Javier Maroto: "Ser gay no me ha supuesto ningún problema ni ventaja en el PP"

“No entiendo que una pareja homosexual tenga que casarse con cinco invitados y casi de tapadillo. Nuestra boda será en septiembre, en Vitoria-Gasteiz, en nuestra ciudad, en nuestro ayuntamiento, con nuestras familias y amigos. Como cualquier pareja. Séque muchos jóvenes vascos ven en nosotros que se puede vivir la homosexualidad de manera natural”. La frase es de Javier Maroto Aranzábal, economista que saltó a la palestra de la política nacional por hablar abiertamente de su homosexualidad siendo alcalde del Partido Popular en Vitoria y por mostrarse partidario de la modificación del Código Civil que permite casarse a parejas del mismo sexo.

El recientemente nombrado vicesecretario sectorial del Partido Popular atiende hoy a Vanitatis desde la sede de la calle Génova. Solo cinco días después de perder la alcaldía de su ciudad natal a favor del PNV el pasado 13 de junio, Mariano Rajoy, al que en su día presentó a su pareja durante 19 años y futuro marido, el también economista José Manuel Rodríguez Carballo (Josema para los amigos, de 50 años de edad), le ha nombrado vicesecretario sectorial, cargo de nueva creación. Y él está radiante. “Estoy poniendo en orden las cosas. Nuevo cargo, la boda. Ahora estoy muy arriba en el escalafón de la política nacional. Afronto esta etapa con mucho entusiasmo”, dice Maroto, que tiene a gala saber “ver la política desde los de abajo”.

Algo que seguirá haciendo desde su ciudad ya que, a pesar desu nuevo cargo, continuará viviendo en sucasa en el Ensanche vitoriano. No es amigo de hacer bandera de nada ni de utilizar políticamente su condición sexual, pero con motivo de la celebración del Día Internacional del Orgullo Gay, el próximo 28 de junio, el político popular se confiesa abiertamente, y por primera vez, en Vanitatis.

PREGUNTA: Usted ha sido un alcalde muy querido en Vitoria, ¿cree que está la sociedad española suficientemente madura para que la condición sexual de un político no influya en sus votantes?

RESPUESTA: Yo creo que ha llegado el momento de que lo que es normal en la ley lo sea también en la calle. Cuando la boda de un político homosexual deje de ser noticia, habremos alcanzado la normalidad. De todas formas, hay sectores más complicados que la política para salir del armario.

P: ¿Hay que ser muy valiente para ser homosexual en el Partido Popular? ¿O es un partido que admite la pluralidad?

R: Creo que en la empresa privada española es mucho más complicado salir del armario, porque todavía existen muchos elementos de rechazo y de riesgo. Pero a mí lo que realmente me preocupa no es que a alguien con 40 o 50 años se le acepte, que me importa mucho, pero creo que es cuestión de tiempo. Lo que me quita el sueño es la homofobia en la escuela, en el instituto, sobre todo. Es muy importante que se eduque a nuestros chavales para que se muestre al homófobo como perdedor. El que señala y acosa a un niño por ser gay no debe ser tratado como un líder; tenemos que educar para cambiar esto en nuestros hijos. Esas personas acosadoras lo que tienen es un problema personal. Y hay que poner en valor a los jóvenes que toman la decisión valiente de comunicar públicamente en sus colegios o sus institutos su homosexualidad.

P: No me ha contestado…

R: No he tenido nunca ningún problema para estar en el Partido Popular y ser homosexual, como no lo tuve con mi familia cuando se lo dije. Además, el hecho de que yo pueda estar ahora en este cargo lo demuestra, como también que mi partido haya tomado la decisión de no tocar el Código Civil. Significa que asimila esto como se asimiló en su día el divorcio. En el plano más personal, yo siempre he dicho que no hay que querer ni más ni menos a alguien por su condición sexual y esto lo aplico a cualquier entorno, incluida la política. Tengo que reconocer que es sencillo quererme a mí, pero más bien porque a él [se refiere a su pareja] le quiere todo el mundo. Después de 19 años juntos he descubierto que el que cae bien es Josema, porque es muy empático, fluido y sabe cuando sacar el humor. Por parte de todos los miembros del Partido Popular siempre hemos sentido respeto y cariño.

