El padre Ángel niega haber heredado un euro de Lina Morgan

“El testamento de Lina Morgan no le importa a nadie y no voy a hablar de esto con nadie”. Al otro lado del teléfono, la respuesta de Daniel Pontes, chófer y hombre de confianza de Lina Morgan, es contundente. No hay réplica que valga. No va decir una sola palabra sobre la herencia de una de las actrices cómicas más famosas de la historia de nuestro cine, teatro y televisión. Sin embargo, a pesar de Pontes, su testamento es, desde que falleció la intérprete el pasado mes de agosto, uno de los secretos que más expectación levanta. El hermetismo que ella misma decidió mantener durante su larga enfermedad ha contribuido más (si cabe) a que este halo de misterio vaya in crescendo. Actualmente tratar de mantener oculta la millonaria herencia de la difunta es, sin duda, una ardua tarea para el albacea de Lina.

Los primeros datos sobre las últimas voluntades de la actriz ya habían empezado a sonar estas últimas semanas. Desde su fallecimiento se especuló con que sería Pontes, su fiel escudero, el mayor beneficiario de un reparto que también incluiría al padre Ángel y su ONG Mensajeros de la Paz, a una congregación de religiosas cercana a su domicilio que visitaba con frecuencia y a la parroquia a la que siempre fue de pequeña cuando vivía en el madrileño barrio de La Latina. Sin embargo, lo que empezaron siendo suposiciones han terminado siendo solo eso.

Hasta la fecha el padre Ángel, a quien siempre se incluyó en el reparto de los bienes de Lina por la estrecha amistad que mantenían, no ha tenido constancia de que vaya a recibir ni un solo euro. Así lo confirma él mismo en conversación con Vanitatis. “Yo ya sabía que no iba a dejarme nada. No me ha pillado por sorpresa, de verdad. Si no fuera así, se me notaría, pero es que estoy muy tranquilo. Nunca pensé que la herencia de Lina me llegara a mí. Lo que me llegó de ella fue su cariño, que es lo mejor”. Con esa cautela que le caracteriza, el religioso evita entrar en la controversia que han despertado las últimas voluntades de Lina. “Yo tuve lo mejor de Lina que fue estar con ella y quererla mucho. Ya está. Yo estoy muy feliz y si nos hubiera dejado algo, también lo estaría, pero la verdad es que es mejor así”, sentencia el padre con esa amabilidad y prudencia con la que siempre se dirige a los medios de comunicación.

- Pero ¿ha hablado usted con Daniel Pontes sobre la herencia?

- No, no, no. Yo no he hablado con él de eso nunca. Me parece un asunto feo; bueno, no sabría cómo definirlo... Pero no, nunca hablamos de dinero.

El premeditado retiro de Lina

Aunque el padre Ángel asegura que no sabe de dónde ha salido eso de que él era uno de los herederos, lo cierto es la idea no es tan descabellada teniendo en cuenta que él era de las únicas personas que mantenían el contacto con Lina Morgan tras su enfermedad. Desde que surgieron las primeras complicaciones con su estado de salud, la actriz ordenó a Pontes que impidiera las visitas, una orden que su mano derecha cumplió a rajatabla hasta con el religioso, con quien Lina hablaba por teléfono y cruzaba algún mensaje.

Él fue además una de las únicas tres personas que subieron al escenario a velar el cuerpo de Lina cuando el féretro se instaló en el Teatro de la Latina para dar el último adiós a la cómica. El padre Ángel, Daniel Pontes y Jesús Cimarro, el dueño del teatro, fueron los tres que lloraron la pérdida de la actriz a ojos de todos. Ni rastro de sus sobrinos, su familia, a quienes prohibió acudir a su velatorio antes de fallecer.

Ninguno de ellos parece que recibirá parte de la millonaria herencia de la actriz. Una herencia cifrada en casi 40 millones de euros, que todo parece indicar que irán a parar a manos de Daniel, su amigo y confidente. El misterio sigue rodeando a Lina Morgan. También tras su muerte.

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