Soraya Sáenz de Santamaría aparca en el carril bus de la Gran Vía para ir a Primark

Este lunes fue muy ajetreado para la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Más allá de sus responsabilidades al frente del Ejecutivo, la mano derecha de Mariano Rajoy tuvo que hacer un hueco en su apretada agenda oficial para desplazarse hasta la céntrica calle Gran Vía de Madrid para comprar en la popular tienda low cost Primark. El problema no está en el establecimiento elegido para renovar su armario o adquirir sus regalos navideños, aunque este detalle sí que está dando mucho juego en las redes sociales.

Lo que más ha llamado la atención es la “impunidad” con la que la ministra de la Presidencia hace que el coche oficial en el que circula aparque en el carril bus de una de las calles más transitadas de la capital, mientras ella se entretiene viendo las ofertas del local. A pesar de haber tardado tan solo 15 minutos en realizar su compra exprés, la opinión pública se ha cebado con ella. Un gesto que recuerda mucho al que tuvo Esperanza Aguirre cuando también estacionó su vehículo en el carril bus.

Sin embargo, a Soraya Sáenz de Santamaría no la amonestó la policía o los agentes de movilidad de la zona, como sí hicieron en su día con la expresidenta de la Comunidad de Madrid, que terminó arrollando con su coche a los agentes y dándose a la fuga. Un gesto, el de ambas, que para la mayoría de los ciudadanos podría ser constitutivo de falta y venir acompañado de su correspondiente multa, pero que, en su caso, se queda en mera anécdota con polémica incluida.

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