Espartaco sobre su pareja: “No me gusta exponer a Macarena a la opinión pública”

Juan Antonio Ruiz Espartaco fue uno de los protagonistas junto con Enrique Ponce en la tercera edición de los Premios Juan Belmonte, organizados por el Club Antares, en el transcurso de una cena de gala en Sevilla. En su caso, el reconocimiento fue por su trayectoria profesional, mientras que en el de Ponce fue como conmemoración por su cuarto de siglo desde que tomó la alternativa. Una fiesta a la que también acudieron los amigos de siempre, como Carmen Tello y Curro Romero.

Con ellos, Espartaco mantienen una gran relación. De hecho fue uno de los veinte invitados que acudieron al almuerzo en el restaurante Bajo Guía para festejar el cumpleaños de Carmen Tello el sábado pasado. Y lo hizo con Macarena Bazán, a la que todos consideran su pareja desde hace unos años. El torero, muy discreto con su vida privada, nunca ha hecho alarde, pero tampoco se ha escondido. Llegaron por separado pero no fue porque tuvieran que esconderse, sino por un tema logístico. Macarena venía de Huelva, donde tienen su cuartel general, y el torero de la casa familiar de sus padres en Espartinas. Acuden juntos a bodas de amigos, como hace un tiempo a la del torero Salvador Cortés y Sofía Rivera, y no hubo impedimentos para que la prensa les fotografiara juntos.

“No tengo que esconderme ni ahora ni nunca, pero sí procuro ser discreto. He pasado situaciones complicadas y difíciles para mí que ya están resueltas. Llevo una vida muy tranquila en el campo. Estoy con mis padres, con mis hijos, mis amigos y no hay nada sorprendente en mi vida. Lo que no quiero es exponer a la opinión pública a Macarena ni a nadie que esté en mi vida. Soy una persona conocida y lo asumo, pero eso no se puede trasladar a los demás. El día que tenga que contar con quién estoy será porque la otra persona también lo quiera”, explicaba en conversación telefónica con 'Vanitatis' sin negar que Macarena es muy importante en su vida.

Su divorcio de Patricia Rato resultó muy complicado. Fueron tiempos muy duros, donde una de las hijas se posicionó equivocadamente de parte de la madre y ese distanciamiento hizo sufrir al torero. El tiempo colocó cada cosa en su sitio y ahora las relaciones son magníficas con los tres, que viajan a menudo a Sevilla para disfrutar del campo: “Les encanta y lo pasamos muy bien montando a caballo, paseando”, asegura feliz.

La relación con su exmujer es buena. Cada uno ha rehecho su vida con sus respectivos amigos entrañables. Patricia, con el empresario Javier Moro, y Espartaco, con Macarena Bazán.

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