La hijastra del presidenciable francés, una de sus mejores bazas

Si en Estados Unidos tienen a Ivanka Trump, en Francia podrían tener a Tiphaine Auzières. Es la hijastra de Emmanuel Macron, a quien muchos ya ven en el Elíseo. Está tan implicada en la campaña electoral de su padrastro que ha llegado a dar mítines y organizar marchas en su favor. Sobre todo en el norte del país, de donde es el candidato y su familia, la que heredó cuando se casó con Brigitte Macron, quien fuera su profesora en el instituto, una mujer 20 años mayor que él.

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Cuando Macron, de 38 años, anunció su candidatura, los focos se fijaron en Brigitte, esa esposa de 57 años, elegante, estilosa y siempre sonriente que le acompaña a todas partes. Inaugurada la campaña electoral, los curiosos se dieron cuenta de que al lado de Brigitte siempre aparecía una mujer que era su copia en joven. Sí, Tiphaine, la hija menor del matrimonio (para Macron los hijos de Brigitte son sus hijos), una exitosa abogada que ha decidido tomar un papel relevante en la carrera hacia la presidencia francesa.

Su primera aparición pública fue en noviembre de 2016, no hace casi ni medio año. Y su presencia ha sido imparable. Tanto es así que esta misma semana ha salido a dar la cara ante unos actos vandálicos cometidos por seguidores de Macron en la zona norte en la que vive Tiphaine. Algunos miembros de En Marche!, el movimiento político que lidera Macron, destrozaron carteles de Marine Le Pen y François Fillon en Hauts-de-France, de donde es originaria la familia, y Tiphaine pidió disculpas en su nombre.

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La menor de los tres Auzière (hijos del banquero Andre-Louis Auzière, primer marido de Brigitte) se licenció en Leyes en La Sorbona y volvió a su pueblo, Touquet, donde ha vivido siempre. Ha tenido que pedir permiso en el importante bufete de Boulogne-sur-Mer donde trabaja para poder participar en la campaña de su padre, de la que es parte muy activa.

Como su madre, Tiphaine es una apasionada de los animales, sobre todo de los caballos. Feliz amazona, suele aprovechar los descansos para montar. En su perfil personal de Facebook aparece con su caballo, postea información relativa a la campaña de su padrastro y suele bromear con la notoriedad que han logrado los miembros de su familia. Incluso el perro, Figaro, a quien le han dedicado artículos en Francia. “Fifi busca agente”, escribió con ironía Tiphaine, “debido a su creciente popularidad”.

Figaro es el perro de Tiphaine, no de sus padres, tal y como ella ha declarado en contra de lo que muchos artículos han afirmado. A las puertas de la jornada electoral, en Francia se ha escrito todo sobre los candidatos, hasta de sus mascotas. Imaginen de sus familias.

Tiphaine está casada -su marido se llama Antoine- y es madre de dos niños, Elise y Aurèle. La joven no ha dudado en posar con toda su familia -perro Fifi incluido- para apoyar a su padrastro. Muchos son quienes apuestan a que Macron podría contratar a su hijastra si gana las elecciones. Y parece que su presencia ha caído bien, no solo en los medios, sino dentro de la familia.

Su hermana, Laurence (de apellido Auzière Jourdan), cardióloga de 40 años instalada en Vincennes, también en el Norte, ha acompañado a su padrastro en sus últimas apariciones públicas. Como toda la familia, Laurence es guapa, elegante y tiene estilo. Quien no ha aparecido ha sido Sebastien, ingeniero del que poco se sabe.

Las encuestas electorales dan unos resultados muy ajustados y parece que los candidatos tienen que poner toda la carne en el asador. Y qué mejor carta de presentación que unos hijastros guapos y entregados a la causa.

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