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La madre de los hijos de Jesé: “Vivimos los tres en una habitación de 15 metros”
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la joven rompe su silencio para vanitatis

La madre de los hijos de Jesé: “Vivimos los tres en una habitación de 15 metros”

Después de meditarlo, Melody Santana, exnovia del exmadridista, ha decidido romper su silencio y explicar el "tormento" que ha vivido al lado del padre de sus dos hijos

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Melody Santana Peña (Las Palmas, 1991) aún tiene que pellizcarse para confirmar que no está en medio de un mal sueño. Su realidad, por rocambolesca que parezca, pasa por tener que anunciarle a su expareja, Jesé Rodríguez Ruiz (Las Palmas, 1993), que ha sido padre a través de Instagram y asumir que también con este segundo vástago va a estar sola. Actualmente se encuentra pendiente de que se admita a trámite una demanda para conseguir que el jugador del París Saint-Germain reconozca a su bebé. Una situación que hace solo unos meses se antojaba increíble y que Melody aún no ha digerido. Parte de ese shock que sufre desde que Jesé se negó a reconocer a su hijo se hace patente cuando Vanitatis se pone en contacto con ella. La joven se queda literalmente muda cuando sabe quién está al otro lado del teléfono y, finalmente, se limita a pedir un número de contacto al que llamar cuando pueda recuperarse del susto.

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Dicho y hecho. A los pocos días la joven cumple su promesa y con los sentimientos más reposados accede a desvelar a este medio en exclusiva qué ha supuesto Jesé en su vida, qué tipo de relación mantienen y, sobre todo, por qué tuvo que comunicarle vía redes sociales que acababa de convertirse en padre de su segundo hijo. “No tuve otra forma de hacérselo saber. Hace cuatro meses cambió de número de teléfono y dejó de hablar conmigo. No tenía manera de contactar con él y no quería decírselo a través de un familiar. Quería hacerlo yo”, zanja la canaria.

Pero para entender bien qué llevó a Melody a comunicar así el nacimiento de su hijo Neizan es necesario empezar desde el principio, conocer los inicios de su relación con el deportista y los motivos que la llevan ahora a hablar con un medio de comunicación por primera vez en su vida. “Lo he pasado fatal. Todo esto ha sido un tormento para mí. No quiero fama ni venganza. Solo pretendo remover su conciencia y que reaccione”, explica.

Vanitatis también se ha puesto en contacto con el representante de Jesé, que ha explicado que solo informa sobre cuestiones deportivas y no personales.


La historia de su amor

Melody y Jesé se conocieron en el verano de 2010. Él tenía 17 años, ella casi 19 y les presentaron los hermanos de ambos, que curiosamente están casados. Los dos jóvenes enseguida congeniaron y comenzaron una relación estable que un año después acabaría en embarazo. Sin embargo, la noticia no llegó en el mejor momento. La pareja ya había empezado a tener los primeros roces y las discusiones y posteriores reconciliaciones se convirtieron en la tónica general de su noviazgo. Todo terminaría estallando por los aires con el nacimiento de su primer hijo y la prueba de paternidad a la que Jesé sometió al bebé nada más nacer cuando su entorno le hizo dudar de la que era su pareja. Unas dudas que se disiparon con los resultados de los test, que fueron positivos y que devolvieron al futbolista las ganas de luchar por su romance con la madre de su retoño.

Aquellas intenciones no pasaron de ahí. Los problemas entre ambos volvieron a surgir cuando el niño aún no había cumplido su primer año y se hicieron totalmente evidentes cuando a pocos días de celebrarse el bautizo de Jesé Junior, en 2013, el futbolista se echó para atrás y tuvo que suspenderse la celebración. “Me dejó tirada con todos los preparativos, así que no quedó más remedio que suspenderlo”, explica.

Sin embargo, aquel varapalo no logró borrar los sentimientos de una Melody que confiesa haber estado locamente enamorada de Jesé todos estos años. “En realidad, él nunca me ha dejado ir. Cada vez que me proponía rehacer mi vida lejos de él, él me buscaba y me hacía mil promesas. Yo estaba muy enamorada y al final por el bien del niño aceptaba volver”, explica la joven. Precisamente, era la actitud de su novio con el niño lo que enfadaba sobremanera a Melody: “Cuando estábamos bien, se portaba muy bien con el niño y estaba muy pendiente de él, pero cuando lo dejábamos pasaba absolutamente de todo. Le he pedido muchas veces que no mezclara lo que sentía por mí con el niño, pero no me ha hecho caso. Este 2016, sin ir más lejos, solo ha visto a su hijo cuatro veces y las únicas Navidades que ha pasado con él fueron las primeras. Ninguna más”.


Los primeros problemas

Tras varios años de tiras y aflojas, llegó el verano de 2015 y con él se destapó la relación de Jesé con Fátima Heredia, una joven canaria con la que estuvo saliendo varios meses. Fátima se instaló en la casa que el futbolista tenía en Madrid, pero Melody tardó un tiempo en enterarse. “A mí me llegaban rumores de otras relaciones constantemente, pero es verdad que ninguno hablaba de una chica concreta. Él siempre me decía que se trataba de habladurías y que como era famoso le iban a sacar novias todo el tiempo. Yo le creí. Tan ciega estaba que cuando nos encontrábamos en Madrid lo hacíamos en un hotel. Él decía que así estábamos más cómodos, pero luego supe que era porque las cosas de Fátima estaban en su casa”, recuerda con una agria sensación.

De hecho, tan simultáneas fueron las relaciones de Jesé con Fátima y la madre de su hijo que las dos mujeres abortaron un hijo suyo con apenas un mes de diferencia a finales de 2015. "Yo aborté en noviembre como consecuencia de una mallformación en el feto y Fátima lo hizo solo un mes antes de manera voluntaria. Jesé le insinuó en varias ocasiones que no lo tuviera y ella, al no sentirse apoyada, decidió interrumpir su embarazo", explica la joven canaria a este medio.


