Los Koplowitz, Del Pino y Antonio López: el poder se da cita en Madrid

No suele ser habitual que Esther y Alicia Koplowitz acudan junto a sus hijos y nietos a una celebración social. En este caso se trataba de la entrega de Premios Pro Arte y Cultura que promueve la mecenas y pintora Mayte Spínola y que recibieron las empresarias junto a otros artistas como Antonio López, el escritor Javier Moro, Carolina Herrera y la fundación de Rafael del Pino. En este caso, fue su hijo Rafael, presidente de Ferrovial, el encargado de recoger la medalla de honor. La diferencia con otros actos de estas características que suelen organizarse en hoteles o lugares como recintos culturales fue que Spínola abrió los salones de su casa de los alrededores de Madrid. Y hasta allí se trasladaron los 200 invitados para festejar a los premiados que compartieron con el resto de asistentes un espléndido bufet. Como curiosidad, destacar que el cóctel no era de catering, sino preparado por la cocinera de la casa. No había sponsor promocional, sino que la propia mecenas y dueña corría a cargo de los gastos, de recibir a los amigos y que estuvieran a gusto. Como decía un invitado: "Aquí está el verdadero poder cultural y económico".

La encargada de presentar los premios Pro Arte fue Nieves Herrero. La periodista destacó la excelencia de esta segunda edición, donde los protagonistas fueron elegidos por un jurado formado por Ana de Francia, Carmen Posadas, Carmen Iglesias, Julia Saez-Angulo y Pedro Sandoval. Este pintor ha sido y es el maestro de Blanca Cuesta, cuya obra ya se cotiza a 9.000 euros. Como decía Sandoval con respecto a su alumna: "En Miami, por ejemplo, la gente que ha comprado su obra no tiene ni idea de que ella es la nuera de la baronesa Thyssen. Por lo tanto, la adquieren aquellos a los que les gusta". Sandoval pertenece, desde su fundación, a Cultura Pro Arte y explica que "se trata de una agrupación que preside Mayte donde los artistas más consagrados apoyamos a los noveles y los grandes coleccionistas aconsejan para la creación de nuevas colecciones y exposiciones".

Las hermanas Koplowitz lo recibieron en calidad de filántropas. Llegaron por separado. Esther vestida con un 'palabra de honor' con cola que le creó ciertas dificultades, tanto al caminar como al moverse, porque el escote no quedaba en su sitio y debía ajustar cada poco. Mientras estuvo sentada, el chal le sirvió de solución.

Alicia, por su parte, eligió un modelo más discreto de encaje en negro que adornaba con un impresionante collar de coral. A ninguna de las dos les gusta que las fotografíen aunque, en este sentido, la hermana pequeña lo llevó mejor que Esther, que pedía disculpas cuando algunos invitados querían fotografiarse con ella: “Es que salgo fatal. No me gustan las fotos”, se excusaba. Las dos acudieron acompañadas de sus familias. En el caso de Esther, por sus hijas y sus nietas, que estaban encantadas con el éxito de su madre y abuela. Esther Alcocer Koplowitz, físicamente una fotocopia de su tía Alicia, estuvo pendiente de sus niñas que ya son unas adolescentes tímidas y educadas y que se encontraban un tanto perdidas entre tanta gente adulta. Ni se quejaron, ni molestaron, como suelen hacer otros de su edad. Saludaban y sonreían, más de una vez sin saber de quién se trataba su interlocutor, pero como están bien enseñadas, no se notaba demasiado.

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Alicia Koplowitz tiene una de las mejores colecciones privadas de arte y el próximo 3 de marzo presta sus obras al museo Jacquemart-André de París para su exposición. Es la primera vez que estas pinturas se muestran al público y, seguramente, en un futuro cercano se podrán ver en España. La decisión de estrenar en París tiene que ver con la relación que la empresaria tiene con el mundo cultural y académico. En 2006 recibió la Legión de Honor y es patrona del Museo de Artes Decorativas de París.

A la fiesta cultural acudieron Ana de Francia, presidenta de honor; el marqués de Cubas, exmarido de Esther Koplowitz, con la que se lleva de maravilla; Ana Botella, que no echa de menos la política; la marquesa de la Merced, la coleccionista de arte colombiano Solita Mishaan, que en la edición anterior recibió su medalla; Fernanda Fraga; la cantante Glenda Gaby; la que fuera directora de RTVE Mónica Ridruejo, que ahora se dedica con éxito a la pintura; Joaquín Pareja Obregón; José Miguel Fernández Sastrón con su hijo Luis, igualito a su madre, Simoneta Gómez-Acebo; Paloma Segrelles y su marido Paco, junto a su hija Paloma; Enrique Cerezo; la mecenas Marisa Nufrio, que organiza exposiciones cuyo fin es recaudar dinero para el padre Ángel; la empresaria María Pilar Lorenzo; varios Entrecanales y Rafael del Pino, los duques de Aveyro y la familia de Mayte Spínola al completo. La mecenas es viuda del empresario Graciliano Barreiros, que junto con sus hermanos revolucionó el mundo de la automoción con los motores diésel, y tía de Miguel Baez el Litri y Carolina Adriana Herrera.

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