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Nobles, piedras preciosas y el Ayuntamiento de Málaga: un negocio “redondo” que ha terminado en los juzgados
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LA OPOSICIÓN HABLA DE “ASUNTO TURBIO”

Nobles, piedras preciosas y el Ayuntamiento de Málaga: un negocio “redondo” que ha terminado en los juzgados

El consistorio malagueño apela a los nobles que forman el consejo asesor de la entidad para solucionar el fiasco de Art Natura que ya ha llegado a los tribunales y acumula una deuda millonaria

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Intentemos poner luz sobre un asunto que acumula carpetas llenas de facturas, denuncias cruzadas, contratos incumplidos y una comisión de investigación a punto de iniciarse en el Ayuntamiento de Málaga para investigar el contrato que se firmó por el alcalde, Francisco de la Torre, con la entidad Royal Collections, conocida como la empresa de los nobles. Esta agrupación está presidida por el marqués de Almazán, Carlos Gereda de Borbón, junto con otros notables aristócratas, como Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla; Alonso Álvarez de Toledo y Merry del Val, marqués de Martorell; Íñigo Castellano Barón, conde de Fuenclara; Javier Castellano Barón, conde de Valhermoso y de Nieva, y Carlos Fitz-Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba, aunque según indican Vanitatis, a pesar de que en la web sigue apareciendo como vocal, este último dejó la entidad hace dos años como así se lo comunicó y acreditó documentalmente al ayuntamiento.

Un consejo asesor de alta alcurnia para una empresa cuya actividad es organizar por todo el mundo exposiciones exclusivas con fondos en los que destacan la mayor colección de piedras preciosas del mundo o esculturas de oro y plata de Picasso o Dalí, así como obras inéditas de Gaudí. En su currículum cuentan con experiencia en exposiciones en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia, en Emiratos Árabes o Estados Unidos. Precisamente la exposición de gemas que hicieron en Valencia fue lo que llamó la atención del alcalde de Málaga, quien les llamó para poner sobre la mesa un contrato que fue el gancho perfecto: 20.000 metros cuadrados libres en La Tabacalera, un edificio situado en Málaga que el consistorio se comprometió a rehabilitar para que la sociedad montara allí Art Natura, un complejo de tres museos, y explotara los locales a su alrededor durante diez años. Iba a ser el gran proyecto cultural de la ciudad. Sin embargo, lo que en su momento fue considerado como un “negocio redondo” se ha convertido en un “negocio ilegal y un abuso rodeado de impunidad” en palabras de Fulgencio Alcaraz, vicepresidente de Art Natura. El acuerdo se cerró en 2006 con la idea de que el espacio se abriera en 2008. Incluía un canon a pagar por el ayuntamiento de 8 millones. Hasta 2011 se abonaron unos 5 millones, que es la cantidad más IVA que ahora reclamael alcalde.

Según la versión de Alcaraz, ellos (Art Natura) entregaron un proyecto con un diseño de tres museos: uno de gemas, el de las Ciencias de la Tierra y el de Ciencias de la Vida. Retrasos en las obras, cambios en los planos iniciales… El consistorio dice haber invertido 20 millones en las obras para rehabilitar los edificios, mientras los aristócratas de Royal Collections afirman que el proyecto no se concluyó. La empresa afirma que no les entregaron los edificios sino una sola habitación sin las medidas de seguridad requeridas para acoger una valiosa colección de piedras preciosas. “Nunca nos dejaron entrar. Suponíamos que se iba a inaugurar, pero aquello nunca llegó. Se han gastado millones de euros en obras innecesarias. El ayuntamiento nunca nos dio dinero a nosotros sino para el pago del personal o las campañas de promoción cuya finalidad era promocionar y publicitar al ayuntamiento y, por tanto, a su alcalde. Las tensas relaciones se rompieron cuando nos cansamos de poner dinero y queríamos resolver el contrato el 9 de diciembre de 2010, a lo que se negaron. Amenazamos con hacer públicos los sobrecostes de las obras y ellos reaccionaron reclamando el dinero que según ellos le debemos”, explican. El ayuntamiento reclama a Royal Collections unos 7,2 millones de euros. La empresa dice haber adelantado facturas por 7,5 millones de euros, que restados a los 5,6 millones anteriores dejarían un saldo de 1,82 millones de euros más daños, perjuicios y lucro cesante que dicen haber sufrido.

La comisión de investigación que nunca empieza

Con el PP en minoría ha salido adelante la puesta en marcha de una comisión de investigación que, según Fulgencio, reclaman hace años y para la que asegura estar preparado. En paralelo caminan tres demandas que han interpuesto en los juzgados que dicen estar paralizadas. Fulgencio dice tener preparadas siete carpetas iguales para la Fiscalía y para los grupos de la oposición. Pero nadie le llama. La empresa no puede disolverse mientras exista un pleito pendiente. El rastro que queda de ella es una web y algunos apuntes sobre el conflicto que finalizan en 2014. Sus actividades ahora se centralizan a través de otra fundación constituida hace 16 años con similar objetivo. El consistorio acordó en abril de 2012 la resolución del contrato tras haber intentado que abrieran los museos. Ahora su objetivo es recuperar el dinero gastado. Además de intentar embargar los bienes de la empresa, su último paso ha sido enviar una carta “informativa” a cada miembro del consejo para que conozcan la situación y para que “quizás” medien en la resolución del conflicto. De momento, según las fuentes consultadas, no van a dar un paso.

Mientras la oposición en el ayuntamiento apremia al alcalde para que inicie la comisión de investigación y conocer qué hay detrás de este asunto tan turbio que algunos, como el portavoz de Izquierda Unida, ha calificado como “el proyecto de un alcalde megalómano”. El partido socialista llama la atención sobre el entramado de empresas que cobraron facturas del ayuntamiento, como el caso de Geregar 2005 (dedicada a perfumería y gabinete de estética) y que facturó por costes de personal 50.478 euros a cargo del canon que abonó el consistorio. Esta sociedad tenía contratado a Carlos Gereda de Borbón, marqués de Almazán y presidente de Royal Collections, como asesor para la búsqueda de patrocinios para el centro expositivo Art Natura. Vanitatis ha intentado hablar con él sin resultado. Entre el montón de facturas figuran también las de la empresa Alvato, propiedad de Alonso Álvarez de Toledo, marqués de Martorell, que acumula facturas cobradas a cargo del canon municipal por valor de 110.000 euros en concepto de coste de personal sin especificar los resultados obtenidos. Todo un entramado para realizar trabajos de asesoramiento, difusión, traducciones y patrocinios de un museo que nunca llegó a abrirse y sobre el que hay que poner luz y taquígrafos.

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Intentemos poner luz sobre un asunto que acumula carpetas llenas de facturas, denuncias cruzadas, contratos incumplidos y una comisión de investigación a punto de iniciarse en el Ayuntamiento de Málaga para investigar el contrato que se firmó por el alcalde, Francisco de la Torre, con la entidad Royal Collections, conocida como la empresa de los nobles. Esta agrupación está presidida por el marqués de Almazán, Carlos Gereda de Borbón, junto con otros notables aristócratas, como Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla; Alonso Álvarez de Toledo y Merry del Val, marqués de Martorell; Íñigo Castellano Barón, conde de Fuenclara; Javier Castellano Barón, conde de Valhermoso y de Nieva, y Carlos Fitz-Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba, aunque según indican Vanitatis, a pesar de que en la web sigue apareciendo como vocal, este último dejó la entidad hace dos años como así se lo comunicó y acreditó documentalmente al ayuntamiento.

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