Es noticia
Menú
David Cameron y el ritual sexual que tuvo con un cerdo
  1. Noticias
LA COMIDILLA DE WESTMINSTER

David Cameron y el ritual sexual que tuvo con un cerdo

Un examigo millonario del lider 'tory', que donó 8 millones de libras al partido, ha decidido sacar a la luz algunas historias oscuras del político por pura venganza, porque no contó con él para el Gobierno

Foto: El primer ministro británico, David Cameron, en una imagen de archivo (Gtres)
El primer ministro británico, David Cameron, en una imagen de archivo (Gtres)

¿Cuánto valdría una fotografía en la que se retrata al premier David Cameron en sus años mozos introduciendo sus genitales en la boca de un cerdo muerto? La imagen existe. O eso al menos es lo que dice lord Ashcroft. El billonario –sí con 'b'– era íntimo del líder tory. Pero tras donar ocho millones de libras al partido su amistad finalizó en 2010 porque el político no le dio ningún puesto interesante en el Gobierno. Así que ahora reconoce que por pura venganza –para qué vamos a estar con excusas– quiere sacar todos los trapos sucios del inquilino de Downing Street.

Junto con la premiada periodista Isabel Oakeshott, quien fue la responsable de política del Sunday Times, el lord ha publicado la biografía no autorizada más explosiva de la última década. Call Me Dave (Llámame Dave) saldrá a la venta el próximo mes. Pero el Daily Mail ha sacado a la luz algunos extractos –dinamita pura– que se han convertido en la comidilla de Westminster y han revolucionado las redes sociales. Es más, el supuesto cerdo víctima de las hazañas juveniles del primer ministro cuenta ya con cuenta de Twitter en la que ha manifestado: “Esto también es embarazoso para mi”.

El hashtag #PigGate se ha convertido en viral. Y en el número 10 no se lo han tomado a broma porque el asunto ha llegado hasta China, donde el chancellor George Osborne se encuentra de gira reclutando nuevas alianzas económicas. Cuando en rueda de prensa un periodista le ha preguntado este lunes por la publicación en cuestión, su cara ha sido un auténtico poema. Imaginemos la situación por un momento: ¿qué puede decir uno cuando, ante la atenta mirada de cientos de empresario chinos, le preguntan por la supuesta foto en la que su jefe aparece con sus genitales en la cabeza cortada de un cerdo? Pasemos palabra.

Locuras de su época en Oxford

Según el libro, la fotografía inmortalizó uno de los rituales que el joven Dave tuvo que hacer para entrar, durante su época en Oxford, en el exclusivo club Piers Gaverson, famoso por organizar bacanales. De todos es ya sabido que tanto Cameron como el actual alcalde de Londres, el excéntrico Boris Johnson, pertenecieron en un época universitaria al Bullingdon Club, una selecta sociedad de la que antaño participaron incluso reyes, donde sus miembros destrozaban cada restaurante al que acudían en sus salidas nocturnas, dejando luego, eso sí, una generosísima propina al dueño para que pudiera pagar los daños materiales. Básicamente el concepto era: soy rico, te destrozo el local y luego, como soy un rico educado, te tiro los billetes con la cara de la reina para que no te quejes. Sin embargo, nada se sabía del club Piers Gaverson. Como curiosidad, el nombre de la sociedad atendía a una supuesta amante del rey Eduardo II en el siglo XIV. Sobre las actividades, por tanto, quien quiera leer entre líneas…

Pero las anécdotas no quedan ahí. Según el libro, Cameron también fumó cannabis con un grupo de amigos que se hacía llamar Club Flam y más tarde también permitió que se consumiera cocaína en su casa durante fiestas sin fin. Astuto, el lord dice que Cameron permitió el consumo en su casa, pero no afirma que el premier se drogara. Uno es rico, pero no quiere perder libras con demandas.

En diferentes entrevistas, cuando al líder tory se le ha preguntado sobre el consumo de cannabis simplemente ha dicho que ha tenido “alguna experiencia normal durante su época universitaria”. No ha negado tampoco el consumo de cocaína, aunque ha recalcado que no lo ha vuelto a hacer desde que se convirtió en diputado.

Mentiras que le pueden costar muy caro

Es difícil imaginarse ahora al encorbatado y posh primer minister protagonizando ese tipo de escenas. Pero todo el mundo ha tenido una juventud. Y durante sus años en Oxford, Cameron, Dave para los amigos, no destacó especialmente por ser un líder. Era un joven atractivo, seguro de sí mismo y rodeado de hijas de diplomáticos que bebían los vientos por él. Tenía un discurso elocuente, pero nadie hubiera dicho que estaba interesado en la política. Prefería jugar al tenis, escuchar a Phil Collins y pasarse horas en The Hi-Lo Café, un pub caribeño donde ocasionalmente hacía de babysitter para los dueños con rastas en la cabeza.

Las locuras de aquella época, por tanto, se pueden perdonar o incluso entender. Lo malo para el premier es que la biografía no autorizada también desvela secretos que sí suponen problemas reales para su carrera política. Tras el escándalo creado después de que saliera a la luz que lord Ashcroft era un non-dom, es decir, que no pagaba sus impuestos en el Reino Unido, Cameron afirmó por activa y por pasiva que él no lo supo hasta 2010. Pero su gran enemigo asegura ahora que lo sabía desde 2009 y lo dejó pasar consciente de las millonarias donaciones que Ashcroft realizó al partido para las elecciones que llevaron a Cameron por primera vez al poder.

El libro se basa en cientos de entrevistas con amigos y enemigos del premier, entre ellos trabajadores actuales de Downing Street. Y ahí está lo bueno. Lynton Crosby, por ejemplo, el gurú electoral australiano que planeó el éxito electoral tory, piensa en privado –según el libro– que Cameron es un "gilipollas” y un “puto pijo”. En definitiva, nadie como un lord para mostrar que la venganza es un plato que se sirve frío.

¿Cuánto valdría una fotografía en la que se retrata al premier David Cameron en sus años mozos introduciendo sus genitales en la boca de un cerdo muerto? La imagen existe. O eso al menos es lo que dice lord Ashcroft. El billonario –sí con 'b'– era íntimo del líder tory. Pero tras donar ocho millones de libras al partido su amistad finalizó en 2010 porque el político no le dio ningún puesto interesante en el Gobierno. Así que ahora reconoce que por pura venganza –para qué vamos a estar con excusas– quiere sacar todos los trapos sucios del inquilino de Downing Street.

El redactor recomienda