El 'hat trick' de un desconocido donjuán llamado Dani Muriel

Para la mayoría de espectadores Daniel Muriel es Miguel, ese joven atractivo de 'Escenas de matrimonio' que con su compañera Miren Ibarguren encarnaba lo mejor del amor: discusiones tontas y efímeras que siempre acababan con una reconciliación no apta para menores. La suya era la relación más envidiada por la audiencia y él ese chico que solía lucir tableta en cámara y que con su actitud pusilánime y timorata se convertía en el candidato a yerno perfecto.

Pero ¿qué queda ahora de ese personaje? Como suele ser habitual, entre ese Miguel y Daniel Muriel todo parecido con la realidad es pura coincidencia. El vallisoletano se ha revelado como un 'sex symbol' español capaz de hacer besar el suelo por el que pisa a algunas de sus compañeras de profesión. La última en beber los vientos por el actor, Candela Serrat, hija del cantante Joan Manuel Serrat, que a juzgar por las imágenes publicadas este miércoles en la revista 'Diez Minutos' está muy enamorada de su colega de la serie 'Seis hermanas' (TVE).

La suya sería una relación más entre dos actores si no fuese porque Dani acaba de romper con su última conquista, la actriz Cristina Castaño, con la que comparte escenario en la obra 'Cabaret'. No ha habido tregua entre los dos romances y la forma en la que se ha descubierto el idilio con Candela recuerda mucho a cómo sorprendió su relación con la actriz pelirroja. Y es que cuando Dani hizo de su amistad con Cristina algo más, no está del todo claro que antes hubiese roto con su novia Flora González, la chica del tiempo de Telecinco, con la que llevaba saliendo cinco años. Los tiempos y cómo se desencadenaron las informaciones parecían reveladores en esta historia, pero la propia Flora se apresuró a desmentirlo para evitar especulaciones: “Dani no me ha sido infiel porque ya no estábamos juntos. Él había roto nuestra relación. En los últimos tiempo habíamos atravesado altibajos, sufrimos muchos malentendidos y decepciones”, explicaba la periodista a 'ABC' y añadía: “Los dos (Daniel y Cristina) pasan entre seis y ocho horas al día juntos. En escena se besan continuamente y, fuera del escenario, salen a cenar con amigos, se divierten… ¿Que si están juntos? No lo sé ni lo quiero saber. A ambos les deseo lo mejor juntos o por separado”.

Ahora, solo cinco meses después de aquellas palabras, Dani vuelve a conquistar a otra compañera de rodaje. Su historia con Castaño parece que fue agua pasada y ha decidido intentarlo de nuevo con la hija de Joan Manuel Serrat, con quien ya se le ha visto besarse apasionadamente por las calles de Madrid. Su historial sentimental se ha convertido en la comidilla de los camerinos y, cómo no, de la prensa rosa que acaba de descubrir a un donjuán en estado puro.

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