Las razones por las que Borja Thyssen retiró 'in extremis' su Goya de subasta

La subasta de la obra 'Una mujer y dos niños junto a la fuente', cuadro firmado por Goya y propiedad de Borja Thyssen, era el atractivo primordial que presentaba el jueves la casa de subastas Christie´s en Londres. Una hora antes de la apertura pública de la puja, la firma anunciaba la retirada del lienzo sin dar explicaciones oficiales de las razones, porque tampoco tenían autorización, como informaban desde la misma entidad a Vanitatis.

Desde el departamento de Comunicación de Christie´s explicaban que “no suele ser lo cotidiano, pero sí es cierto que estas decisiones de última hora son más habituales de lo que se cree. Son acuerdos privados y, por lo tanto, cada contrato que se hace con los propietarios tiene cláusulas determinadas y concretas. Y más aún cuando se trata de una obra de estas características”.

El precio de salida del Goya era de 4,6 millones de euros y la cifra final podía ser predecible (en torno a los seis), pero nunca concreta ya que en estos casos todo depende de la demanda. Según fuentes conocedoras del negocio, “era el atractivo fundamental de la subasta y había interés por la pieza”. Y no solo eso, sino que había despertado runrún mediático dada la titularidad del cuadro, las deudas de su propietario con Hacienda (se le reclama más de un millón de euros) y los conflictos que en su día hubo entre la baronesa y su hijo precisamente por centrar la propiedad del mismo.

¿Por qué se ha arrepentido?

Si realmente Borja necesitaba liquidez, ¿cuáles han sido las razones para que en el último momento decidiera no subastar el Goya? Hay quien argumenta desde su entorno una justificación afectiva por parte del joven, al ser un regalo del barón. Y quien asegura también que Carmen Cervera le prestó el dinero a última hora para que no tuviera que desprenderse del cuadro.

Sin embargo, fuentes cercanas a los Thyssen aseguran que un comprador privado apareció a última hora con una oferta cerrada, de modo que no había que someter la pieza a puja ni hacer pública la cifra final de la venta.

Un cuadro con polémica

En los años de desencuentros, Carmen Cervera aducía que ese Goya era suyo y Borja que había sido un regalo de su padre adoptivo con motivo de su bautizo, aunque no figurara en ningún documento relacionado con la herencia. Era una donación verbal. Una vez que la relación maternofilial se solucionó, Borja se quedó con el cuadro. La decisión de subastar era la manera de solventar en gran medida sus problemas de liquidez y así saldar cuentas con Hacienda.

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Al menos así estaba planteada la estrategia que podría evitar en el futuro consecuencias irreversibles para Borja. La Fiscalía de Madrid solicitó hace unos meses dos años de prisión y una multa superior al millón de euros por un delito contra la hacienda pública. La baronesa confirmaba la noche que inauguró en el museo Thyssen la exposición 'Bulgari y Roma' referente a la subasta del lienzo que era “una decisión de mi hijo y por lo tanto no tengo nada que decir”. En cambio, sí declaró que se sentía muy molesta por el trato que la prensa daba a las deudas contraídas por su hijo con la Agencia Tributaria. “Eso todavía no ha pasado a los tribunales”, dijo.

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