Enrique Ponce, absuelto por la Audiencia Provincial de Córdoba de un delito de estafa

La justicia ha dado la razón a Enrique Ponce ante la querella que en noviembre de 2014 interpusieron contra él los empresarios Antonio Rey, Emilio Egea y la entidad Detumo Energías S.L. por un presunto delito de estafa. La Audiencia Provincial de Córdoba publicaba, con fecha 24 de abril de 2015, un auto, al que ha tenido acceso Vanitatis, que desestima definitivamente (no cabe recurso) la querella mencionada “al no haber constatado indicio alguno de la comisión de delito al que se alude”, dice literalmente el texto.

La historia de esta reclamación penal, que ha supuesto un quebradero de cabeza para el torero, comenzó después del verano del año 2104, cuando los querellantes reclamaron a Ponce 178.000 euros al asegurar que habían ejercido como intermediarios en la venta de una finca en Jaén propiedad del diestro. Una venta en la que Rey y Egea no han podido demostrar que participaron puesto que no hay contrato, por lo que entiende la Audiencia Provincial que en ningún caso se puede demostrar que haya existido estafa alguna.

Ya en su primera declaración Ponce explicó que no había ningún socio, ni él había firmado ningún documento,ni existía contrato alguno con nadie para ofertar ni vender la finca. Y por lo tanto la posibilidad del delito de estafa no se contemplaría, como figura en todos y cada uno de los autos antes mencionados: “Es evidente que no puede existir delito de estafa si ni siquiera llega a consumarse la relación contractual de intermediario o corretaje”, dice el primero de esos tres autos, firmado en enero.

“Es una manera de hacer daño”

Desde el entorno del toreroaseguran que lo más doloroso para Ponce y su esposa, Paloma Cuevas, fue el verse involucrados en una historia que a lo sumo podría haber sido una reclamación civil. “El informativo de Canal Sur abrió con esa noticia y ahora nos gustaría que lo volvieran a hacer informando que la Audiencia ha archivado las causas del delito de estafa. Los que denunciaron a Enrique lo que hicieron fue sembrar la duda en una persona con una trayectoria impecable”, explican a Vanitatis fuentes muy cercanas.

En su día, cuando Vanitatis adelantó la información, desde su entono consideraron que “podría tratarse de una forma de presiónal ser un personaje popular”. De hecho, sus abogados no entendían que “hubieran puesto una denuncia penal. Normalmente, en el caso de que exista una reclamación por considerar que a alguien le corresponde algo por haber intervenido en una operación, se formularía una demanda civil”.