P: ¿Ha jugado a su favor para este nombramiento su orientación sexual, por la imagen de renovación y cambio que usted transmite?

R: No. En el Partido Popular nunca se me ha dado nada por mi condición sexual. Lo que he conseguido ha sido por mi capacidad de gestión y mi empatía con los ciudadanos en mi etapa como alcalde.

P: ¿Tiene usted esa sensación satisfactoria de servir de referente? ¿O le asusta?

R: Una de las experiencias más bonitas como alcalde fue cuando un matrimonio vino a verme con su hijo de 18 años. Querían hablar conmigo porque su hijo necesitaba la referencia de un gay, que le diera confianza. Al chico le expliqué que hay que vivir con normalidad y exigir y pedir respeto. Ahora es un tío brillante en sus estudios, lo que necesitaba era una referencia. No me asusta serlo y me hace sentir muy orgulloso.

P: Usted ha manifestado muchas veces que no le gustan los guetos. ¿A qué se refiere? ¿Forma parte de algún colectivo LGTB?

R: No quiero que se malinterpreten mis palabras. Hay gente gay que cuando decide salir del armario solo sale con amigos gais, solo va a Chueca y solo lee literatura gay. Yo lo respeto, pero no es mi caso ni el de mi pareja. A mí me gusta mantener amigos de entornos distintos, heterosexuales y homosexuales. Una de las cuestiones que más riqueza me ha aportado en mi visión de la política es tener amigos del PNV, de Ciudadanos y del PSOE. No me gusta solo rodearme de personas que son como yo, como tampoco me gusta tener solo en mi círculo a militantes del Partido Popular. Creo que la pluralidad enriquece cualquier intelecto.

P: ¿Ahora que usted se va a casar, cree que la sociedad española está suficientemente madura para la Ley de MatrimonioHomosexual?

R: Cuando se aprobó la Ley del Divorcio hubo el mismo debate y yo creo que es cuestión de tiempo. No sé por qué tenemos que ser una sociedad distinta a la francesa o a la sueca. Te pongo un ejemplo: un verano estuve con Josema, mi pareja, de vacaciones en Copenhague y coincidió con el Día Del Orgullo Gay. Fuimos a la oficina de turismo para informarnos de a qué hora empezaba la manifestación. Mi interlocutor, asombrado, nos contestó que no había ninguna manifestación, sino que solo era una fiesta. Nos asombró que no necesitaran manifestarse, a eso llegaremos. Estoy seguro. Era una fiesta de la libertad que iba más allá de los gais porque allí había de todo. Esto que yo vi se hará en España. Antes los divorciados eran unos apestados, hoy no es un estigma. Muchos entienden que es lo mejor para la pareja y, sobre todo, para los niños cuando hay una situación de sufrimiento. Y así pasará con el matrimonio gay. Los homosexuales han existido toda la vida, muchas veces han tenido que fingir y han hecho muy infelices a sus parejas heterosexuales. La lógica dice que esto debe acabarse. Era también muy injusto que después de compartir toda una vida con alguien los gais viudos no tuvieran ningún tipo de derechos.

P: ¿Después de la boda vendrán los niños?

R: Eso sí, me va a permitir, forma parte de nuestra vida privada. Respecto a mi posición sobre la adopción de familias gay le digo que conozco a muchos niños con entornos familiares heterosexuales traumáticos, que les dificultará un desarrollo futuro. Y que también conozco a parejas gais que están adoptando con todas las dificultades del mundo y que consiguen que sus niños crezcan con normalidad, en entornos en los que se les quiere muchísimo y además con posibilidades materiales.