'Tacones lejanos' en Jimmy Choo: Tamara Mellon lleva a la firma a los tribunales

Un préstamo de 220.000 euros bastó para que Tamara Mellon (Londres, 1967) abandonara su puesto como editora de accesorios de la revista Vogue y montara uno de los emporios del calzado de lujo (Jimmy Choo) con una fama similar a la de Manolo Blahnik. Vistaasí, la historia de éxito empresarial de esta mujer –posee un patrimonio neto estimado en 257 millones de euros– podría ser un ejemplo de olfato para los negocios. Pero no. La cocaína y el alcohol precipitaron su salida de la biblia de la modatal y como explicó en la autobiografía que publicó en 2013.

Bajo el título de En mis zapatos(Editorial Penguin), Mellon encontró un balón de oxígeno donde sacudirse el polvo de un 'ruptura' con la casa zapatera que ella misma había cofundado. La historia de su litigio con la marca cuyos diseños oscilan entre los 695 y 950 euros se remonta a 2011. Después de vender su participación en la empresa por cerca de 120 millones de euros al grupo Equinox Luxury Holdings, ahora se encuentra inmersa en un litigio donde acusa a Jimmy Choo de violar las leyes antimonopolio.

Los abogados de la diseñadora habrían amenazado a Jimmy Choo por, presuntamente, exigir a los proveedores de cuero italiano que no trabajen con la firma que Tamara Mellon lanzó en 2013 y que lleva su nombre. “Con la rúbricade esta petición, acepta no producir ni cooperar directa e indirectamente para o con Tamara Mellon y su marca”. Este contrato, al que ha tenido acceso el portal Page Six, se une a un comunicado donde la firma zapatera aseguraba que la demanda interpuesta por la empresaria carecía de base y que sería impugnada. Hasta que se complete este proceso judicial, la empresa propiedad de Jimmy Choo prefiere mantenerse al margen.

Con su nueva empresa, Mellon optó por ofrecer un producto 'aquí y ahora': no esperar a tener unos zapatos de diseño seis meses después de que se presenten en una pasarela. Una filosofía que le ha reportado beneficios a lo largo de estos casi dos años. El mismo olfato que la llevó al éxito absoluto a finales de los 90. Tras su salida de la revista, acudió al zapatero malasio Jimmy Choo. Desde su pequeño taller en el East End londinense, este artesano surtía de calzado aaristócratas de renombre o la mismísma Lady Di. Desde entonces y hasta 2011, la historia de éxito de este tándem fue aplaudida desde series de televisión –como Sexo en Nueva York– hasta en la gala de los Oscars –Penélope Cruz siempre fue una buena clienta–.

A la historia de éxito y emprendimiento profesional de Mellon se suma una trastienda personal y familiar algo más complicada. De su primer matrimonio –estuvo casada cinco años–, nació una hija. Aunque mantiene una muy buena relación con su ex por el bien de la pequeña de 12 años, ella misma dejó entrever que la ruptura fue por haberle sido infiel. Tiempo después encontraría el amor en el actor Christian Slater. Se 'separaron' en 2009. El cantante Robbie Williams o Kid Rock también han formado parte de su currículo amoroso.

Ahora parece haberse estabilizado en lo sentimental. Pero su litigio con su exempresa ha congelado sus planes de futuro junto al representante Michael Ovitz (de 68 años). Se prometieron el pasado marzo después de cuatro años de noviazgo y, aunque hacen vida en común desde diciembre de 2014, la pareja todavía se resiste a dar el paso. Han comprado juntos una casa en Nueva York. Una ciudad de la que Mellon dice estar enamorada.

Nueva York, su litigio con el emporio zapatero y su interés en hacer de su nueva marca un concepto revolucionario son tres de los puntos calientes del particular guión de Tacones lejanos'de Tamara Mellon.