Marta Gayá mira para otro lado desde su casa de Suiza

De la noche a la mañana, Marta Gayá ha pasado de ser una mujer anónima para el gran público a formar parte de la información diaria por su relación afectiva con el Rey emérito durante la década de los noventa. Una grabación publicada por 'OK Diario' ha puesto nombre a la dama mallorquina y fecha a una etapa amorosa de la que Don Juan Carlos aseguraba “nunca he sido tan feliz”.

La noticia de la publicación de la grabación la recibió Marta en su casa de Suiza y aseguran que no le ha sorprendido. Es más, lo estaba esperando después de que se hiciera público el nombre de Bárbara Rey como “amiga entrañable” del monarca. No le da más importancia a la filtración salvo el trasfondo político que supone que un servicio secreto grabara al anterior jefe del Estado y que ahora sea del dominio público.

Marta Gayá no va a cambiar su vida por este asunto. Mantendrá su perfil bajo como hasta ahora y seguirá compartiendo amistad con Don Juan Carlos. A diferencia de la dama mallorquina que se ha tomado con filosofía su actual visibilidad, el padre de Felipe VI está muy molesto con las filtraciones y se pregunta qué será lo siguiente.

Hasta ahora, la identidad de Marta había permanecido más o menos silenciada, aunque su nombre formara parte de la vida cotidiana del monarca. El mundo del poder económico y social estaba al tanto, pero Marta nunca dio que hablar ni utilizó esta relación para medrar en ningún aspecto de su existencia. Aseguran que sigue siendo una persona muy importante en la vida del ex jefe del Estado, precisamente por esa lealtad que ha mantenido contra viento y marea durante tantos años. Es una amistad muy sólida que sigue funcionando actualmente y que se extiende a otros miembros de la familia de Don Juan Carlos como la infanta Pilar y Simoneta Gómez-Acebo, con las que comparte reuniones veraniegas.

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“Marta es impecable. Nunca ha hecho el menor comentario sobre su relación y no se explica a santo de qué sale ahora esta historia y sobre todo las mentiras que se están diciendo”, aseguran a Vanitatis. Esta misma fuente confirma que la dama mallorquina no se esconde porque no tiene por qué hacerlo. Aunque posee casa en Palma, en el paseo marítimo, y en Madrid, en el barrio de Chamberí, pasa largas temporadas fuera de España. Viaja a menudo a Miami, donde mantiene su grupo de amigos relacionados con el mundo del arte.

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