El alto tren de vida de Jesé frente a la precaria situación de sus hijos

Cuando Jesé Rodríguez conoció a Melody Santana, él todavía era una promesa del fútbol. El jovencísimo canario que enamoró a la que luego sería la madre de sus dos hijos era un chico humilde que vivía con sus padres y sus cuatro hermanos en un modesto barrio de Las Palmas de Gran Canaria y que no imaginaba en lo que estaba a punto de convertirse. Con su ascenso desde las categorías inferiores del Real Madrid alcanzó su sueño y, tras debutar con el primer equipo, llegaron la popularidad y los contratos millonarios.

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Dicen quienes le conocen que a Jesé se le subió muy pronto la fama a la cabeza. Dejó seducirse por las discotecas más selectas de la capital y optó por instalarse en la misma urbanización en la que lo hacían otros jugadores merengues como Ronaldo, Arbeloa, James Rodríguez o Toni Kroos. La Finca y más concretamente la zona de Los Lagos se convirtió en su hogar y no precisamente por un módico precio. El jugador escogió una vivienda de alquiler con opción a compra que finalmente desestimó adquirir perdiendo buena parte del dinero invertido en contra de los consejos de su entorno.

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A lo largo de estos años el futbolista no ha visto oportuno destinar su dinero al ladrillo. Es de los pocos profesionales de este deporte que no tienen vivienda propia porque, en contra de las decisiones tomadas por el resto de sus compañeros, él prefiere estar de alquiler. Ya lo hizo en Madrid durante los seis años que estuvo instalado en la capital y lo ha hecho también en su tierra natal, donde se ha dejado conquistar por una exquisita propiedad cerca del faro de Maspalomas que, de momento, tiene alquilada. Allí se hospeda cuando viaja a la isla con todos sus amigos y ahora también con su novia, la 'extronista' de 'Mujeres, hombres y viceversa' Aurah Ruiz. “Yo nunca estuve allí y mi hijo Jesé Junior tampoco. Jesé la disfruta en verano y siempre por el mes de junio se inventaba cualquier excusa para discutir y que pasáramos el verano por separado. Luego me di cuenta de que era una estrategia perfecta para llevar a la villa a quien quisiera”, explica Melody en conversación con Vanitatis.

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Un hogar para sus padres

Sin embargo, aunque él ha preferido no tener un hogar en propiedad y decantarse por una exclusiva villa de alquiler en Las Palmas, sí ha querido tener un gesto con sus padres y regalarles un piso en su tierra natal. La única vivienda que hay a su nombre en el Registro es en la que viven sus progenitores, un piso que adquirió Jesé en 2011 y que está en una pujante zona de nueva construcción llamada Las Torres, no muy lejos del humilde barrio de La Feria, donde creció.

La finca de la que es titular Jesé tiene una deuda de 56.851,9 euros, correspondiente a los tributos que gravan la transmisión. Eso sí, está en los plazos legales para hacer el pago. El inmueble cuenta con 96 metros útiles, trastero y garaje, y como él ha declarado más de una vez, sus padres (Pascual y María) son los que viven en este lugar con algunos de sus hermanos (tiene cuatro). Jesé siempre quiso retirar a su padre, que era empleado en una farmacia, y tan pronto como firmó su contrato estrella con el Real Madrid, jubiló a su progenitor, al que adora.

Y es precisamente esta casa la sede de la única sociedad a nombre del futbolista: Jesero 10 SL, que tiene como objeto actividades de agencia de colocación. En la sociedad del actual jugador del París Saint-Germain aparece como apoderado su padre, ya que este recibe una cantidad mensual de esta entidad. El sueño se ha cumplido. Poco podemos decir de esta empresa, ya que no presenta cuentas, no tiene incidencias de impagos y no tiene ni ha tenido ninguna propiedad bajo sus siglas.

¿Cómo factura su vida como futbolista y su faceta como cantante? Es una incógnita. Lo único que se puede afirmar con certeza es que sus dos hijos no heredarán pisos.

Lo que niega a sus descendientes

Precisamente ese afán de no tener nada en propiedad es una de las cuestiones que Melody, madre de sus dos hijos, le sacó a relucir en más de una ocasión. Con un hijo de cuatro años y embarazada del segundo, la joven le pidió ayuda a su pareja para poder salir del domicilio de sus padres donde vive en una habitación de 15 metros cuadrados. Jesé en un principio aceptó alquilar un piso a su novia y a sus dos hijos, pero el alto precio de los arrendamientos en Fuerteventura, donde vive Melody, echaron para atrás al futbolista. Fue entonces cuando él mismo le propuso comprar algo en la isla, aunque, eso sí, sería a su nombre y no al de Melody ni al de sus hijos, una decisión que la canaria siempre vio justa y a la que no puso objeción alguna. Sin embargo, aquella promesa cayó en saco roto y aunque sí que es verdad que el representante de Jesé estuvo viendo con algunas inmobiliarias pisos de entre 180.000 y 200.000 euros, finalmente no quisieron comprar. “Era demasiado caro”, dice Melody que se excusó Jesé.

Lo que, en cambio, el futbolista no tuvo reparo alguno en pagar fue los 21.000 euros al mes que le ha costado el hotel en el que se ha hospedado desde que llegó a Francia para jugar en el Paris Saint-Germain. El deportista se trasladó a París en agosto, pero no ha sido hasta hace unas semanas cuando ha abandonado una lujosa habitación del Royal Monceau por la que pagaba cerca de 700 euros la noche. Un gasto que la prensa gala ha criticado con firmeza en varias ocasiones, hasta que el jugador se ha buscado un apartamento.

Pero su gusto por los buenos hoteles no es su única excentricidad. Quienes conozcan bien al futbolista y a su grupo de amigos saben que él y su pandilla son amantes del oro en todas sus vertientes. En su Instagram, Jesé posa muy orgulloso con muchas cadenas de oro XXL y hasta tiene una personalizada con sus iniciales.

Este es el legado que sí pueden heredar sus hijos. Oro, joyas, un modesto piso en Las Palmas y la rocambolesca historia de un humilde niño rico.

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