez conquistó a Sofía Castro (18) a base de rancheras y rosas, ambos contaban con apenas 15 años y brackets en los dientes. Corría 2010 y la hija mayor de la primera dama de México, Angélica Rivera, probaba las mieles del primer amor. Se acabó dos años después, cuando la distancia enfrió la relación: ella se instaló por un tiempo en Madrid para formarse como actriz.

Hasta hace unos días. Entonces, Sofía –una instagrammer confesa– publicaba una foto abrazada a un misterioso chico. Le había difuminado la cara y en el pie de foto aparecía un corazón. Jorge, sin embargo, le daría la réplica en su perfil de esa misma red social con una imagen donde aparecían besándose. Nada que esconder. Los tórtolos habían vuelto a encontrar el amor tres años después de haber mantenido una relación.

Un amor'restaurado' que ha superado, incluso, la distancia ideológica que, a priori, puede existir entre los dos. Él es hijo deJorge Álvarez Hoth, exsubsecretario de Comunicaciones y Transporte del gobierno de Felipe Calderón (del Partido de Acción Nacional) y ella es la hijastra del actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto (del Partido Revolucionario Institucional).

Ahora Sofía vuelve a ilusionarse y a darle otra oportunidad a su galán. Y él a ella, ya que, tal y como se extracta de su perfil de Instagram, Álvarez mantenía una relación con una bella morena hasta hace escasos meses. De su carrera profesional poco se sabe. Solo que es un gran aficionado a la hípica. Muy diferente a la ajetreada vida con la que cuenta la actriz. Quien ya ha protagonizado más de una portada de las revistas del cuché azteca.

Sofía sigue la estela profesional de su madre. Angélica, más conocida en su país como ‘La Gaviota’, es una conocidísima actriz de telenovelas. Su primogénita, fruto de su primer matrimonio con el productor José Alberto ‘El Güero’ Castro, también se dedica al mundo del culebrón: en tres años ha formado parte del elenco de cinco de ellas.

Además de ser una figura pública por su profesión, Sofía también lo es por su situación familiar. Sus gustos carosy ese punto excéntrico debido a su privilegiada posición social la han convertido en protagonista de varios 'escándalos' en su país. El pasado mes de marzo, acompañó a su madre y a su padrastro en un viaje oficial a Reino Unido. Durante una recepción con la reina Isabel de Inglaterra, Castro lució un vestido de Dolce & Gabbana valorado en 6.500 euros.

Los estilismos de la 'discordia'

A pesar de que muchos medios aztecas publicaron que indumentaria se había cargado a las cuentas del erario público, semanas más tarde su progenitor salió en defensa de su hija para comentar (vía Twitter) que el vestido lo había pagado él. Pero la lista de caprichos de la joven actriz no termina ahí. Semanas más tarde, la cadena de televisión Telemundo difundiría unas imágenes de Sofía de compras junto a su madre y sus hermanas en Beverly Hills.

En ellas, Sofía lucía un bolso modelo Boston de Céline valorado en más de 2.500 euros. Y la controversia volvía a saltar a la palestra informativa mexicana. El bolso se convertía así en la nueva patata caliente tras la revelación de los sueldos, ganancias y propiedades de la familia Peña Rivera, así como el conflicto de intereses del presidente azteca con una constructora a la que presuntamente le cedió contratos millonarios.

Ahora, la nueva pareja volverá a dar más de un titular a la prensa mexicana. Poseen todos los ingredientes: él un apuesto jinete de ojos azules y pelo ensortijado; y ella, una exuberante actriz con armas (y ropa) propias de una it girl.