Una valenciana afincada en Alemania: ¿quién es la madre de la hija secreta de Escassi?

Que a Álvaro Muñoz Escassi se le pudiera adjudicar una nueva novia era lo lógico después de su curriculum sentimental y que ya han pasado casi nueve meses desde su ruptura con Sonia Ferrer. Por eso cuando al jinete se le vio acompañado de una joven rubia en el torneo de polo de Sotogrande fueron pocos los que dudaron que se trataba de una nueva conquista del deportista. Sin embargo, la realidad era otra y Escassi estaba disfrutando de unos días de ocio con su hija Anna Barrachina, una joven hasta ahora desconocida que ha resultado ser fruto de una relaciónque Álvaro mantuvo hace 20 años.

Vanitatis ha podido descubrir cómo y dónde surgió esa relación y quién es esa mujer que dio al apuesto jinete su primer vástago. La madre de Anna Barrachina es Mercedes Barrachina Martínez, una valenciana que a los 15 años hizo las maletas para formarse como amazona en Alemania. Allí aprendió los entresijos de este deporte de la mano del profesor Paul Schockemöhlee hizo del país germano su nuevo hogar. Se enamoró de Ralf Fuge, se casó y con él convirtió en su profesión lo que había sido su afición: la hípica. Actualmente tiene una finca en Güderott (Boren) en la que imparte clases de equitación y en la que acoge a jinetes españoles que -como ella hizo en su día- quieren formarse en este deporte. Una labor que compagina con la compraventa de caballos jóvenes y con la gestión de una tienda de ropa ecuestre llamada Nanos Hípica.

Grosso modo esa es la historia de esta valenciana que ha querido mantener en su hogar alemán el castellano como idioma oficial. Pero, ¿cuándo apareció Muñoz Escassi en su vida? Es sencillo dilucidar que Álvaro conoció a Mercedes hace 20 años. Las fechas encajan. Fue cuando,con apenas 19 años, Escassidecidió continuar en Alemania, cuna de la hípica, su formación como jinete. Para que su adaptación al país germano fuese más fácil se alojó en casa de una española que, como él hacía en esos momentos, en su día ya trató de abrirse camino allí. Esa española no era otra que Mercedes Barrachina. Ambos hicieron buenas migas fruto de su convivencia y, según se ha sabido ahora, aquella amistad parece que dio pie a algo más.