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Sotogrande: la insultante normalidad de lo extraordinario
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DONDE GRANDES FORTUNAS BUSCAN EL ANONIMATO

Sotogrande: la insultante normalidad de lo extraordinario

No es ni una ciudad ni un pueblo, Sotogrande es una urbanización al estilo americano, en la que prima la tranquilidad. Los millonarios buscan en tierras de Cádiz la vida en familia y pasar desapercibidos

Foto: María León junto imágenes de Sotogrande en un fotomontaje realizado en 'Vanitatis'
María León junto imágenes de Sotogrande en un fotomontaje realizado en 'Vanitatis'

"A mediados de los ochenta Sotogrande no salía ni el mapa", dice Adrian Van Loon, director de la inmobiliaria Sotogrande Residences. Fundada en 1964 por un grupo de millonarios liderados por el estadounidense Joseph McMicking (y Jaime y Enrique Zóbel, que reunieron un grupo de inversores entre los que figuraban Jaime Ortiz Patiño, el rey del estaño; el comerciante de diamantes Phillip Oppenheimer y el director de Nestlé Helmut Maucher), que buscaban el total anonimato, la urbanización situada en el municipio de San Roque (Cádiz) es hoy por hoy la más exclusiva y discreta de los países mediterráneos, en la que actualmente viven de forma permanente entre 3.000 y 4.000 personas, según los cálculos de Van Loon.

Dicen que Donatella Versace tiene una casa, que nadie ha visto, en Sotogrande. Otros que Putin. Podría ser, aunque parece más bien que se trata de un claro ejemplo de lo que esta urbanización ofrece a las ‘celebrities’ y a las grandes fortunas: privacidad y exclusividad. Tampoco busquen ustedes fotos por estas tierras gaditanas de esos apellidos poderosísimos que en las últimas décadas se han hecho asiduos a Sotogrande, como los Botín, los Entrecanales, los Alcocer o tantos otros. No las hay. Tampoco hay lujo ni ostentación evidente como ocurre, aunque ya menos, en Marbella. Los famosos, muchos anónimos, se pasean en chanclas y pareo (eso sí, a veces los estivales outfit superan los 800 euros) con una insultante normalidad. Puestos a buscar imágenes, se hartarán de ver palmeras, campos de golf, hierba por todas partes y hasta un canal para que sus habitantes amarren el barco en la puerta de casa tan tranquilos, que para algo la desembocadura del río Guadiaro está aquí. Uno de sus habitantes tiene la clave:

Su gran aliciente (además de estar al lado del aeropuerto de Gibraltar y tener un clima excelente) es el deporte. Sobre todo el golf y el selecto polo. El torneo que cada año se celebra de esta última disciplina es el momento álgido del verano y en él, lo mismo se puede ver a Pitita Ridruejo con su marido que a Laetitia Casta, Enrique de Inglaterra, Luis Alfonso de Borbón (que a veces compite al polo con su suegro) o Ana Rosa Quintana, fiel a Sotogrande. Algunos son fijos y otros vienen ocasionalmente con motivo de alguna fiesta o del torneo de polo. Entre los primeros, la familia Entrecanales, los Mora-Figueroa, los Villar-Mir, El Juli y su mujer Rosario Domecq; Alejandra Ruiz Rato, o su madre, Patricia Rato. También Isabel Sartorius. Entre las segundas, modelos varias para amadrinar los actos. Asiduos son también, Jaime de Marichalar, Sarah Ferguson y sus hijas. Álvaro Muñoz Escassi, que está pasando un momento delicado, como adelantó Vanitatis, también tiene casa aquí.

Privilegiadas playas

Hay famosos como Inés Sastre o Ana Rosa Quintana, que han hecho de su posado en la Playa de Sotogrande todo un clásico de la prensa rosa. Inés acude cada año con su hijo Diego, que celebra además su cumpleaños en agosto, aunque este año la modelo y el retoño han estado solo en el mes de julio.

Playa de Sotogrande: situada en la exclusiva Urb. Sotogrande hasta Torre Carbonera, cerca de Guadalquitón y Borondo, mide 5.450 metros. Se puede acceder desde el parking de El Chiringuito El Cucurucho y hay accesos a pie desde la Urbanización de Sotogrande. Está situada cerca del Puerto Deportivo Sotogrande y el Real Club Marítimo Sotogrande.

Playa de Torreguadiaro o de las Conchas: Bandera Azul, mide 1.300 metros y es semiurbana. Una buena opción para luego ir a comer.

Playa de El Cabrero o Cala Sardina: No llega al kilómetro y es la única de la zona virgen con arena oscura. Muchas celebridades van a hacer deporte a primera hora de la mañana allí.

