Esperanza Aguirre sobre su matrimonio: "He pasado tres crisis, pero las he superado"

Esperanza Aguirre lleva más de treinta años en la política Este lunes 24 de abril presentó su dimisión tras el ingreso en prisión de Ignacio González. Se ha caracterizado por ser una mujer locuaz e incluso desde su partido han criticado que no fuera más cauta ante determinadas cuestiones que afectaban a su relación con Mariano Rajoy u otros cargos del PP, como fue Ruiz-Gallardón o ahora María Dolores de Cospedal. En cambio es mucho mas prudente a la hora de responder a preguntas relativas a su vida privada, como pueda ser la relación con su marido, con el que lleva casada cuarenta años, o con sus hijos y sus nietos. Respecto a si alguna vez sintió ser una madre ausente, lo tiene claro: “No, porque tuve la suerte de que mis hijos tuvieran un padre que los ha criado en mi ausencia”.

Aguirre participó en una almuerzo en el restaurante Lucio organizado por la peña periodística Cuarto Poder en el que también se habló de la pareja de moda: Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. La exlideresa mantiene con ellos una buena amistad, igual que con Patricia, la exmujer del nobel. En este sentido explicó que “no soy buena juez porque tengo amistad con los tres. Isabel se lo merece. Están viviendo un gran amor y en su caso después de tres años de dedicación total a Miguel Boyer. Sé de mujeres que no lo habrían hecho con tanta entrega. Es una pareja que me gusta y para los que vamos cumpliendo años sirven de ejemplo para los que pensamos que la edad no importa para enamorarse”.

Explicó que también se puso en contacto con la parte sufridora. “A Patricia (Llosa) le envíe un mensaje en el que la decía que lo sentía. Me duele cuando los amigos se separan, pero la vida es así”. Al preguntarle si ella sería capaz de perdonar una infidelidad no se mojó demasiado. “No sé lo que haría, la verdad” y remató la frase con el refrán “ojos que no ven, corazón que no siente”. Al hacer la pregunta a la inversa, Aguirre prefirió utilizar el título del concurso televisivo, “pasapalabra”.

De sus cuarenta años de matrimonio con Fernando Ramírez de Haro reconoció que han tenido subidas y bajadas. “Claro que hemos pasado crisis importantes. Que yo recuerde tres. Hay veces que se superan y otras no. En nuestro caso el equilibrio es positivo. Lo que nunca puedes hacer es confiarte”. De su marido dice que le gusta “lo guapo que es, lo educado y, sobre todo, el sentido del humor”.

En ese momento y al preguntarle si su falta de entendimiento con el presidente en funciones era precisamente por esa carencia de humor, respondió que “todo lo contrario. Rajoy sí lo tiene. En cambio, la alcaldesa Carmena, cero; nada de nada. Enfocaría la vida de otra manera. Carmen es cordial en el trato, muy educada y nada más. Yo he tenido mucho 'feeling' con muchos de mis adversarios políticos. Y he de anunciar que aunque se piense que Gallardón y yo nos odiamos, no es así: nos queremos”.

Terminó el almuerzo recordando el cáncer que padeció hace unos años y del que ahora ya solo se tiene que hacer revisiones anuales. “Siempre le estaré agradecida al doctor Martín del hospital Gregorio Marañón, que me dijo que no me hacía falta químio ni amputarme el pecho. Ese día lloré”.

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