A la venta el Polana, la sala de fiestas por la que desfilaron desde Jorge Javier a Ana Obregón

No es el culmen del 'glamour', pero por su pista han pasado Carla Antonelli, Jorge Javier Vázquez o María Teresa Campos. Se trata de la Sala Polana, que ocupa un lugar preeminente en el madrileño barrio de Chueca y aún hoy se celebran allí los premios Why Not, que cada año ofrecen galardones al famoseo patrio. Todo eso podría cambiar a partir de ahora. Según ha podido saber Vanitatis, sus gestores acaban de ponerla a la venta. El precio para hacerse con esta joya del ocio nocturno madrileño no está al alcance de cualquier bolsillo. Según fuentes cercanas a los dueños, estos están pidiendo más de tres millones de euros por hacerse con ella. Actualmente, soporta una hipoteca de casi 10.000 euros al mes.

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La historia de Polana se remonta a principios de los años 60, cuando Manolo Caracol, en pleno éxito postrero, consolidado ya como uno de los grandes artistas flamencos de nuestro país, quiso abrir en el centro de Madrid un tablao flamenco llamado Los Canasteros. El lugar, inaugurado por Franco, fue un nido de artistas, toreros e intelectuales, que se daban cita allí para tener extensos debates y disfrutar de prolongadas noches de fiesta flamenca. Cuenta la leyenda que el que fuese pareja artística de Lola Flores suplicó ante el Generalísimopara que le dejase abrir el local. También que se puso de rodillas ante él. Sin embargo, desde la muerte de Caracol, en 1976, sus amigos se han afanado en desmentirlo categóricamente.

Mucho cambió el local desde los tiempos de Caracol. Transformado en una discoteca llamada Polana y situado en la calle Barbieri número 10, su pista se ha convertido en un lugar en el que uno se puede cruzar con muchos famosos o gente celebrando estruendosas despedidas de soltera. También es el escenario de los premios Why Not, que otorgan galardón a actores, famosos televisivos, programas de radio o de la pequeña pantalla. Así es como personajes tan dispares como Emma Ozores (como actriz), Carla Antonelli (por su labor a la hora de lucharpor los derechos del colectivo LGTB) o Jorge Javier Vázquez (por su libro 'Iba en serio') han recibido algún trofeo encima de su escenario, que sigue conservando la forma de cueva que tenía en aquellos tiempos en los que era un tablao flamenco.

En los últimos días, esta sala mítica, de 600 metros cuadrados y completamente equipada con escenario, ha sido puesta a la venta. El local posee licencia hasta las 5,30 horas de la mañana, tiene escenario para teatro y la posibilidad de hacer terraza exterior de 120 metros cuadrados. Sus propietarios también venden cuatro pisos encima de la sala que forman parte del edificio. En total suman 196 m2 divididos en cuatro fincas registrales diferentes. Los pisos tienen unas superficies de 68,23m2, 54,67m2, 56,89m2 y 45,67m2. Al parecer, se venden aparte o en conjunto con la sala y el precio total es negociable a pesar de que se piden 3.800.000 euros por todo.

Ante la venta de tan mítico local, caben muchas preguntas. Algunos de los asiduos de la sala no saben si esta seguirá conservando su aureola de leyenda folclórica o se reconvertirá en otra cosa. Lo cierto es que sus compradores se enfrentarán a cinco décadas de historia del ocio nocturno madrileño y del famoseo más cañí y autóctono de este país.

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