Próxima demolición: cae Mi Gitana, el último símbolo de la Marbella de Pantoja y Muñoz

Mi Gitana, la casa que Isabel Pantoja y Julián Muñoz compartieron en la urbanización de La Pera de Marbella, será pronto reducida a escombros. La finca será demolida en su totalidad. Según ha podido confirmar 'Vanitatis' de fuentes cercanas a la constructora que realizará las obras, “el nuevo propietario, un conocido empresario inglés, ha decidió demolerla entera y dejar la parcela en estado original para construirse un palacete. La ubicación del terreno es privilegiada, pero el chalé que se encontró a su llegada, totalmente abandonado y destruido por dentro, le ha hecho tomar la decisión de construir algo totalmente nuevo”.

La vivienda de la tonadillera, que estaba en poder del Banco de Santander, quien tenía todos los derechos sobre la propiedad al estar judicialmente embargada por impago, contaba con innumerables deudas. Según ha confirmado este medio, el día de la venta “estaban presentes ocho notarios de diferentes empresas para cobrarse todo lo que se debía”. Isabel Pantoja, tal como ya informó 'Vanitatis', había perdido la casa de La Pera al no haber satisfecho los pagos de la hipoteca de 3,3 millones de euros que Banif, la banca privada del Banco de Santander, le había prestado en el año 2004. Dichos pagos de la hipoteca dejaron de efectuarse en 2007, cuando comenzaron sus graves problemas económicos. Julián Muñoz llevaba encarcelado desde julio del año anterior por corrupción y la deuda con el Banco capitaneado por Ana Botín continuaba. Fue entonces cuando la entidad bancaria ejecutó judicialmente el embargo de la propiedad, que al final se vendió a este empresario inglés por una cifra cercana a los dos millones de euros.

Todo destrozado en su interior

En La Pera están a la venta otras villas que lindan con Mi Gitana, pero el precio del inmueble de la tonadillera atrajo poderosamente al inversionista británico, que después de muchas gestiones acabó aceptando la oferta de la inmobiliaria que trabaja para el banco. “Optó por comprar esta finca por el buen precio de la misma, a pesar de los numerosos problemas que tenía de impagos”, nos cuenta una persona que participó en la transacción. La operación se formalizó a mediados del mes de marzo.

El titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Marbella mantiene abierto un procedimiento de ejecución hipotecaria contra la cantante, actualmente en la cárcel de Alcalá de Guadaíra por una causa separada del caso Malaya, que adeudaría varias cuotas al banco que en 2004 le concedió el crédito para adquirir Mi Gitana, un inmueble de 650 metros cuadrados. Para ello, se constituyó una hipoteca de 3,3 millones de euros a favor de Panriver, sociedad controlada por Isabel Pantoja, que aparecía como 'garante' de la operación, según un empleado del banco que testificó durante el juicio por blanqueo en la Ciudad de la Justicia de Málaga.

Las gestiones se hicieron a través de una conocida inmobiliaria marbellí cuyos agentes aseguran a este medio que “en la oficina donde se hizo la transacción solo entraban y salían empresas para cobrar todo lo adeudado y era mucho”. Otro de los aspectos que ha llamado la atención a la empresa que se dedicará a hacer la nueva obra ha sido “el total deterioro y abandono en el que se encontraba el interior de la casa. Su nuevo dueño no ha querido ni remozarla. Todo lo contrario, va a arrasar con todo y será una villa totalmente nueva”.

En los anuncios que la tonadillera publicó en el momento de ponerla en venta, se aseguraba el “buen estado de la propiedad”, situada en la zona de Nueva Andalucía, y que cuenta con 770 metros cuadrados reposados sobre un terreno de 3.500 metros cuadrados “con los mejores jardines privados de toda la zona”. Pero nada más alejado de la realidad. La vivienda que escondió de miradas indiscretas el controvertido romance entre la tonadillera y el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, estaba casi arrasada. Y en breve lo estará del todo.

Ni rastro del estudio de grabación

El famoso estudio de grabación musical que la pareja dijo haber instalado en el sótano ya es inexistente. Cuando entraron los nuevos ocupantes no había ni rastro. Ni enchufes. En ninguna de las estancias ha quedado huella de lo que fue. Ni siquiera el exterior. La parcela, acondicionada en su día para disfrutar del verano por todo lo alto, con una piscina de 120 metros cuadrados, cenador, barbacoa y demás, hoy es solo un nido de aves e insectos. Las paredes de la casa marbellí albergan un sabor agridulce. Por un lado se convirtió en el nidito de amor de Isabel y Julián, donde vivieron con gran pasión su relación. Por otro lado, fue donde empezó a desmoronarse la vida de la tonadillera, el lugar donde aquel 2 de mayo de 2007 accedían miembros de la policía para proceder a su detección, imputada por presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.

Ya en el 2005 la villa se ponía a la venta en la inmobiliaria de Kristina Seckelli por el doble del precio al que la compraron. En aquel momento, Julián Muñoz, aún con poder en la ciudad, se ponía personalmente en contacto con esta lujosa inmobiliaria de Marbella para comunicar que deseaban poner en venta Mi Gitana. En esas fechas, Julián dijo al agente que llevaba esa propiedad: “Vamos a vender también la casa de la Moraleja. Queremos retirarnos a Cantora, estar tranquilos”. Pero al final ha sido otra inmobiliaria la que acabaría vendiendo el inmueble en el 2015. Según ha sabido este portal, ahora la nueva villa se construirá acorde a la exclusividad reinante en Puerto Banús y su orientación será diferente: “Se van a aprovechar al máximo las vistas al mar que tiene”. Su nuevo ocupante, adepto al 'feng shui', ya ha dado órdenes para equilibrar el entorno de La Pera.

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