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Eugenia Martínez de Irujo: "Sé que estoy muy delgada, lo he pasado muy mal"
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SU HIJA SE HA CONVERTIDO EN SU GRAN APOYO

Eugenia Martínez de Irujo: "Sé que estoy muy delgada, lo he pasado muy mal"

La pequeña de los Alba reconoce que la muerte de su madre fue un golpe muy duro que le está pasando factura. La echa mucho de menos, pero se apoya en su hija para compensar su ausencia

Foto: Eugenia Martínez de Irujo (Gtres)
Eugenia Martínez de Irujo (Gtres)

Eugenia Martínez de Irujo acudió a la plaza de Las Ventas acompañada de su hija Tana para presidir la subasta de capotes donados por grandes figuras del toreo y decorados por artistas como Antonio Banderas o Sabina. El fin era recaudar fondos para la Fundación Pequeño Deseo, de la que la pequeña de la Casa Alba es cabeza visible, acción solidaria para la que ella misma acudió en Semana Santa al hotel donde se encontraba Antonio Banderas para pedirle que participara en la misma. La subasta se produjo la tarde triunfante de Castella, quien cedió su capote para que ella misma lo pintara con claveles rojos. Alcanzó casi los 3.000 euros. Fue la puja más alta. Mucho más sonriente que hace unos meses, Eugenia reconoció que la muerte de su madre la había dejado fuera de juego.

Pregunta: ¿Cómo se encuentra?

Respuesta: Lo he pasado muy mal. Poco a poco me voy recuperando, pero ha sido muy duro. Aunque mi madre ya era mayor, no te haces a la idea por mucho que te vayas preparando. La tengo en mi cabeza todo el rato. La echo muchísimo de menos.

P: Se había recluido totalmente

R: No tenía ganas de salir. Los amigos venían a casa y ahí estábamos. Mi hija ha sido un apoyo importante. Hoy también está aquí conmigo, aunque esta en época de exámenes. Tana es una niña muy madura.

P: ¿Es consciente de que está muy delgada?

R: Sí, he pasado unas circunstancias muy difíciles. Es normal que haya adelgazado. Le pasa a mucha gente en mi misma situación. Los amigos me dicen: “Venga, Eugenia, tómate un bocadillo de sardinas o de panceta, así con mucha grasa”. Y me río.

P: ¿Qué va a hacer este verano?

R: Aún no lo tengo planificado. Me imagino que iré unos días a Marbella y otros, a Ibiza, como siempre.

P: ¿Está harta de que le pregunten por la relación con sus hermanos?

R: Pues sí, porque ya he dicho, por activa y pasiva, que es buena. Lo que sucede es que insisten e insisten para que diga lo que ustedes quieren oír.

P: No me negará que ha habido cierto mal rollo entre el primogénito Carlos y Cayetano. Su propio hermano, el duque de Huéscar, lo ha reconocido.

R: Son muy diferentes, y cada uno tiene su personalidad y su carácter. ¿Qué quiere que le diga? Son mis hermanos y los quiero mucho. Carlos siempre me ha protegido a mí y a mi hija.

P: Otro capítulo sin cerrar es Alfonso Díez. No le hacen mucho caso y él también anda muy decaído.

R: Es verdad que no nos hemos visto desde que murió mi madre. Le tengo mucho cariño y le aseguro que nunca va a tener problemas conmigo. Y creo que tampoco con mis hermanos.

P: Esta noche se han subastado nueve capotes decorados por nueve artistas, pero el de Castella pintado con claveles por usted se ha llevado la palma. Casi 3.000 euros.

R: Estoy encantada. Todos han sido supergenerosos y le aseguro que toda ayuda es bienvenida. En estos quince años de funcionamiento de Pequeño Deseo hemos conseguido que se cumpla la ilusión de más de 3.000 niños enfermos.

Eugenia Martínez de Irujo acudió a la plaza de Las Ventas acompañada de su hija Tana para presidir la subasta de capotes donados por grandes figuras del toreo y decorados por artistas como Antonio Banderas o Sabina. El fin era recaudar fondos para la Fundación Pequeño Deseo, de la que la pequeña de la Casa Alba es cabeza visible, acción solidaria para la que ella misma acudió en Semana Santa al hotel donde se encontraba Antonio Banderas para pedirle que participara en la misma. La subasta se produjo la tarde triunfante de Castella, quien cedió su capote para que ella misma lo pintara con claveles rojos. Alcanzó casi los 3.000 euros. Fue la puja más alta. Mucho más sonriente que hace unos meses, Eugenia reconoció que la muerte de su madre la había dejado fuera de juego.

Antonio Banderas
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