Clubs a pie de playa

Hay tres clubes míticos. El Club de Playa el Octógono. Su restaurante Quo, dirigido por Emilio Ródenas y con vistas al mar, es un imprescindible de la los habitantes de Sotogrande, donde celebran incluso sus bodas y comuniones. Lo mejor: sus chozas para mojitos y gin tonics. Ya no podemos disfrutar de los míticos sillones rosas y verdes del mítico chuiringuito El Cucurucho, pero sí de todo lo demás en El Beach Club Trocadero Sotogrande, que es en lo que se ha convertido. Pertenece al Hotel Almenara y está inspirado en el África colonial, su restaurante con abundantes ensaladas y cocina mediteránea es uno de los preferidos de Eugenia Silva o María León. Con sus 700 metros cuadrados de césped que va a parar a la orilla del mar y sus vistas a Gibraltar y al puerto deportivo es un clásico de todo verano en Sotogrande. Aquí, también el padrenuestro de la zona: piscinas, jaimas, copas y mar (e incluso partidas de bridge y cineteca infantil). Y por último, un club en toda regla: Real Club Marítimo de Sotogrande. Si no has estado aquí, no has estado en Sotogrande. Sus desayunos son un imprescindible y estar al tanto de sus actividades, la mejor manera de codearse con la jet.

¿Dónde pelotean los vips?

Los Álvarez Guerra, Benjumea, Garrigues Walker, Vallejo-Nágera, Zóbel, Villa-Mir, Mora-Figueroa y Melián, emparentados entre sí, han practicado el golf aquí tradicionalmente. Destaca el Real Club Valderrama, el campo de golf número uno del mundo según las revistas especializadas. Son míticas sus fotos de Seve Ballesteros peloteando en este campo sede de las Volvo Masters y la Ryder Cup, entre otros eventos internacionales. Tigger Woods también ganó aquí la Amex World Championships. ¿Cómo no iba Inés Sastre a jugar aquí? Además del campo creado por Jaime Ortiz Patiño, está El Club San Roque, cuenta con dos campos, el Old Course (1990) y el New Course (2005), ambos par 72 y sede de los Open de España de 2005 y 2006. Si por algo es conocido también este club es por su prestigiosa Academia de Golf dirigida por Thomas Johanson y por los bunkers del Old Course, rediseñados por Seve Ballesteros. En 1964, el prestigioso diseñador de campos de golf Robert Trent Jones diseñó el Real Club Golf de Sotogrande (par 72) y acabó siendo uno de sus favoritos. Muchos vips acuden después de una jornada de golf al restaurante del guipuzcoano Mikel Landa.

Ellos sí juegan al polo

Dicen que muchos son los millonarios, entre ellos el padre de Margarita Vargas, que traen en sus yates de lujo sus caballos para luego jugar al polo aquí. Lo cierto es que la mayoría lo hace en jet fletados para la ocasión, a no ser que estén compitiendo en Europa y se haga el transporte por carretera. La cierto es que el polo es el deporte nacional de Sotogrande. Aquí se contabilizan dos pistas y otros dos centros ecuestres. En las pistas de polo se combinan el aire británico, la maestría argentina y los grandes apellidos andaluces unidos durante siglos al mundo del caballo. El Santa María Polo Club Sotogrande celebra en el verano de 2015 el 44º Torneo Internacional Land Rover de Polo, que genera cerca de 500 puestos de trabajo directos e indirectos y supone unos 25-30 millones de euros para la zona en restauración, hoteles y actividades relacionadas con la hípica y la naútica. Este es el evento con mayúsculas de esta urbanización de élite. La historia de Santa María Polo Club se remonta al primer campo de polo en Sotogrande, la mítica cancha de La Playa, construida en el año 1965 de la mano de Enrique Zobel. Aquí la oferta de ocio es completa para los amantes de la hípica: Shopping boho-chic, food trucks, áreas infantiles y restauración (dada la alta población de argentinos destacan los asadores. Entre ellos destacan las carnes de La Quinta). Todo salpicado con fiestas llenas de celebridades, la mayoría importadas para dar color a los eventos porque la gente verdaderamente vip opta por no salir en las fotos. Por cierto, la cuota para un socio que vaya a jugar todo el año es de 7.260 euros anuales. Para los estacionales, las tarifas se reducen a la mitad.

