Javier Maroto y su marido disfrutan del 'ambiente' madrileño hasta la madrugada

¿Quién dijo que los recién casados tienen que decir adiós a las juergas y a la vida de soltero? Al menos, ese no es el caso del vicesecretario sectorial del PP y su flamante marido, que este sábado se dejaron ver en la discoteca 'Baila, Cariño', un local de ambiente gay de la capital al que acudieron en compañía de unos amigos, disfrutando de la música, el bullicio y la temática de la fiesta, titulada Rentrée de Lollipop. Con un lleno absoluto que provocó colas enormes, Maroto y su marido se dejaron llevar por la música pinchada por DJ como Cascales o Poptardas. Debido a la cantidad de gente que había dentro de la discoteca, ambos salieron varias veces a la calle para coger aire y continuar disfrutando del jolgorio. Con una camisa blanca, unos pantalones y unas deportivas que le daban un aire muy juvenil, Maroto bailó hasta altas horas de la madrugada, aunque no fue de los últimos en irse del lugar.

Dado que apenas ha pasado una semana desde su boda, muchos de los que compartieron música y diversión con la pareja se preguntaban si el exalcalde de Vitoria no estaría de luna de miel, pero lo cierto es que ambos han aplazado el tradicional viaje de novios hasta que pasen las elecciones generales, por lo cual puede que no disfruten del mismo hasta 2016. Desde que contrajesen matrimonio de la forma más "normal" posible, según dijo a este portal Rafa Laza, testigo del enlace y responsable de Comunicación del político, tanto Maroto como Rodríguez se han convertido en un símbolo del avance del PP con respecto a su postura sobre el matrimonio gay. La formación política pasaba de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional para derogar la ley del matrimonio homosexual a acudir a la boda de uno de los suyos con presencia del mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, incluida.

La boda gay que acaparó titulares

Pese a que muchos estuvieron en contra de que un enlace gay ocupase titulares solo porque el presidente del Gobierno fuese uno de los invitados, lo cierto es que la boda de Maroto casi llegó a ser motivo de debate nacional. Los novios intentaron mantener la normalidad en todo momento, pero el 18 de septiembre vieron sus rostros en las cabeceras de los periódicos de tirada nacional. Ese viernes, tras la ceremonia oficial celebrada en el ayuntamiento por la mañana, la pareja disfrutó de la fiesta posterior en el interior del restaurante El Caserón. Los 275 invitados, entre los que se encontraba Rajoy, vivieron momentos imborrables. El más significativo, sin duda, fue aquel en el que el presidente del ejecutivo bailó al ritmo del Y. M. C. A. de los Village People, todo un himno gay.

La temática del enlace fue Eurovisión y Rajoy acabó sentado en la mesa de Céline Dion, que obtuvo la victoria en dicho festival con la canción 'Ne partez pas sans moi'. “Esta boda humilde es también un paso más al reconocimiento del matrimonio sea quien sea quien lo contraiga”, dijo el protagonista del enlace cuando salió a saludar a la prensa, consciente del poder de convocatoria mediática que había despertado.

Apenas una semana después, Maroto y su marido han disfrutado, este fin de semana, de la noche madrileña como una pareja de jovencitos más, entre amigos y levantando cierta expectación, ya que vieron como algún que otro espontáneo acudía a ellos para hacerse una foto. Detalles estos que no impidieron que se lo pasaran bien. A falta de luna de miel, buena es una juerga.