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Carmen Martínez-Bordiú, obligada a vender su casa para saldar su deuda con los Botín
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ha conseguido cancelar sus dos hipotecas

Carmen Martínez-Bordiú, obligada a vender su casa para saldar su deuda con los Botín

La nietísima ha conseguido por fin vender la casa que tantos quebraderos de cabeza le ha causado. Un apartamento de 1 millón de euros en Santander del que ha disfrutado poco

Foto: Carmen Martínez-Bordiú en un fotomontaje realizado en Vanitatis.
Carmen Martínez-Bordiú en un fotomontaje realizado en Vanitatis.

Carmen Martínez-Bordiú no atraviesa su mejor momento (económicamente hablando). Si antes de verano tuvo que mudarse a un piso de alquiler más pequeño en Madrid, que pudiera permitirse, ahora la nietísima habría tenido que volver a rehipotecar su casa (a la venta desde 2013) para hacer frente a la deuda que mantiene desde hace años con los Botín.

Foto: Carmen Martínez-Bordiú, en un fotomontaje elaborado por Vanitatis.


Discurría el año 2006. Carmen era la auténtica reina del mundo cuore sin la competencia de Isabel Preysler, que en esos años se mantenía apartada del mundanal ruido mediático gracias a su tranquilo matrimonio con Miguel Boyer. El 19 de junio de ese mismo año, Bordiú se casaba con José Campos en una ceremonia íntima, cerca de Cazalla de la Sierra, a la que solo asistían 60 muy allegados. Si la fecha era señalada para los contrayentes, la que Carmen guardaría en el recuerdo más vivamente sin saberlo sería la de 12 días antes.

placeholder Amaia Salamanca y Carmen Martínez-Bordiú.
Amaia Salamanca y Carmen Martínez-Bordiú.

La hipoteca de la discordia

En tal fecha (7 junio de 2006), Carmen, presa de la felicidad y de un futuro en común con su nuevo marido José Campos, formalizó ante notario el que resultaría ser un negocio nefasto para su economía.

Animada por los 100.000 euros de la exclusiva de su revista de cabecera, Carmen se decidió a echar raíces en Santander formalizando una hipoteca de un inmueble de ensueño en pleno paseo marítimo de la playa del Sardinero. La vida le sonreía, no le podía pedir más.

placeholder La playa del Sardinero bajo una intensa niebla.
La playa del Sardinero bajo una intensa niebla.

El capricho, no obstante, no le salió barato. La nietísima firmó en plena burbuja inmobiliaria una hipoteca con el Banco Santander (quien curiosamente es accionista de Ocnraf SL, una de sus sociedades) que tiempo después se convertiría en su peor pesadilla.

900.000 euros por 300 metros con vistas al mar

La madre de Luis Alfonso de Borbón compró una casa a todo lujo, de la que se encaprichó nada más verla. Construida sobre una superficie útil de doscientos treinta y ocho metros (que llegan a los trescientos doce metros cuadrados, incluyendo la parte proporcional de zonas comunes), la residencia se componía de un amplio y luminoso vestíbulo, cocina con todas las comodidades, un ancho pasillo, un cuarto de aseo y tres cuartos de baño, cuatro dormitorios y un inmenso comedor para ofrecer cenas a sus amigos aristócratas.

placeholder Carmen Martínez-Bordiú.
Carmen Martínez-Bordiú.

Para su compra Carmen firmó un préstamo de 979.300 € de principal a los que ahora hay que sumar 94.012,80 en concepto de intereses. En total, 1.073.000 € a pagar antes del 11 mayo de 2026, es decir a 20 años (Carmen terminaría de pagarla a la nada desdeñable edad de 75 años).

En caso de impago, el banco de Ana Patricia Botín se guardaba las espaldas. La hipoteca llevaba aparejada una tasación de subasta, según la cual el banco valoraría el inmueble en caso de tener que subastarla por impago por un valor de 2'2 millones de euros. Casi nada.

Su situación ha cambiado mucho

Lo que desconocíamos hasta la fecha eran los problemas económicos que había tenido la nietísima para hacer frente al pago de la hipoteca en los últimos meses. Según figura en la nota simple del Registro de la Propiedad, Carmen Martínez-Bordiú se había visto obligada a rehipotecar la casa por segunda vez hace poco tiempo.

El 25 de enero de 2016, gravó la casa con una segunda hipoteca constituyendo con el Banco de Santander (una vez más) una nueva hipoteca, esta vez por valor de 132.000 € de capital principal, a los que habría que sumar 11.220 € de intereses, lo que hace un total de 143.220 € a pagar en 11 años. Entre las 2 hipotecas Carmen debía al banco 1.216.532 €. Un dineral que lastraba mes a mes su maltrecha economía.

Pero no era esa la única mala noticia para Carmen. La nieta de Franco recibía un nuevo aldabonazo ya que el banco actualizaba la tasación de la casa dejando su precio en 1.671.251 €, es decir casi 600.000 € menos respecto de su primera tasación perdiendo así un 25% de su valor de compra 10 años atrás. Un desastre de transacción inmobiliaria que solo le ha traído disgustos la última década.

Por fin ha conseguido venderla

placeholder Carmen Martínez-Bordiú y José Campos. (Archivo)
Carmen Martínez-Bordiú y José Campos. (Archivo)

"En un mes he hecho dos mudanzas", confirmaba Carmen hace una semana en la gala Starlite de Marbella. "He vendido una casa en Santander" (...) y "con la crisis ha bajado todo un poco, pero a lo mejor todo sigue bajando más, así que lo he vendido y no está mal".

Aunque en la nota del registro solo aparece una anotación certificando la cancelación de la hipoteca con fecha 2 de agosto de 2017, se desconoce aún la identidad del comprador de la vivienda.

Fuentes del sector inmobiliario valoran, teniendo en cuenta la situación de mercado, que la habría conseguido vender por algo más de 1.250.000 €, circunstancia que avalaría el hecho de que la operación haya servido para cancelar el importe total de la hipoteca y poco más.

Que los tiempos de bonanza han acabado lo demuestra también el hecho que su otra sociedad, Cazalla 18 de junio S.L., que fuera constituida junto a su entonces marido José Campos para facturar el dinero de las exclusivas, fue liquidada el pasado 5 de octubre de 2016. En el asiento del registro figura a día de hoy Carmen como liquidadora de la sociedad.

Nueva vida, nueva economía

Carmen inicia nueva vida, su salida del piso de la calle Serrano y su nueva vivienda de alquiler en la calle Lagasca en Madrid, su ruptura con Luismi Rodríguez, otrora su mecenas y protector, auguran cambios drásticos en su vida y en su economía. Los tiempos de vino, rosas e hipotecas a pares parecen haber acabado, al menos por ahora, para la otra reina de corazones.

Foto: Cynthia Rossi, Benjamin Rouget y Carmen Martínez-Bordiú en una imagen de archivo (Gtres)

Carmen Martínez-Bordiú no atraviesa su mejor momento (económicamente hablando). Si antes de verano tuvo que mudarse a un piso de alquiler más pequeño en Madrid, que pudiera permitirse, ahora la nietísima habría tenido que volver a rehipotecar su casa (a la venta desde 2013) para hacer frente a la deuda que mantiene desde hace años con los Botín.

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