COPAS, EAT & FUN

placeholder Vista aérea de la finca de Los Pinos
Vista aérea de la finca de Los Pinos

Si nos vamos a comer y nuestra opción no son los argentinos del Santa María Polo Club, en la más popular playa de Torreguadiaro está El Trasmallo de Agustino. Entre sus abundantes raciones de pescadito frito, marisco y coquinas hay mucha celebridad anónima que busca sitios auténticos y de excelente calidad frente a los diseñados para ellos. Julián Muñoz era un asiduo allí. Últimamente han incorporado una zona chill out con coctelería. Para comer los mejores espetos de la zona mucha celeb acude camuflada en pareo y chanclas de 200 euros al chiringuito Carrero, en la barriada de pescadores de Torregudiaro. Su camarero Antonio es una baza importante.

María León: “En Sotogrande voy a ver el polo en chanclas y me olvido de la sofisticación”

“El lujo ya lo tengo el resto del año, aquí busco la sencillez. A Sotogrande no voy a tener una vida social intensa, voy a descansar, a ver a mi familia”, cuenta la aristócrata María León Castillejos, editora de viajes con estilo, comunicadora de Life Style y CEO en marialeostyle.com. Sus padres se trasladaron hace casi una década de Marbella a esta zona privilegiada de Cádiz. María esta exhausta porque acaba de regresar de Jamaica, uno de los muchos destinos que desde hace dos años se dedica a promocionar. “Mucha gente se piensa que mi trabajo es pura diversión porque no estoy en una oficina encerrada entre cuatro paredes. Lo cierto es que es muy enriquecedor y apasionante, pero que también agota”. Por eso está deseando ir a Sotogrande unos días de relax y combinarlo con Tarifa, que es una de sus escapadas diez cuando está allí. “Yo la verdad es que soy más hippy, pero adoro que mi familia haya elegido este lugar”.

¿Cómo es su rutina en Sotogrande?

Me encanta levantarme temprano para hacer deporte en la playa, darme un baño de mar, porque no tomo el sol para proteger la piel, comer en familia y por la tarde irme de espetos y ocasionalmente salir con amigos. Sotogrande es muy de socializar, pero también permite desconectar y tomar energía para septiembre.

¿Cree que ha cambiado el perfil de habitantes de la zona?

Es verdad que hay algún ruso más, pero sigue habiendo las familias de siempre. O yo siempre me cruzo con los mismos. Lo que es cierto es que el Valderrama Golf Club atrae constantemente a un turismo inglés de élite. También hay mucho jugador de polo argentino, pero eso es desde el inicio.

¿Quién es para usted el personaje más emblemático de Sotogrande?

Inés (Sastre) es casi un icono, pero yo asocio esta zona a los Benjumea, a los que pocos ponen rostro. Es ese el tipo de familias que hay por aquí. Y yo creo que todos buscamos lo mismo: tranquilidad y anonimato.

¿Cree que Marbella es lujo y ostentación y Sotogrande es privacidad?

He veraneado desde niña en Marbella y los últimos 9 años en Sotogrande. Creo que son ciudades que te permiten igualmente elegir el tipo de ocio que quieres. En mi caso puedo desconectar en Sotogrande perfectamente y tengo mucha privacidad con mi familia. Lo veo como un enclave perfecto cuando tienes hijos. Pueden tener ahí su propia pandilla, ir en bici sin peligro y todo está muy bien vigilado.

¿Nos diría su ruta secreta?

Me encanta ir a la playa de Torreguadiaro muy cerquita del chiringuito El Cucurucho, que me encanta. Desayuno siempre cuando voy al puerto de Sotogrande de compras, siempre me paso por Itsomi y Muchoralalá, que son dos tiendas que conectan con mi estilo desenfadado. En el Real Club Marítimo de Sotogrande desayuno siempre que puedo y me encantar leer o escribir desde allí. Y dos sitios para tomar espetos que no perdono ningún verano son el chiringuito Carrero y Eulogio.

¿Y los caprichos?

Si quiero ir a un spa voy al hotel NH de Sotogrande y para comer al Ke en el puerto, sus ensaladas son una delicia. Otro sitio que me encanta es la Finca Cortesín, que está solo a 20 minutos, en Casares, y ahí puedes comer japonés en Kabuki o Don Giovanni, un superitaliano.

"A mediados de los ochenta Sotogrande no salía ni el mapa", dice Adrian Van Loon, director de la inmobiliaria Sotogrande Residences. Fundada en 1964 por un grupo de millonarios liderados por el estadounidense Joseph McMicking (y Jaime y Enrique Zóbel, que reunieron un grupo de inversores entre los que figuraban Jaime Ortiz Patiño, el rey del estaño; el comerciante de diamantes Phillip Oppenheimer y el director de Nestlé Helmut Maucher), que buscaban el total anonimato, la urbanización situada en el municipio de San Roque (Cádiz) es hoy por hoy la más exclusiva y discreta de los países mediterráneos, en la que actualmente viven de forma permanente entre 3.000 y 4.000 personas, según los cálculos de Van Loon.

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