Pero, pese a todo, Melody no rompería definitivamente con Jesé y su relación seguiría adelante. El jugador ya le había hablado de boda y le propuso que se fueran a vivir juntos, promesas que, como muchas otras, finalmente nunca llegaron a cumplirse. “En febrero de 2016 me quedé embarazada y cuando se lo dije le noté nervioso. Él ya estaba con Aurah (Ruiz), pero yo no lo sabía. Él me decía que no estaba preparado para tener otro hijo, pero cuando le propuse interrumpir el embarazo me miró a los ojos y me dijo: 'Tú no vas a hacer eso porque yo no quiero que lo hagas' y luego me abrazó. Si lo llego a saber, yo no pido opinión a nadie. Este segundo embarazo lo he pasado fatal”, se lamenta Melody al borde del llanto.


La ruptura definitiva

Fue en junio de 2016 cuando todo saltó definitivamente por los aires. Jesé viaja a Canarias para estar unos días con Melody y Jesé Junior y, entre promesas y las compras que requiere un segundo bebé, la canaria le habla a su chico entre risas de un posible viaje a las Maldivas. Él aceptaría la idea, sí, pero no con ella, ya que solo unos días después de esos días en familia, el jugador y Aurah viajan a las islas del Índico para hacer oficial su amor.

Es justo en ese momento y al saberse traicionada públicamente cuando el corazón de Melody se rompe en mil pedazos y llena de desdicha llama a Jesé para descargar su furia: “Le dije de todo, pero él nunca me pidió perdón. Solo me dijo que se había equivocado y que me iba a querer siempre porque soy la madre de sus hijos. No lo he pasado nunca tan mal. Dejé de comer, me pasaba el día llorando… Pero tenía que seguir adelante por mi embarazo y por Jesé Junior. Solo le pedí una cosa, que respetara mi embarazo y no fue capaz de hacerlo”.

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Tras el viaje a Maldivas él intentó varios acercamientos con Melody, pero ella se negó y Jesé decidió romper todo contacto con ella. “El 22 de agosto fue la última vez que hablamos. Yo le escribí entonces por Instagran un mensaje en el que le decía que cualquier cosa que quisiera hablar de los niños la hablara directamente conmigo, pero, aunque vio el mensaje, nunca me contestó. Luego no volví a saber nada de él hasta hace unos días cuando, tras publicar la foto de Neizan, su abogado me dijo que recibiría un burofax para una prueba de ADN. Eso sí que lo ha hecho para hacerme daño porque sabe perfectamente que Neizan es hijo suyo, tal y como han desvelado los resultados. ¡Pero si hasta tengo los mensajes en los que decidimos juntos el nombre de nuestro hijo! ¿Eso lo hace alguien que cree que el niño no es suyo?”.

Entonces Melody se rompe. Los sollozos son perfectamente sensibles al otro lado del teléfono. Ella, que se define como una joven de familia humilde con ganas de pasar página, no soporta la idea de saber que tendrá que enfrentarse al padre de sus hijos en los juzgados. Al recordar algunas de las promesas que Jesé le ha hecho a su hijo de cuatro años, no puede disimular el llanto y tiene que guardar silencio hasta poder continuar con la historia. “Tengo que luchar por lo que les corresponde a mis hijos. Yo no quiero nada para mí, pero me gustaría que él se diera cuenta de que una habitación de 15 metros cuadrados no es el lugar adecuado para que se críen dos niños”, acierta a decir.

Pregunta: A pesar de todo, ¿te gustaría que Neizan tuviera relación con su padre?

Respuesta: Por supuesto que sí. Me dolería que no fuera así porque tiene derecho a tener un padre. Además mi hijo Jesé Junior no le perdonaría eso a su padre y ya bastante ha sufrido con solo cuatro añitos que tiene.

Aunque la suya ha sido una historia de amor con más nubes que claros, Melody es consciente de que sus hijos no deben pagar por los errores de sus padres y sueña con poder mantener una relación cordial con el futbolista el día de mañana. “Yo solo quiero estabilidad emocional para mis hijos y un régimen de visitas normal para el padre. Eso sí, al principio quiero que un juez ordene que un familiar supervise los encuentros de Jesé con los niños, porque su entorno no es sano. Él ha cambiado mucho con las nuevas amistades que se echó cuando le dio por cantar y no le veo preparado para cuidar de un niño. A pesar de eso, espero que todo esto se solucione y podamos llegar a un acuerdo. Aunque sea el peor hombre de la tierra y me haya dejado tirada con mis dos embarazos, es el padre de mis hijos y lo será siempre”.

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Melody Santana Peña (Las Palmas, 1991) aún tiene que pellizcarse para confirmar que no está en medio de un mal sueño. Su realidad, por rocambolesca que parezca, pasa por tener que anunciarle a su expareja, Jesé Rodríguez Ruiz (Las Palmas, 1993), que ha sido padre a través de Instagram y asumir que también con este segundo vástago va a estar sola. Actualmente se encuentra pendiente de que se admita a trámite una demanda para conseguir que el jugador del París Saint-Germain reconozca a su bebé. Una situación que hace solo unos meses se antojaba increíble y que Melody aún no ha digerido. Parte de ese shock que sufre desde que Jesé se negó a reconocer a su hijo se hace patente cuando Vanitatis se pone en contacto con ella. La joven se queda literalmente muda cuando sabe quién está al otro lado del teléfono y, finalmente, se limita a pedir un número de contacto al que llamar cuando pueda recuperarse del susto.

Exclusiva Jesé Rodríguez
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