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La enésima demanda de paternidad en la nobleza española: dos millones en juego
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una supuesta hija del marqués de escalona

La enésima demanda de paternidad en la nobleza española: dos millones en juego

Un bufete de abogados de Osuna (Sevilla) ha presentado pruebas, como fotografías y escritos, para demostrar que ella era hija biológica del marqués, que murió hace más de una década

Foto: Rafaela, supuesta hija del marqués de Escalona (Fotomontaje de Vanitatis)
Rafaela, supuesta hija del marqués de Escalona (Fotomontaje de Vanitatis)

Es cocinera jubilada, tiene 69 años y podría ser la hija del difunto marqués de Escalona. Según informaba 'ABC' Sevilla, un juzgado de Primera Instancia de Córdoba ha admitido a trámite la demanda de paternidad de Rafaela Santiago, una ciudadana de Cabra (Córdoba) que afirma ser la hija de Alonso de Heredia y del Rivero, ya fallecido. Según ha confirmado Vanitatis, la supuesta hija biológica del marqués reclama también su parte de la herencia, que rondaría los 2 millones de euros. Un bufete de abogados de Osuna (Sevilla) ha presentado pruebas, como fotografías y escritos, para demostrar que ella era hija biológica del marqués, que murió hace más de una década. Al haber fallecido este, la demanda está dirigida a su hijo y actual marqués, Alonso Heredia y Albornoz, que tendría que someterse a una prueba de ADN. Vanitatis se ha puesto en contacto telefónico con la protagonista de esta dramática historia. “He sufrido mucho en la vida”, ha asegurado, entre sollozos, la propia Rafaela a este medio, confirmando que incluso llegó a “pedir ayuda al secretario del Rey, que me recomendó de forma muy educada que me buscase un abogado de oficio”.

Al ser preguntada por su historia, que incluye hospicios, centros religiosos que hacen las veces de familia, un matrimonio forzado o incluso la pérdida de un hijo, Rafaela comienza narrando cómo se conocieron sus padres. “Mi madre, que nunca supe claro quién fue porque mi tía, que también era mi madre adoptiva, no me lo quiso decir, conoció al marqués, mi padre, en Santander. Él era de un pueblo de Oviedo y tenía propiedades allí. Por entonces estaba casado con Isabel de Albornoz, así que se cuidó de que nadie supiera que tenían una relación. Cuando mi madre le dijo que se había quedado embarazada hicieron un arreglo para deshacerse de mí y me adoptaron Daniela Real, hermana de mi verdadera madre, y Rafael Santiago”. Todo esto aparece relatado en la demanda, pero será un juez quien determinará si es o no verdad.

Pese a lo que pueda parecer, aquella adopción no se tradujo, según la protagonista de esta historia, en una estabilidad, ya que la familia materna no quiso ocuparse de ella y la paterna, para ocultar su nacimiento, la dejó a cargo de una comunidad religiosa barcelonesa. “La mayoría de los días yo estaba en la Trinidad Bella con el padre Manel. Esa era mi verdadera familia, con los que yo llegué a trabajar de voluntaria siendo una niña. Eso sí, a los dos años tuve un tumor en una pierna y me curaron los mejores médicos. Después volví a un colegio de monjas y a los siete años mis padres adoptivos se instalaron en Barcelona, así que, después de esos años en el colegio, pude ir a dormir con ellos cada noche”. A pesar de todo, como si se tratase de un cuento de los hermanos Grimm con episodios de una crueldad sobrecogedora, Rafaela vivió sin hogar fijo, teniendo la sensación de que nadie la quería: “Vivía como un gato cuando lo dejan por los tejados”.

Su drama no acaba ahí ya que, a los 15 años, fue casada a la fuerza sin conocer a su marido. “Me casaron por poderes cuando tenía edad y mi marido me llevó a vivir a Holanda. Tuve seis hijos con él y pasaron años hasta que pude volver a Barcelona”, asegura ella. Fue pasados los años cuando pudo enterarse de que ella era, supuestamente, la hija de un noble. Pese a que ya tenía indicios de la verdad acerca de su origen, a causa de los rumores que corrían alrededor de ella, la encargada de decírselo fue su madre adoptiva, la supuesta hermana de su madre biológica. Cuando ya se encontraba en su lecho de muerte, quiso hablar con ella: “Cuatro meses antes de morir me dijo que tenía que ir a verla. Me dijo: “Tanto que me has preguntado si yo soy tu madre, tengo que decirte que no lo soy. Tu padre es el marqués de Escalona”. Sobrecogida, Rafaela confiesa que no pudo evitar llorar en ese preciso momento. “Le dije que no lloraba por enterarme de que no fuese mi madre, sino porque jamás me había dado un beso. Ella se incorporó de la cama y me dio un abrazo”. La protagonista de esta historia tenía entonces 54 años y la vida ya le había pasado varias facturas. No fueron las únicas: “Poco después perdí a uno de mis hijos. Otro gran palo”, asegura.

Preguntada acerca de si ha intentado ponerse en contacto con su supuesto hermano, el actual marqués de Escalona, ella no duda en afirmar que así ha sido. “Una vez subí al cortijo donde vive a llevarle una carta para intentar hablar con él. Fue su nieto el que me abrió y además se parecía mucho a mí. No pude ver a mi supuesto hermano, pero fue un momento que nunca olvidaré”. Tras ser admitida la demanda de paternidad, la evolución de esta podría hacer que Alonso Heredia y Albornoz, el actual marqués de Escalona, tenga que someterse a una prueba de ADN, algo que, según Rafaela, “nunca ha querido hacer. Él dice que no es mi hermano”. Vanitatis ha intentado ponerse en contacto con él, pero no ha sido posible.

Será un juzgado de Córdoba el que decida si es hija o no del marqués fallecido, aunque, según el abogado que lleva el caso, Francisco Rosa, “hay bastantes indicios”. Con indicios o sin ellos, con pruebas o sin ellas, serán los tribunales los que decidan si esta historia dickensiana y de ecos trágicos tiene un final feliz. Al menos para Rafaela.

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Es cocinera jubilada, tiene 69 años y podría ser la hija del difunto marqués de Escalona. Según informaba 'ABC' Sevilla, un juzgado de Primera Instancia de Córdoba ha admitido a trámite la demanda de paternidad de Rafaela Santiago, una ciudadana de Cabra (Córdoba) que afirma ser la hija de Alonso de Heredia y del Rivero, ya fallecido. Según ha confirmado Vanitatis, la supuesta hija biológica del marqués reclama también su parte de la herencia, que rondaría los 2 millones de euros. Un bufete de abogados de Osuna (Sevilla) ha presentado pruebas, como fotografías y escritos, para demostrar que ella era hija biológica del marqués, que murió hace más de una década. Al haber fallecido este, la demanda está dirigida a su hijo y actual marqués, Alonso Heredia y Albornoz, que tendría que someterse a una prueba de ADN. Vanitatis se ha puesto en contacto telefónico con la protagonista de esta dramática historia. “He sufrido mucho en la vida”, ha asegurado, entre sollozos, la propia Rafaela a este medio, confirmando que incluso llegó a “pedir ayuda al secretario del Rey, que me recomendó de forma muy educada que me buscase un abogado de oficio”.

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