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La hija menor de Albano confiesa cómo se convirtió en un juguete roto con solo 20 años
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Regresa a Italia con polémicas declaraciones

La hija menor de Albano confiesa cómo se convirtió en un juguete roto con solo 20 años

Romina Carrisi Power ha confesado que cayó en las drogas y el alcohol para lidiar con la popularidad. Después de un proceso de desintoxicación en EEUU, está de vuelta en Italia

Foto: Romina Carrisi. (Gtres)
Romina Carrisi. (Gtres)

La polémica nunca pasa de largo por el clan de los Carrisi Power y eventualmente emergen episodios turbios, a menudo relacionados con las drogas, que salpican el nombre de Al Bano y Romina, como si fueran una caja de Pandora que parece no cerrarse nunca.

En esta ocasión, ha sido la pequeña de la familia, antes conocida como Romina Junior y ahora como Romina Carrisi Power, la que ha puesto el foco en la parte más oscura de su pasado al confesar que cayó en un bucle de alcohol y drogas cuando tenía solo 20 años, presa de la fama, después de su paso por 'La isla de los famosos’, el ‘Supervivientes’ italiano, reality en el que participó junto a su padre.

“No me gustaba a mí misma, no me aceptaba y empecé a beber y a tomar estupefacientes. Me había vuelto popular y la gente me reconocía, pero no por algo que hubiera hecho yo, sino por ser hija de quien soy”, ha confesado la joven, que ahora tiene 29 años, a la revista italiana ‘Gente’.

A pesar de que abandonó la isla expulsada por la audiencia en apenas el segundo programa, su controvertida historia familiar y sus apellidos, que siempre han sido su trampolín mediático, pesaron demasiado y fueron para ella motivo de crisis. Su camino para asimilar la fama y hacerse con una identidad propia, fuera del legado público de su familia ha sido tortuoso. “Soy joven, pero tengo la sensación de haber vivido tantas vidas”, reconoce.

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Y es que la suya no ha sido tampoco una vida de hija de padres famosos al uso, sino que ha ido más allá. Su familia pasó de ser una de las más queridas del mundo del espectáculo y emblema de la ‘felicità’ a ser la viva imagen del drama. Marcados por la tragedia y la desaparición, aún sin esclarecer, de la hija mayor, Ylenia Carrisi, la familia se adentró en una espiral de polémica tras polémica y el binomio Romina – Al Bano, que siempre había funcionado en los escenarios de medio mundo, comenzó a trasladarse al papel cuché y los platós de televisiones, donde se lanzaban dardos envenenados.

placeholder Los Carrisi-Power y su desaparecida hija Ylenia en un fotomontaje elaborado por Vanitatis.
Los Carrisi-Power y su desaparecida hija Ylenia en un fotomontaje elaborado por Vanitatis.

Las drogas, la clave de la ruptura

Y de nuevo con asuntos de droga de por medio, que escandalizan a la opinión pública de Italia y España, los dos principales escenarios de sus guerras sin cuartel. Si bien ahora es la hija menor la que ha confesado su pasado de excesos, en ocasiones anteriores fueron sus padres y su hermano quienes se afanaron en lavar los trapos sucios en público.

Albano llegó a decir en una entrevista en Telecinco que “la droga había acabado con su matrimonio” y que Romina “había sido una mala influencia” para él. En unas fuertes declaraciones explicó que Romina madre “se drogaba con su hija Ylenia” y no tuvo reparos en revelar que esta última le había confesado en una ocasión que había fumado marihuana.

Yari Carrisi, el único hijo de la familia, apoyando a su padre, también contó abiertamente que su madre “le ofrecía marihuana”.

Romina Carrisi relata ahora que siempre tuvo claro que “tenía que curarse ella sola” y que “era demasiado mayor para acusar a otros de la sensación de desolación que tenía”, por lo que dejó Italia y se trasladó a Los Ángeles para seguir un tratamiento de desintoxicación. “Mi madre siempre estuvo cerca, pero el camino fue todo mío”, reconoce.

Allí pasó seis años y empezó, “en parte como terapia”, su formación en interpretación, para cumplir su sueño de ser actriz. Después de varios pinitos en el mundo del arte como fotógrafa y poeta, acaba de inaugurar en Milán una exposición de fotografías autobiográficas. Explica que empezó a apasionarse por la cámara de pequeña, tomando instantáneas de sus familiares, pero ahora ella es la única que aparece en las imágenes. Ella misma es la retratista y la modelo de todas las fotos, con poses abstractas que muestran en blanco y negro toda su vulnerabilidad.

placeholder Albano y Romina. (Archivo)
Albano y Romina. (Archivo)

Ya no quiere ser Romina Jr.

“Quiero desvelarme sin tapujos. He querido contar cómo se siente uno cuando no consigue algo que desea mucho”, explica a la revista.

Ahora está de vuelta en Italia con el objetivo de encontrar el amor y con un propósito: emanciparse de sus padres y encontrar su camino con una identidad única, pero sin olvidar sus raíces. Por eso se ha deshecho del apelativo Romina ‘Junior’ y quiere que la llamen Romina Carrisi Power, aunque en Italia no es común llevar los dos apellidos, como homenaje a sus orígenes varipintos: los Carrisi, ligados a la tierra de la sureña Apulia, y los Power, divos de Hollywood.

Sus revelaciones han sorprendido a la prensa italiana, porque hasta ahora nunca se había implicado en las disputas y en la televisión son muchos los tertulianos que han salido en defensa de Al Bano, a quien consideran “un padre que lo da todo por sus hijos y que no se merece este tipo de declaraciones”.

Todos coinciden en que los Carrisi Power son ya expertos en reabrir viejas heridas que no acaban de curar.

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La polémica nunca pasa de largo por el clan de los Carrisi Power y eventualmente emergen episodios turbios, a menudo relacionados con las drogas, que salpican el nombre de Al Bano y Romina, como si fueran una caja de Pandora que parece no cerrarse nunca.

Albano Romina Power