División de opiniones entre los hijos del marqués de Griñón tras su boda secreta

Salvo con las tragedias universales, que sufre por ellas, es raro que Tamara Falcó pierda su buen humor por cuestiones familiares que a otros miembros sí les afectan. Por ejemplo, la boda secreta de su padre Carlos Falcó y Esther Doña, de la que se enteró días después de celebrarse, le parece bien.

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R.H.

Ya no había posibilidad de filtraciones y, por lo tanto el marqués se lo contó a sus cinco hijos, una vez que la pareja se dio el 'sí, quiero'. Mientras que a los mayores, Sandra y Manuel, no les convencen los amores otoñales de su progenitor, que ha cumplido 80 años, Tamara solo quiere que su padre sea feliz.

"Lo que haga con su vida bien hecho está. No soy quién para meterme con sus cosas personales. Es un adulto que toma sus decisiones. Quiero a mi padre y que sea feliz siempre", declara la joven a Vanitatis.

De la boda Tamara no sabía nada, pero tampoco lo sabía cuando el marqués y su novia se establecieron como pareja de hecho. En unas declaraciones a Vanitatis, aseguraba que "me parece poco romántico esa figura. De todas formas, lo que me ha dicho es que no es una boda, que es otra cosa". En esta postura coincidía también con su hermano Duarte, hijo de Fátima de la Cierva.

“Con Duarte tiene más relación”

La hija más dulce de Isabel Preysler no se ha ido aún de vacaciones porque prepara su estreno como diseñadora con su primera colección TFP by Tamara Falcó. Está muy ilusionada y con unos horarios de trabajo de doce a catorce horas, como ella misma explica.

De su nueva madrastra poco tiene que contar. Así se refería a ella: "Lo principal es que le cae bien a mi padre. Con Duarte tiene más relación porque pasan más tiempo juntos. Yo tengo menos tiempo para relacionarme con ella. Me manda mensajes y ya está".