Alfombra roja, jamón, champán y flamenco en el bautizo del hijo de Vega Royo Villanova

Vega Royo-Vilanova y el financiero Marcelo Berenstein bautizaron este lunes en Madrid a su hijo, Noah, que nació el pasado 31 de octubre en Nueva York. El bautizo tuvo dos partes. La estrictamente religiosa y la social. La primera tuvo lugar en la capilla del colegio Mayor del Mater Salvatoris, en Aravaca, y estuvo oficiada por un capellán amigo de la familia que explicó paso a paso la liturgia, ya que por la parte paterna son judíos. Este acto, que duró cerca de dos horas, fue estrictamente familiar y solo acudieron los padres de Vega, su hermana Guillermina y su hijo, la empresaria Adela Penedo, el amigo experto en moda Josie y la familia más directa del padre. Carla, la hermana mayor de Vega, no pudo asistir por motivos profesionales. Dueña de la empresa de cosméticas Rosas de Bulgaria, se encontraba fuera de Madrid. Sí asistieron sus hijos.

Los padrinos de Noah fueron una prima de Vega, Leticia, y un amigo de la infancia, Luis Yanguas. El bebé estrenó faldón y rompió la tradición al no poder utilizar el traje de cristianar familiar. “Tiene siete meses, pero parece que tienen un año. Es inmenso”, comentaban los amigos, que la mayoría solo conocían al “superbebé” por fotos.

Una vez finalizada la liturgia comenzó el postbautizo en el chalet de Conde Orgaz, donde la puesta en escena fue impresionante. Nada más llegar, los asistentes recibían una copa de champán mientras el violonchelista Pedro Alfaro daba la bienvenida a los cerca de cien invitados que disfrutaron de un cóctel donde lo más llamativo para los que venían de fuera de España era el cortador de jamón. Quizá el que más trabajó esa noche. Después vendría el flamenco, donde el grupo El Fideo y la Pimienta amenizaron la velada.

Al ser lunes la fiesta acabó más pronto de lo que hubiera sido habitual y se hizo con un fin de fiesta bailando por sevillanas. Precisamente por ser principio de semana faltaron algunos de las incondicionales, como Naty Abascal, que cada vez que viaja a Nueva York donde viven los Berenstein se acerca a ver a su ‘sobrino’ Noah, o Cary Lapique, que tenía trabajo con la firma Suárez, para la que trabaja. En cambio, no fallaron Paloma Segrelles, vestida de verde y mimetizada con el césped del jardín, Coqui Font, María Fitz James, Mercedes Domecq, Nuria March, Mónica Martín Luque, Adriana Domínguez, hija del diseñador Adolfo Domínguez –firma de la que Vega fue imagen–, Fiona Ferrer, Cristina Comenge y José María Aznar Botella, entre otros.

El hijo del expresidente José María Aznar y la alcaldesa Ana Botella acudió con su mujer, Mónica Abascal. Para los que no lo habían tratado nunca se encontraron con un descubrimiento. “Es una pareja estupenda y él es muy divertido, con un gran sentido del humor”. Tanto es así que alguien le describió como un “mutante" dado que tanto su padre como su madre no se caracterizan en público por su cercanía y sentido del humor.

Pasadas las doce de la noche los invitados fueron abandonando la casa mientras el protagonista, Noah, que había pasado de brazos en brazos, se tomaba su último biberón.